De la peste a la n¨¢usea
Francisco Marco afirm¨® que a Alicia S¨¢nchez-Camacho ¡°s¨®lo le interesaba crear un circo¡±
Ha comparecido este lunes Francisco Marco, director de la agencia de detectives M¨¦todo 3, que en vez de traer a su abogado ha tra¨ªdo a su mujer. ?sta le contemplaba desde la bancada con el pu?o apoyado en la barbilla y sonrisa orgullosa. Botas negras por encima de las rodillas, bolso grande de Louis Vuitton y tatuaje en la nuca. Francisco Marco entr¨® en la sala seguido del presidente de la comisi¨®n, se sent¨® junto a ¨¦ste, dej¨® sobre la mesa un libro donde lo cuenta todo o as¨ª, tom¨® la palabra, se fue encendiendo y se puso hecho un basilisco.
Reproch¨® a los parlamentarios haberle difamado, vituperado y desacreditado, exclam¨® que ¨¦l era un particular, un ciudadano espa?ol, un ciudadano catal¨¢n, un empresario, y no un pol¨ªtico, y neg¨® punto por punto todo lo que el viernes anterior Alicia S¨¢nchez-Camacho hab¨ªa contado ante la comisi¨®n. Adem¨¢s, manifest¨®, ven¨ªa del juzgado de guardia, de denunciarla por calumnias. Marco vest¨ªa traje oscuro de rayas, llevaba corbata con nudo recto y patillas y flequillo ladeado al modo de Anacleto. Su libro tiene impreso en portada la leyenda: ¡°La verdad sobre la agencia de detectives M¨¦todo 3 y su ca¨ªda. Una historia de chantajes y mentiras¡±.
Mare¨® la perdiz respecto a qui¨¦n le hab¨ªa encargado las escuchas de la Camarga. No pod¨ªa desvelarlo por razones profesionales, pero s¨ª que daba pistas como en las adivinanzas: ¡°Una persona del entorno de Alicia S¨¢nchez-Camacho¡±. (?Menos mal que fue una persona y no un androide o un cyborg!). Luego a?adi¨®: ¡°Alguien... del entorno m¨¢s personal¡±. Y sigui¨® afinando: ¡°Para m¨ª, el entorno m¨¢s personal es mi familia, mi pareja, mis ascendientes y mis descendientes, nadie m¨¢s¡±. En este punto lo dej¨®. El caso es que cuando le preguntaron si se trataba en concreto del ex secretario de organizaci¨®n socialista, Jos¨¦ Zaragoza, el detective respondi¨® expl¨ªcitamente que no, que ¨¦ste seguro que no. Y a?adi¨®: ¡°No he visto en mi vida al se?or Zaragoza¡±.
Desde el principio de su comparecencia, el detective sostuvo un rifirrafe con los parlamentarios del Partido Popular, que se transform¨® en bronca de las gordas cuando les toc¨® preguntar. Hasta el extremo de que al presidente David Fern¨¢ndez se le puso la cara roja hasta la frente y amenaz¨® con suspender la sesi¨®n. Francisco Marco afirm¨® que a Alicia S¨¢nchez-Camacho ¡°s¨®lo le interesaba crear un circo¡± y verle a ¨¦l detenido, recrimin¨® al diputado Santi Rodr¨ªguez, portavoz del grupo popular, que se le dirigiera ¡°en tono chulesco¡± y defendi¨® que la ¨²nica grabaci¨®n de la Camarga digna de cr¨¦dito es la que tienen en el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 14 de Barcelona. Desde su asiento, Santi Rodr¨ªguez negaba con la cabeza estas ¨²ltimas afirmaciones, cogi¨® el m¨®vil y habl¨® en voz baja.
Desde el principio el detective sostuvo un rifirrafe con los parlamentarios del Partido Popular, que se transform¨® en bronca cuando les toc¨® preguntar
Lo que se vivi¨® en aquel momento de subid¨®n dial¨¦ctico fue la entrada a las cloacas. Pasado el agarr¨®n con el PP, se hizo en la sala una extra?a normalidad, una calma chicha como de buque desarbolado tras la galerna. Pero no era la tempestad de hac¨ªa unos minutos lo que hab¨ªa provocado estos destrozos sino la del viernes (la de Alicia S¨¢nchez-Camacho y Victoria ?lvarez), cuya resaca ahora acab¨¢bamos de pasar. Entre los cortinones rojos de la sala de Grupos, mar quieto y sigiloso. Prosigui¨® el resto de los diputados con preguntas que ya no esperaban respuesta, como velas rotas. Prosiguieron las contestaciones al pairo, vagas, confusas, imprecisas igual que olas muertas que no llevan a ninguna parte.
Se march¨® el detective y fue el turno del socialista Jos¨¦ Zaragoza (diputado en el Congreso), que, cuando no le gustaba una cuesti¨®n, dec¨ªa que no hab¨ªa venido a la comisi¨®n a especular. Se declar¨® m¨¢s camusiano que sartriano (por tanto, m¨¢s de La peste que de La n¨¢usea). Cuando se le pregunt¨® por el compareciente anterior solt¨® con toda la llaneza del mundo pol¨ªtico: ¡°Desconozco al se?or Paco Marco¡±. El diputado de la izquierda unida y alternativa y de los santos de los ¨²ltimos d¨ªas, Joan Mena, quiso saber c¨®mo se refer¨ªa a ¨¦l tan familiarmente, dici¨¦ndole Paco, si no lo conoc¨ªa. Jos¨¦ Zaragoza argument¨® que a ¨¦l tambi¨¦n le llamaba Pepe mucha gente a la que tampoco conoce de nada.
Es cierto que en Espa?a existe mucha gente que se llama Paco y m¨¢s todav¨ªa que se llama Pepe (hasta el partido del gobierno se llama PP) y quiz¨¢ por eso volvi¨® la calma a la sala. Porque estas cosas han sido hechas para que el mundo no cambie y la vida sea siempre la misma. Para que pase lo que pase, al final siempre haya alguien a quien llamar Paco y Pepe y sentirse confortable en la rutina. Para que, sea cual sea la pregunta, siempre haya una respuesta est¨¦ril a modo de horizonte.
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