Repulsa social a la banca
El rescate del sistema financiero ha requerido una cifra astron¨®mica de dinero p¨²blico en un tiempo de grandes necesidades sociales
Los a?os de crisis han logrado desenmascarar la perversidad del negocio bancario y el da?o social que han provocado y siguen provocando las entidades bancarias. Los bancos han traicionado la poca confianza que los ciudadanos depositaron en ellos como intermediarios financieros encargados de captar el ahorro y canalizarlo de manera eficiente hacia la inversi¨®n productiva. Erraron al destinar el ahorro a inversiones de dudosa productividad (privada y social), y al estallar la crisis cerraron el grifo del cr¨¦dito, dejaron tiradas a peque?as y medianas empresas, siguieron sableando sin miramientos a los clientes m¨¢s vulnerables y dedicaron los recursos a tapar los agujeros negros ocasionados por sus malas pr¨¢cticas y su codicia obsesiva.
La reestructuraci¨®n del inepto sistema financiero espa?ol ha comportado dos graves consecuencias: una cifra astron¨®mica de dinero p¨²blico destinado a su rescate en un momento de necesidades sociales excepcionales, y una gran confusi¨®n sobre el total de recursos empleados y sobre el importe que no retornar¨¢. Seg¨²n el Tribunal de Cuentas se han destinado m¨¢s de 100.000 millones de euros, de los que como m¨ªnimo 40.000 ya no se recuperar¨¢n, lo que convierte a Espa?a en uno de los pocos pa¨ªses que ha perdido dinero con el rescate de sus bancos. En contraste, y como burla a los contribuyentes, los cinco principales bancos espa?oles (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular) registraron en 2014 un beneficio neto de unos 10.000 millones de euros.
La deuda p¨²blica, que sobre todo genera la Administraci¨®n central (77%), est¨¢ siendo un magn¨ªfico negocio para los bancos, ya que con el dinero que obtienen del Banco Central Europeo a un inter¨¦s anual pr¨®ximo a cero, compran deuda p¨²blica y obtienen un inter¨¦s cercano al 3,5% de media y miles de millones de ganancias al a?o. En diciembre de 2014, la deuda p¨²blica espa?ola, seg¨²n el Banco de Espa?a, ascendi¨® a 1.020.236 millones de euros (casi el 98% del PIB) y, seg¨²n el Tesoro P¨²blico, las entidades bancarias pose¨ªan unos 200.000 millones de deuda p¨²blica en sus carteras. De 2008 a 2014, el cr¨¦dito a las Administraciones p¨²blicas se increment¨® un 129%, mientras que se redujo un 21% el cr¨¦dito a las empresas y un 16% a los hogares.
El c¨ªrculo perverso del negocio bancario y su capacidad para lucrarse de la miseria social y para vampirizar las Administraciones p¨²blicas, ha provocado una indignaci¨®n ciudadana generalizada que se traduce en la convicci¨®n de que la banca es una instituci¨®n muy corrupta, que no merece ninguna confianza y que est¨¢ dirigida por unos banqueros p¨¦simamente valorados.
Seg¨²n el bar¨®metro de octubre, de un total de 14 grupos profesionales,? los banqueros son los que suscitan menos confianza a los catalanes
En los dos bar¨®metros del CEO de 2014, de abril y de octubre, se pregunt¨® por primera vez a los catalanes sobre el grado de confianza que merecen una serie de instituciones. La lista asciende a casi una veintena: gobiernos, parlamentos, tribunales, polic¨ªas, partidos, sindicatos, Iglesia, Monarqu¨ªa, etc¨¦tera. La que merece menos confianza en los dos bar¨®metros es la banca, que obtiene un 1,49 y un 2,18 sobre 10, y que incluso est¨¢ peor valorada que los partidos, el Gobierno espa?ol y la Monarqu¨ªa. En porcentajes, el 88% y el 82% de los catalanes suspenden en confianza a la banca (casi veinte puntos por encima del suspenso a los partidos pol¨ªticos).
Seg¨²n el bar¨®metro de octubre, de un total de 14 grupos profesionales (pol¨ªticos, periodistas, funcionarios, militares, jueces y empresarios, entre otros), los banqueros son los que suscitan menos confianza a los catalanes. Concretamente, obtienen una puntuaci¨®n media de 2,09, justo por debajo de los pol¨ªticos (2,62), Si examinamos la intenci¨®n de voto de los encuestados, observamos que, en todos los electorados, los banqueros obtienen una puntuaci¨®n inferior a 3 y que todos ellos, salvo alguna excepci¨®n, consideran que es la profesi¨®n que merece menos confianza.
Finalmente, otra cifra reveladora: para el 84% de los catalanes la corrupci¨®n es pr¨¢ctica habitual de las entidades financieras. Seg¨²n el bar¨®metro 2014 de la Oficina Antifraude de Catalu?a, este es el porcentaje de catalanes que afirma que la corrupci¨®n est¨¢ muy (44%) o bastante (40%) extendida en estas instituciones. Entre 2010 y 2014, seg¨²n la opini¨®n de los catalanes, donde m¨¢s ha aumentado la corrupci¨®n es en las entidades financieras (mucho m¨¢s que en los partidos pol¨ªticos).
La banca sigue extendiendo sus tent¨¢culos para controlarlo todo. A la deuda de las Administraciones p¨²blicas, hay que a?adir los centenares de millones de euros que los partidos y los medios de comunicaci¨®n, actores clave del sistema pol¨ªtico, tambi¨¦n deben a los bancos y que en muchos casos los convierten en encubridores. Los consejos de administraci¨®n de los bancos cooptan a ¨¦lites sectoriales que, a cambio de desorbitadas remuneraciones, consienten y justifican los atropellos bancarios y los oscuros procedimientos para obtener beneficios. Pero el poder omn¨ªmodo de las entidades bancarias contrasta con el desprecio y la repulsa social que generan.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.
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