¡°El Gobierno se est¨¢ mostrando cicatero en cambiar la ley hipotecaria¡±
El presidente de la Audiencia de Castell¨®n defiende que los jueces acudan a Luxemburgo por la desigualdad de los consumidores
Jos¨¦ Manuel Marco Cos (Jaca, 1951), es presidente de la Audiencia Provincial de Castell¨®n desde hace un a?o y est¨¢ al frente de la Secci¨®n Tercera, que asume asuntos civiles. Al poco tiempo de su toma de posesi¨®n se signific¨® al criticar abiertamente el desprestigio que supuso para la justicia que sus compa?eros en la Secci¨®n Primera suspendieran el ingreso en prisi¨®n de Carlos Fabra salt¨¢ndose as¨ª su propia norma. Miembro de la progresista asociaci¨®n Jueces para la Democracia, lleva 25 a?os en la Audiencia. En su toma de posesi¨®n dijo que lleg¨® cuando tener hipoteca era ¡°muestra de arraigo¡± y no ¡°peligro de desarraigo¡± como ahora. Forma parte del reducido n¨²mero de jueces que han conseguido que el Gobierno se vea obligado a cambiar la ley hipotecaria ¡ªque considera ¡°herida de muerte¡±¡ª, al recurrir al Tribunal de la UE.
Pregunta. ?Es esta su principal lucha?
R. No. Simplemente se plante¨® ante el Tribunal de Luxemburgo un asunto en el que hab¨ªa que aplicar una ley nacional que entendimos que pod¨ªa ser contraria al derecho comunitario (plante¨® la desigualdad entre bancos y consumidores porque los primeros pod¨ªan recurrir en segunda instancia pero los segundos no). Estas acciones no van contra la ley, son preguntas para que Luxemburgo nos diga si una ley es contraria al derecho comunitario. No es mi principal lucha, es mi trabajo y el de mis compa?eros.
P. Pero la consecuencia es el cambio legislativo.
R. S¨ª, claro. Ha sido inevitable. Hemos planteado otra cuesti¨®n porque entendemos que es una insuficiente adaptaci¨®n de la legislaci¨®n espa?ola a la comunitaria (el legislador nacional dej¨® la posibilidad de recurso solo por cl¨¢usulas abusivas y no en otros casos). Est¨¢ pendiente de resoluci¨®n. El Gobierno se est¨¢ mostrando muy reticente, un poco cicatero, para llevar a cabo estas modificaciones y esa actitud reacia est¨¢ modificando el que los jueces espa?oles, la Audiencia de Castell¨®n, pero tambi¨¦n otros juzgados, planteen cuestiones a Europa. Detecto una actitud del legislador nacional reacia a incluir los criterios del tribunal europeo.
P. ?Esta jurisprudencia del Tribunal de la UE da m¨¢s herramientas para ¡°cuestionar¡± la ley hipotecaria?
¡°Intentamos restaurar la igualdad en el procedimiento hipotecario¡±
R. Las herramientas est¨¢n en el Tratado de la UE, lo que hay es una actitud y una mayor formaci¨®n y conocimiento por parte de los jueces, y cuando tienen ese conocimiento es cuando pueden actuar. Pero s¨ª que es verdad que la actitud de los jueces espa?oles es m¨¢s activa.
P. ?En qu¨¦ se ha avanzado en esta lucha por la desigualdad entre consumidores y bancos?
R. En el fondo no mucho, ni puede avanzarse porque si el banco presta dinero a alguien ese dinero se tiene que devolver. Se ha avanzado en el cuestionamiento de los tribunales en determinadas circunstancias de la ejecuci¨®n hipotecaria como el procedimiento adecuado para recuperar esa deuda. Se cuestiona la existencia de cl¨¢usulas que pueden ser abusivas, intereses moratorios excesivos¡ Pero nunca se discute que el deudor debe la cantidad que se le ha prestado. Se cuestiona la forma, el procedimiento judicial mediante el cual se pretende hacer efectiva. Intentamos restaurar la igualdad de armas entre las partes del procedimiento cuando consideramos que la posici¨®n de la entidad bancaria ha sido abusiva con respecto del consumidor.
P. ?Qui¨¦n y c¨®mo se decide cu¨¢ndo una cl¨¢usula es abusiva?
R. Lo decide el juez, el tribunal. Pero los criterios cambian. Hasta hace no mucho se consideraba que una cl¨¢usula de intereses moratorios del deudor que no cumple con sus obligaciones del 20-25% era correcta porque era una especie de sanci¨®n a quien no cumpl¨ªa con su obligaci¨®n. ?ltimamente se est¨¢ considerando que son abusivas. ?Ha cambiado la ley? No. ?Ha cambiado la forma de operar de los bancos? Tampoco. Pero los criterios legales van evolucionando. La ley no cambia, la sensibilidad puede cambiar, las circunstancias sociales y la apreciaci¨®n de los jueces.
P. ?Se puede combatir la corrupci¨®n sin una implicaci¨®n pol¨ªtica real, con las herramientas actuales?
¡°Hay una utilizaci¨®n maliciosa del aforamiento¡±
R. ?Se puede combatir? Se puede ?Se podr¨ªa combatir mejor con otros instrumentos, con mayor dotaci¨®n de medios, de personal y con materiales? Por supuesto que s¨ª. Pero se puede combatir y estamos viendo que se est¨¢ haciendo. Aunque quiz¨¢ con m¨¢s medios se puede combatir mejor. Habr¨¢ que ver si se mantiene el criterio de reducir la instrucci¨®n a seis meses.
P. El Gobierno ha aparcado la reducci¨®n de aforados, ?lo ve necesario?
R. Ser¨ªa positivo que se redujera, lo que no puedo decir es a qui¨¦nes suprimir¨ªa. El problema no es que haya tantos aforados, sino que se juegue con el aforamiento para retrasar el procedimiento. Lo estamos viendo. Esa es la utilizaci¨®n maliciosa del aforamiento que se est¨¢ haciendo y que supone un cierto desprestigio.
P. ?Est¨¢ a favor o en contra de que un jurado popular pueda juzgar a pol¨ªticos, aforados o casos de corrupci¨®n en general?
R. Creo que estos casos deber¨ªa enjuiciarlos un tribunal profesional. Los casos de corrupci¨®n, cuando afecta a personajes pol¨ªticos, creo que son muy influenciables por la situaci¨®n pol¨ªtica del momento y eso un tribunal nunca lo debe hacer. Son asuntos especialmente sensibles. Quiz¨¢ un tribunal profesional, en alguno que se ha conocido en los ¨²ltimos tiempos, hubiera tomado una decisi¨®n diferente a la que adopt¨® el jurado.
P. Habla del juicio a Camps?
R. No hablo de nada. Creo que est¨¢ claro.
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