Fallece el soci¨®logo Jos¨¦ Miguel Iribas
Sus trabajos como especialista en diagn¨®stico territorial, urban¨ªstico y tur¨ªstico le acreditan como uno de los expertos m¨¢s solventes
El soci¨®logo Jos¨¦ Miguel Iribas, especialista en diagn¨®stico territorial, urban¨ªstico y tur¨ªstico, falleci¨® este lunes en Valencia como consecuencia de un c¨¢ncer. Aunque hab¨ªa nacido en Bergara (Guip¨²zcoa), en 1950, en el seno de una familia navarra, Iribas fue, sobre todo, un racionalista mediterr¨¢neo que aport¨® inteligencia, discurso y sensatez?al turismo y el urbanismo, dos poderosos recursos en la Comunidad Valenciana, resitu¨¢ndolos frente a la superficialidad y el t¨®pico.
Lleg¨® a Benidorm a principios de los setenta con melena, donde fue requerido por su maestro Mario Gaviria para hacer socio-urbanismo rojo en un libro contra la autopista del Mediterr¨¢neo. Sin embargo, all¨ª, sobre el escenario que hab¨ªa dispuesto el visionario alcalde Pedro Zaragoza, encontr¨® sentido al sinsentido. Descubri¨® el turismo como industria y la clave de su ¨¦xito: que Benidorm, seg¨²n su propia definici¨®n, era ¡°una coca-cola de litro¡±. Su sant¨®n Henri Lefebvre hab¨ªa dicho que Benidorm era la ciudad del mundo m¨¢s habitable construida despu¨¦s de la II Guerra Mundial, y con esta premisa y otras reflexiones surgi¨® el libro Benidorm, ciudad nueva, considerado como la Biblia del an¨¢lisis tur¨ªstico. Iribas estudi¨® el fen¨®meno del turismo sin prejuicios y con datos, y sus trabajos le han acreditado como uno de los expertos m¨¢s solventes de este fen¨®meno de masas, crucial para el desarrollo de Espa?a.
Con su discurso, Iribas cambi¨® la percepci¨®n negativa que muchos ten¨ªan de Benidorm. La imagen de voraz mand¨ªbula asi¨¢tica depredadora de territorio se derrumb¨® cuando explic¨® que la ciudad, que concentra alrededor del 45% de la renta tur¨ªstica valenciana, solo ocupaba el 1% del litoral. Por el contrario, para lograr el mismo resultado econ¨®mico, por cada metro cuadrado utilizado en Benidorm eran necesarios 170 en zonas litorales repletas de chal¨¦s, cuyo efecto ¨®ptico, sin embargo, resultaba m¨¢s positivo para la concurrencia.
Iribas fue un defensor obstinado del modelo intensivo de turismo para preservar as¨ª la mayor parte de territorio posible. Su visi¨®n no pudo frenar la aceleraci¨®n urban¨ªstica totalizante desarrollada en los ¨²ltimos a?os en la Comunidad Valenciana, pero sin duda atenu¨® su irracionalidad de forma notable con su discurso. Esa labor lo convirti¨® en un personaje inc¨®modo para las Administraciones, que, con todo, admiraban en privado su talento y buscaban sus ideas. Su escaso entusiasmo por los eventos y los parques tem¨¢ticos (consideraba que las ciudades eran los mejores parques tem¨¢ticos) y su posici¨®n contraria a la ampliaci¨®n del puerto de Valencia acabaron cerr¨¢ndole puertas para algunos proyectos p¨²blicos.
En los ¨²ltimos a?os colabor¨® en medio centenar de planes de ordenaci¨®n urbana y en planes especiales de puertos, as¨ª como en las directrices de ordenaci¨®n de varias comunidades y de diversos planes territoriales parciales.
El trabajo de Iribas no se ci?¨® a Espa?a. Form¨® parte del equipo ganador de dos concursos internacionales para la remodelaci¨®n tur¨ªstica de tres puertos en Taiw¨¢n y ha asesorado de forma regular a arquitectos como Jean Nouvel, Jaime Lerner, Patxi Mangado, Ben van Berkel o ?balos-Herreros, con los que desarroll¨® varios proyectos como responsable de estrategia y del programa de usos. Con su muerte, Benidorm ha perdido a su mejor propagandista.
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