El juego del poder
Riccardo Muti encandila al Palau de la M¨²sica dirigiendo desde la autoridad
El director de orquesta es una de las encarnaciones m¨¢s genuinas, aunque tambi¨¦n m¨¢s inofensivas, del juego del poder. En una sala a oscuras, con todo el mundo conteniendo la respiraci¨®n y los m¨²sicos atentos, en tensi¨®n, el director es dios. Agita su batuta y en aquel microcosmos se desencadena el G¨¦nesis, todo empieza a funcionar, a existir. En su mano est¨¢n el sonido y el silencio, la vida y la muerte. ?l tiene, o deber¨ªa tener, un prop¨®sito, una idea y todo el universo cobra sentido en funci¨®n de esa idea.
A los 73 a?os, con m¨¢s de 40 en primer¨ªsima l¨ªnea, habi¨¦ndolo dirigido todo y ante las mejores orquestas, Riccardo Muti es y se comporta como un dios. Si ante s¨ª tiene a una orquesta de pipiolos de lujo absolutamente cautivos y pendientes de su batuta entonces Muti ya es Zeus Tonante.
Riccardo Muti
Orchestra Giovanile Luigi Cherubini
Riccardo Muti, director
Obras de Rossini, Schubert y Chaikovski
Temporada de conciertos Palau100
Palau de la M¨²sica Catalana
Barcelona, 22 de marzo de 2015
El concierto de la Orchestra Giovanile Luigi Cherubini, una orquesta-escuela formada por j¨®venes m¨²sicos, casi todos excelentes, todos menores de treinta a?os y que pueden permanecer un m¨¢ximo de tres a?os en el conjunto, se sald¨® con un ¨¦xito notabil¨ªsimo. Dirigida por su fundador, la orquesta interpret¨® en la primera parte la obertura de la ¨®pera Guillermo Tell de Rossini y la Sinfon¨ªa n¨²m. 4 "Tr¨¢gica" de Schubert y en la segunda parte la Sinfon¨ªa n¨²m. 5 de Chaikovski. El sonido no siempre fue excelso, a menudo no sonaban a conjunto, sonaban a reuni¨®n de los primeros de la clase, pero dios estaba a gusto, mandaba con amor, "pedag¨®gicamente", indicando con mucha claridad qu¨¦ quer¨ªa, con ideas no nuevas pero buenas y muy claras, con exquisitos detalles de fraseo y preciosos y precisos ¨¦nfasis din¨¢micos, resultado de toda una vida dirigiendo.
Al final, entre los aplausos y la propina -la obertura de Nabucco- dios inform¨® al p¨²blico de que el Bar?a estaba ganando al Real Madrid por 2 a 1. El Palau respir¨® tranquilo, el mundo estaba en orden, dios era bueno.
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