Suspendida una corrida de toros en Ordu?a por impago del empresario
El diestro local, Iv¨¢n Abasolo, no ha podido torear. La empresa dijo que sin dinero no hab¨ªa toros y el dinero no lleg¨®
Pasaban pocos minutos de las siete de la tarde, cuando un coche de la Ertzantza entr¨® en el ruedo para anunciar la suspensi¨®n de la corrida anunciada con motivo de las fiestas de otxomaio. Hab¨ªa transcurrido una hora desde la hora se?alada para su comienzo, las 18 horas, y buena parte del p¨²blico ya hab¨ªa abandonado los tendidos ante aquel retraso que transmit¨ªa lo peor. La empresa Ba?os Toros se present¨® en Ordu?a sin dinero, y la ganader¨ªa se neg¨® a bajar los toros del cami¨®n, al menos en el minuto uno. La Ertzaintza tuvo que entrar a la plaza para anunciar que el festejo se clausuraba.
El representante de la empresa Ba?os Toros acudi¨® a la plaza de Ordu?a cerca de la una del mediod¨ªa y el apartado no lleg¨® a realizarse hasta las tres de la tarde. El motivo del retraso fue que el ganadero no estaba dispuesto a bajar los toros del cami¨®n hasta haber recibido parte del dinero. Las negociaciones fueron largas, pero la espera del dinero a¨²n m¨¢s. La decisi¨®n de la empresa era clara desde su llegada: suspender el festejo por falta de dinero para hacer frente a los pagos.
El inter¨¦s de los aficionados locales y de buena parte de los profesionales trat¨® de evitar esta decisi¨®n. Uno de los espadas actuantes, Jos¨¦ Luis Villalba, apoderado por la empresa, abandon¨® las oficinas del ruedo 30 minutos antes de comenzar el festejo para ir a vestirse de torero. Hasta ese momento nadie le asegur¨® que se abonar¨ªan los honorarios pactados. A su regreso, pasados veinte minutos de la hora de comienzo, solicit¨® el sueldo de su cuadrilla; el sevillano, ya vestido con un terno azul pavo y oro, aseguraba que actuar¨ªa gratis, pero no sus banderilleros y picadores. El dinero no apareci¨® y fue cuando se negaron a torear.
El Club Taurino
El peor trago lo estaba pasando el torero local, Iv¨¢n Abasolo, que ante sus paisanos ve¨ªa ahogarse sus ilusiones de estrenar la temporada. El vizca¨ªno se ofreci¨® a matar los cuatro astados, pero se arriesgaba a una denuncia del resto de profesionales por incumplir el convenio profesional y torear sin cobrar. Ante esa situaci¨®n, no le qued¨® m¨¢s remedio que desistir.
La ilusi¨®n con la que el Club Taurino Ochomayo de Ordu?a hab¨ªa trabajado para ver a unos de sus toreros y el esfuerzo del ayuntamiento local se desvanecieron poco a poco durante un d¨ªa amargo y muy largo. Hubo varios amagos de dar comienzo al festejo. A las 6.15 incluso la presidencia sac¨® el pa?uelo blanco, pero el dinero no apareci¨® m¨¢s que para preparar la suspensi¨®n. La empresa acudi¨® a la taquilla y pag¨® al veterinario para permitir el regreso de las reses a su finca, entreg¨® algunas cantidades m¨¢s y abandonaron la plaza ante la at¨®nita mirada de la autoridad, los miembros de la Ertzaintza que velaban por la celebraci¨®n del espect¨¢culo. Entonces, los forcados portugueses abandonaron el callej¨®n, las cuadrillas plegaron sus capotes y la rejoneadora descabalg¨® de su hermosa cuadra con nueve ejemplares. Una hora de espera, en la que no hubo apenas protestas. Los taurinos que acudieron un a?o m¨¢s a Ordu?a soportaron m¨¢s de una de espera con una paciencia digna de alabanza. Unos silbidos perdidos tras el anuncio de suspensi¨®n y t¨ªmidas escenas de indignaci¨®n ante la ausencia de informaci¨®n para la devoluci¨®n de la cantidad pagada en taquilla.
Tristemente, los aficionados ya conocen este tipo de casos en otras localidades de la Pen¨ªnsula y son conocedores de que este tipo de hechos son el mayor acto de antitaurinismo. La empresa jienense Ba?os Toros presenta un escaso bagaje taurino, pero ha encadenado dos suspensiones en menos de dos meses, una en Coria del R¨ªo y otra en Ordu?a, la de Vizcaya con los actuantes vestidos de luces y el p¨²blico en los tendidos. La imagen del coche de la polic¨ªa auton¨®mica entrando en el ruedo para anunciar por su altavoz la suspensi¨®n de la corrida respondi¨® a esas escenas ca?¨ªs que parecen fechadas en otras ¨¦pocas. ?Qui¨¦n se animar¨¢ a organizar toros el pr¨®ximo a?o en Ordu?a? Y m¨¢s bien, ?qui¨¦n se animara a volver al centenario coso de la Virgen de La Antigua? Este bochornoso trance vivido pudo ser una cornada muy dif¨ªcil de sanar.
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