Romanticismo oculto
El violinista Joshua Bell trae al Auditorio Nacional el ¡®Concierto¡¯ de Glazunov, que interpretar¨¢ con su Stradivarius
Muy pocas veces el int¨¦rprete y el instrumento est¨¢n a la misma altura y tienen una historia tan rica como la de Joshua Bell y su Stradivarius. El violinista viene con su portento italiano este fin de semana al Auditorio Nacional para interpretar una rareza del repertorio, el Concierto para viol¨ªn de Glazunov. Sones rusos, mano estadounidense y madera italian con el apoyo de la Orquesta Nacional de Espa?a.
Joshua Bell es sereno pero concienzudo; estudioso y responsable. Maduro, tiene 47 a?os, aunque con aspecto juvenil. Est¨¢ llamado a ser uno de los grandes violinistas de nuestro tiempo y ya est¨¢ en camino para lograrlo. A los cuatro a?os cogi¨® el viol¨ªn por primera vez, en el seno de una familia en la que todos tocaban instrumentos. Para esta ocasi¨®n ¡ªhace ahora 30 a?os que debut¨® en Madrid, con tan solo 17¡ª, trae hasta el Auditorio Nacional un gran concierto para viol¨ªn que no suele programarse en las temporadas de las orquestas a pesar de su profundo lirismo. ¡°Es el Concierto de Glazunov, hay gente que puede que escuche esta pieza y llegue a convertirla en su favorita para viol¨ªn por encima de otras como el concierto de Chaikovski. Porque te toca el alma, es muy personal y tiene una paleta de colores muy especiales de los que quiz¨¢ carece el de Chaikovski. Es una pieza rom¨¢ntica, pero te hace creer en su m¨²sica y no solo pensar en ella, es otro nivel¡±, cuenta el violinista.
El estadounidense toca un Stradivarius que en su d¨ªa le cost¨® cuatro millones de d¨®lares. Pero no es solo el precio del arte, sino tambi¨¦n de la historia que esconde. ¡°Mi viol¨ªn es muy especial para m¨ª, su sonido es muy puro y es una maravillosa obra de arte¡±, dice Bell sobre el c¨¦lebre Stradivarius Gibson Ex-Huberman de 1713 salido de los talleres del maestro de Cremona.
Su nombre le viene por haber pertenecido al que Bell considera ¡°uno de los grandes violinistas de la Historia¡±, Bronislaw Huberman. Para el violinista esta pieza de sonido inigualable fue su bendici¨®n y su perdici¨®n. A Huberman se lo robaron en los camerinos del Carnegie Hall de Nueva York y fue incapaz de recuperarlo. Tuvieron que pasar 50 a?os para que el ladr¨®n ¡ªotro violinista llamado Julian Altman¡ª, en su lecho de muerte, confesara el origen del viol¨ªn que hab¨ªa sustra¨ªdo cinco d¨¦cadas antes. Para entonces, Huberman hab¨ªa muerto sin saber d¨®nde estaba su viol¨ªn.
Dentro de sus amplias miras, Bell ha querido introducirse en colaboraciones con m¨²sicos de otros mundos, estableciendo una buena comunicaci¨®n con los del jazz, y se siente atra¨ªdo por la m¨²sica para la gran pantalla. ¡°He hecho varias bandas sonoras para el cine, y es un ¨¢rea que es particularmente interesante para m¨ª. Recuerdo con cari?o el trabajo para la pel¨ªcula The Red Violin, que tiene una m¨²sica original muy rica que es en s¨ª un gran concierto para viol¨ªn creado por John Corigliano, que luego se ha llevado al escenario de las salas de concierto", explica Bell mientras no pierde de vista su instrumento.
Despu¨¦s de conocer su historia, parece lo m¨¢s sensato. ¡°Interpretar m¨²sica para el cine es vital: te permite llevar a un p¨²blico que no es habitual de las salas de concierto una m¨²sica a la que no se acercar¨ªan directamente¡±, cuenta el violinista, que reconoce la dificultad de acercar al p¨²blico joven a la m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Creo que tienen parte de culpa aquellos que presentan la m¨²sica cl¨¢sica, que deben buscar nuevas v¨ªas para enganchar a ese p¨²blico. Sin duda la mejor forma es atraer a un joven y que sea ¨¦l mismo el que traiga a sus amigos a un concierto, porque es la forma natural¡±. La pregunta ser¨ªa ?Qui¨¦n ser¨ªa el culpable de esto. ¡°La culpa no es de la m¨²sica en s¨ª, porque lleva ah¨ª cientos de a?os y es la base de todo loque escuchamos hoy; pero s¨ª que es fundamental invertir en la educaci¨®n . La m¨²sica, vayas a ser profesional o no, tiene que ense?arse en la escuela porque te ense?a a ser sensible, a trabajar en equipo y, sobre todo, a entender el mundo desde una nueva perspectiva. No es una actividad extraescolar, debe ser una materia fundamental en los colegios¡±, concluye Bell.
Joshua Bell y la Orquesta Nacional de Espa?a. En el Auditorio Nacional (Pr¨ªncipe de Vergara). Hoy a las 19.30. Ma?ana a las 11.30. Entradas: de 10 a 36 euros.
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