El cuento de la legislatura de la pinza

Mucho se ha hablado estos d¨ªas de la legislatura andaluza de la pinza (1994-1996) en la que por primera vez el PSOE gobern¨® en minor¨ªa ante la imposibilidad de matrimoniar el Gobierno. En esa fecha, los actores pol¨ªticos de hoy no eran ni secundarios. La ahora presidenta de la Junta en funciones, Susana D¨ªaz, ten¨ªa 19 a?os, militaba ya en Juventudes Socialistas e iba a la Universidad. El presidente del PP, Juan Manuel Moreno, ten¨ªa 24 y era presidente de Nuevas Generaciones de M¨¢laga. La secretaria general de Podemos, Teresa Rodr¨ªguez, iba al colegio con 13. Juan Mar¨ªn, de Ciudadanos, era entrenador de voleibol con 32; y el coordinador de IU, Antonio Ma¨ªllo, daba clases en un instituto de Sanl¨²car de Barrameda y era concejal con 27.

Mientras, en el Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento de Andaluc¨ªa, los cuatro grupos de la cuarta legislatura escrib¨ªan una historia marcada por la inestabilidad pol¨ªtica, la originalidad y el pintoresquismo, pero tambi¨¦n por la centralidad y regeneraci¨®n parlamentaria despu¨¦s de tres mandatos marcados por la mayor¨ªa absoluta del PSOE. Tras las elecciones de 1994, los socialistas obtuvieron 45 diputados, mientras que la oposici¨®n sumaba 64: 41 del PP; 20 de IU y tres del Partido Andalucista.

Los andaluces decidieron el pasado 22 de marzo un Parlamento a¨²n m¨¢s fragmentado con cinco fuerzas: PSOE (47), PP (33), Podemos (15), Ciudadanos (nueve) e IU (cinco). Como hace 21 a?os, ning¨²n grupo est¨¢ dispuesto a coaligarse con el PSOE ni tampoco D¨ªaz lo ha pedido. ¡°Voy a gobernar en solitario¡±, proclam¨® al d¨ªa siguiente de una victoria que ella calific¨® de ¡°hist¨®rica e indiscutible¡±.

Ahora, como en 1994, ning¨²n grupo quiere coaligarse con el PSOE

Lo que no est¨¢ escrito es c¨®mo lo va a hacer si supera el primer escollo, la investidura. En la primera votaci¨®n necesita la mayor¨ªa absoluta que la oposici¨®n no va a facilitar y en la segunda y sucesivas, mayor¨ªa simple. Por ahora, la negativa de la oposici¨®n a apoyarla o abstenerse es firme. De no salir en dos meses desde la primera votaci¨®n habr¨¢ nuevas elecciones.

En la pinza, Manuel Chaves fue elegido en la tercera por una treta antirreglamentaria de IU. ¡°No participo en la votaci¨®n¡±, dijeron los diputados. Fue una especie de abstenci¨®n t¨¦cnica, la primera extravagancia de esa legislatura a la que siguieron otras, muchas de ellas sin validez jur¨ªdica alguna como de manera insistente advert¨ªan los servicios jur¨ªdicos del Parlamento con el letrado mayor, Jos¨¦ Antonio V¨ªboras, a la cabeza. Entonces se trataba de fijar posiciones pol¨ªticas con propuestas tan innovadoras y abstrusas como inviables. En esa C¨¢mara, la m¨¢xima acu?ada por el entonces coordinador de IU, Luis Carlos Rej¨®n, era la de gobernar desde el Parlamento y el PP, liderado por Javier Arenas ¡ªquien sigue de diputado andaluz¡ª se sum¨® a esta estrategia que le facilit¨® exponer de continuo su programa y reafirmar su alternativa.

Hay una foto en blanco y negro del 16 de diciembre de 1994 que ilustra la cuarta legislatura. En ella se ve a Rej¨®n entreg¨¢ndole a Arenas una pinza de la ropa en la comisi¨®n de Hacienda que debat¨ªa los presupuestos. Mostraba de ese modo despreocupaci¨®n con la denuncia del PSOE de la tenaza pol¨ªtica de IU y PP para bloquear el Gobierno.

Esos Presupuestos fueron retirados despu¨¦s de que la oposici¨®n los cambiara hasta hacerlos irreconocibles para el Ejecutivo, modificando gastos e ingresos, eliminando empresas p¨²blicas y suprimiendo asignaciones para altos cargos.

La retirada del Presupuesto dio origen a la propuesta m¨¢s ex¨®tica de esa legislatura: la de forzar al presidente de la Junta a presentar una cuesti¨®n de confianza, una prerrogativa exclusiva del jefe del Gobierno, que implicaba su dimisi¨®n. Fue la f¨®rmula alternativa ideada en lugar de la moci¨®n de censura. La iniciativa fue frenada por un informe del Consejo Consultivo, pero la tramit¨® la Mesa del Parlamento en la que el PSOE estaba en minor¨ªa. En esa Mesa se aprobaron hasta cuatro comisiones de investigaci¨®n y decenas de resoluciones instando a pol¨ªticas concretas y reprobaciones de consejeros y altos cargos.

La ausencia de una mayor¨ªa estable propici¨® un bloqueo pol¨ªtico absoluto; la pr¨®rroga de dos presupuestos de la Junta con un paro de casi el 35% en 1994 (un punto menos que ahora); un aumento desmesurado de iniciativas; y la ausencia de debate legislativo (se aprob¨® una ley de las 21 comprometidas por el Gobierno). La legislatura solo dur¨® 18 meses. Chaves disolvi¨® el Parlamento cuando en diciembre de 1995 no logr¨® sacar por segunda vez el Presupuesto. El adelanto fue un desastre para el PP y para IU y un ¨¦xito para el PSOE que volvi¨® a ganar a tres esca?os de la mayor¨ªa absoluta.

Pero el cuento de la pinza tambi¨¦n incluye la regeneraci¨®n del Parlamento: se aprob¨® un Reglamento con m¨¢s capacidad de control para la oposici¨®n y mayor participaci¨®n ciudadana; el voto delegado de las embarazadas; la oficina de control presupuestario; y el fin de la escandalosa opacidad de los sueldos de los diputados.