Las pobres razones de un ministro
Fern¨¢ndez D¨ªaz sugiere una relaci¨®n de causa efecto entre el independentismo y el yihadismo sobre bases muy d¨¦biles
Advierto de antemano que el chiste que estoy por reproducir aqu¨ª pertenece a la inc¨®moda y vaga categor¨ªa de lo pol¨ªticamente incorrecto. En un concierto del grupo U2, al terminar una canci¨®n, Bono pide cort¨¦smente silencio a los asistentes. Cuando el p¨²blico le ha concedido ese silencio, Bono empieza a aplaudir a un ritmo muy, muy lento. A continuaci¨®n lanza una de las proclamas humanitarias por las que es mundialmente conocido. Buscando concienciar al p¨²blico, dice: ¡°Cada vez que aplaudo, un ¨¢rbol es talado en la selva amaz¨®nica¡±. La afirmaci¨®n indigna sobremanera a un miembro del p¨²blico, quien, rompiendo el silencio m¨¢gico que el propio Bono ha inducido, con voz amarga grita a pleno pulm¨®n: ¡°?Entonces deja de aplaudir, so imb¨¦cil!¡±.
El chiste es, adem¨¢s de fr¨ªvolo, una instancia perfecta de la falacia post hoc ergo propter hoc. Es decir, la falacia seg¨²n la cual el hecho de que un evento tenga lugar en un momento inmediatamente posterior a otro evento no significa, necesariamente, que este ¨²ltimo haya sido causado por el primero. El aplauso de Bono no constituye la causa de la tala de ¨¢rboles amaz¨®nicos, a pesar de que esta acaezca apenas un segundo despu¨¦s de que las manos de Bono se encuentren, la una con la otra, para producir el sonido caracter¨ªstico del aplauso.
Dadas las declaraciones en que suger¨ªa una relaci¨®n de causa efecto entre independentismo y yihadismo, es de suponer que el ministro del Interior, Fern¨¢ndez D¨ªaz, o bien es un c¨ªnico que busca desacreditar al movimiento independentista por una v¨ªa vil y tramposa o bien ha ca¨ªdo en el mismo error que la persona del p¨²blico que reprende a Bono. No s¨¦ cu¨¢l de las dos posibilidades es m¨¢s peligrosa dada su condici¨®n de ministro de Interior. Quiz¨¢s en sus manos se encuentran datos palmarios, obtenidos por los servicios secretos, sobre esa relaci¨®n causal. Pero si as¨ª fuera no se ve qu¨¦ raz¨®n tendr¨ªa para no proporcionarlos una vez se ha lanzado la sospecha. As¨ª que, de nuevo, o bien es un c¨ªnico temerario o bien cae en la falacia post hoc ergo propter hoc.
Supongamos, por ser bondadosos, que no es un c¨ªnico. Fern¨¢ndez D¨ªaz asume que dado que la conformaci¨®n de c¨¦lulas salafistas ha tenido lugar justo despu¨¦s de la explosi¨®n del movimiento independentista, entonces esto ¨²ltimo es causa de lo primero. Se trata, por supuesto, de una asunci¨®n totalmente gratuita. O quiz¨¢s no. Fern¨¢ndez D¨ªaz aduce que se ha frivolizado la integraci¨®n de la comunidad musulmana y que un miembro de Nous Catalans, asociaci¨®n soberanista vinculada a CiU, fue expulsado por salafista. Tales parecen ser las razones que establecer¨ªan una relaci¨®n causal entre la explosi¨®n del independentismo y el auge del yihadismo en Catalu?a.
Si para Fern¨¢ndez D¨ªaz que un miembro de Nous Catalans sea expulsado por salafista crea un nexo entre independentismo y yihadismo, tambi¨¦n aceptar¨¢ que hay v¨ªnculo entre el PP y el neonazismo
El problema es que, por s¨ª mismas, tales razones no parecen sostenerse en pie. Dado que unos pocos musulmanes ¡ªno todos de origen ¨¢rabe, por cierto¡ª han formado presuntamente una c¨¦lula salafista, entonces se ha frivolizado la integraci¨®n de toda la comunidad musulmana. Pero una cosa no parece ser consecuencia necesaria de la otra. Para que sea verdad que se ha frivolizado la entera integraci¨®n, uno intuye que es necesario que ocurra algo m¨¢s que las reuniones de cuatro individuos para cometer un atentado.
Y es de suponer que si para Fern¨¢ndez D¨ªaz el hecho de que un miembro de Nous Catalans sea expulsado por salafista crea un nexo entre independentismo y yihadismo, entonces tambi¨¦n aceptar¨¢ que hay un v¨ªnculo entre el PP y el neonazismo, dado que algunos de los miembros de sus juventudes se fotografiaron haciendo el saludo romano. Pero imagino que rechazar¨ªa lo segundo. Y si rechaza lo segundo no se ve por qu¨¦ no habr¨ªa de rechazar tambi¨¦n lo primero.
As¨ª que las exiguas razones presentadas por Fern¨¢ndez D¨ªaz son tan d¨¦biles como aparentan, salvo, como dec¨ªa, que tenga datos concluyentes al respecto. Como en el fan cabreado con Bono, Fern¨¢ndez D¨ªaz est¨¢ tan obnubilado que parece llegar a creer que la cadena de acontecimientos que ha tenido lugar en Catalu?a estos ¨²ltimos a?os est¨¢ causalmente determinada. Lo que causa sorpresa, sin embargo, no son tanto los resbalones de Fern¨¢ndez D¨ªaz o de la plana mayor del PP. A esto ya estamos de alg¨²n modo acostumbrados. Lo que causa sorpresa es que si tal es el nivel del principal rival del independentismo, ?c¨®mo puede ser que este ¨²ltimo no est¨¦ ganando por goleada? Si tan f¨¢cil se lo ponen, ?c¨®mo puede ser que no sea ya la opci¨®n masiva en Catalu?a?
Creo que la respuesta m¨¢s sensata a esta pregunta es que, contra lo que a veces se invoca como justificaci¨®n del independentismo, el PP, y lo que el PP representa, no es el ¨²nico rival del independentismo, y me atrever¨ªa a decir que ni siquiera es su rival principal. Existen muchas formas leg¨ªtimas de ser no-independentista y ninguna de ellas, salvo que Fern¨¢ndez D¨ªaz tenga informaci¨®n privilegiada al respecto, exige soltar la primera sandez que se le pasa a uno por la cabeza.
Pau Luque es investigador en el Instituto de Investigaciones Filos¨®ficas de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico
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