La joven matem¨¢tica que cre¨® un algoritmo para reducir al m¨ªnimo el desperdicio en los bancos de sangre
El 11% de los concentrados de plaquetas producidos en estas entidades caducan sin llegar a ser utilizados
En un primer momento, se sinti¨® abrumada, como una mera espectadora de lo que le ocurr¨ªa, y ha tardado unos d¨ªas en asimilar que ha ganado dos premios en apenas dos semanas por idear un algoritmo que reduce el desperdicio en los bancos de sangre. Irene Ayerra (Olite, 28 a?os), CEO y fundadora de Hemotic, ha sido galardonada en la tercera edici¨®n de los ¡°Women Startup Awards¡± ¨Dorganizados por la Asociaci¨®n Espa?ola de Startups¨D y ha recibido el Premio Emprendedora Navarra 2024, de la Asociaci¨®n de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra (Amedna). Ayerra, graduada en Matem¨¢ticas por la Universidad de Zaragoza, ha dise?ado LHEMA, un software pionero que optimiza el trabajo de los bancos de sangre.
Cuando una persona dona un litro de sangre, explica, los profesionales deben seleccionar c¨®mo la fraccionan, ¡°si hacen plaquetas, plasma o hemat¨ªes¡±. ¡°La sangre que se dona no es la sangre que se transfunde, sino que se somete a una serie de procesos, se separan los componentes y eso es lo que luego se utiliza para un paciente concreto¡±, detalla. Adem¨¢s, el banco deriva ¡°el plasma que no utilizan en el hospital a la industria fraccionadora de plasma, que lo usa para elaborar medicamentos¡±. No es sencillo decidir c¨®mo se fracciona la sangre porque el ¡°banco no sabe qu¨¦ le va a llegar ni qu¨¦ demanda va a tener el hospital¡±. La caducidad de los componentes dificulta todav¨ªa m¨¢s la decisi¨®n. Por ejemplo, cuenta, las plaquetas tienen una vida ¨²til de cinco d¨ªas, de siete si se emplea la t¨¦cnica adecuada. Luego ya no sirven.
Un informe del Ministerio de Sanidad apunta que en 2022 caduc¨® el 11% de los 274.723 concentrados de plaquetas producidas en los bancos de sangre espa?oles y que otro 2% se desech¨® por otros motivos. Como soluci¨®n, Ayerra ha ideado un algoritmo que ofrece ¡°recomendaciones al personal sanitario¡± para cubrir la demanda y enviar el m¨¢ximo plasma posible a la industria farmac¨¦utica.
Desarroll¨® la f¨®rmula en 2019, cuando cursaba el M¨¢ster en Modelizaci¨®n e Investigaci¨®n Matem¨¢tica, Estad¨ªstica y Computaci¨®n en la universidad zaragozana. Para su trabajo final de m¨¢ster, le propusieron trabajar con el Banco de Sangre y Tejidos de Arag¨®n (BSTA) con el fin de encontrar una soluci¨®n para los problemas que ten¨ªan a la hora de fraccionar la sangre donada. Una propuesta complicada porque Ayerra no sab¨ªa nada del sector: ¡°El primer d¨ªa que fui al banco sal¨ª abrumada. No sab¨ªa ni que la sangre ten¨ªa componentes. Yo soy de matem¨¢ticas, n¨²meros 100%¡±. El BSTA quiso validar su propuesta y, entonces, lleg¨® la pandemia de covid. ¡°Ve¨ªamos que funcionaba, pero tuvimos que validar que lo hiciera tambi¨¦n en casos extremos como una pandemia. Esto retras¨® un poco su puesta en marcha¡±. Desde que el BSTA lo implant¨® en 2022, los resultados son buenos: ¡°Han sacado m¨¢s plasma y eso se traduce en m¨¢s medicamentos, en una mejor cobertura de la demanda, en que ning¨²n paciente se ha quedado sin la transfusi¨®n. Adem¨¢s, mandan el producto con mayor calidad¡±.
Una vez probado con ¨¦xito, lleg¨® el siguiente paso: comercializarlo. ¡°Hay que crear un producto que se pueda vender, un software que cumpla el Esquema Nacional de Seguridad, etc.¡±. Y lo m¨¢s importante: ¡°Que sea f¨¢cil de usar. A m¨ª no me importa cargar 100 datos en un algoritmo, pero el profesional que est¨¢ ah¨ª d¨ªa a d¨ªa no va a hacerlo. As¨ª que el reto era crear algo que les supusiera el m¨ªnimo trabajo posible¡±. Esta cuesti¨®n es clave porque son los propios t¨¦cnicos los que d¨ªa a d¨ªa registran la informaci¨®n en el sistema ¡°y esto les da una recomendaci¨®n¡±. Es una orientaci¨®n para decidir qu¨¦ y cu¨¢nto producir. Eso s¨ª, ¡°puede que haya cosas que la aplicaci¨®n no contemple. Si el profesional sabe que, sin tener un factor en cuenta, te recomienda que hagas 20 plaquetas, pues tom¨¢ndolo en consideraci¨®n, puede decidir hacer 45¡å.
Para comercializarlo tuvo que crear su empresa. No se lo pens¨® dos veces: ¡°Ten¨ªa 25 a?os, mi entorno me apoyaba y la inversi¨®n que necesitaba era muy peque?a. Ten¨ªa todo a favor¡±. Para ella, al principio todo fue ¡°miedo, miedo, miedo, miedo. Me daba miedo contar lo que hac¨ªa, me daba miedo ir al cliente porque yo nunca he vendido, me daba miedo enfrentarme a una licitaci¨®n¡±. Ahora, confiesa, est¨¢ mucho m¨¢s tranquila y lo que quiere es poner su algoritmo en pr¨¢ctica en otros centros.
Que las administraciones p¨²blicas sean sus principales clientes tiene una parte negativa y otra positiva. Por un lado, reconoce que existe ¡°una primera fase mucho m¨¢s complicada por la burocracia interna¡±. Adem¨¢s, ¡°hay que presentarse a la licitaci¨®n y hay que ganarla¡±. Este proceso es especialmente duro para las startups porque tienen un tiempo y un dinero limitado, pero tiene su parte buena porque ¡°tienes un contrato para dos, tres, cuatro a?os¡±. En lo privado, no siempre existe la misma seguridad. En estos momentos, ella y su compa?ero ¨Dson dos en la empresa¨D est¨¢n ¡°negociando con muchos clientes a la vez¡±.
Por ahora, el BSTA lo aplica. No lo hace todav¨ªa el Banco de Sangre y Tejidos de Navarra. ¡°En Navarra estamos trabajando con otras cosas, pero no tienen nuestro software. La sangre no se est¨¢ gestionando de la forma m¨¢s eficiente posible ahora mismo¡±, aseguran. Este algoritmo podr¨ªa utilizarse para otros fines. ¡°Se puede trasladar a otros sistemas sanitarios donde haya datos, personas implicadas y toma de decisiones¡±. Entre ellos, por ejemplo, la gesti¨®n de las listas de espera. ¡°El m¨¦dico decide si derivar o no, con preferencia prioritaria o no prioritaria. Hay miles de decisiones, much¨ªsimos datos y personas decidiendo. Igual no es el mismo algoritmo, pero la propuesta es la misma¡±, comentan.
Adem¨¢s del ¨¢mbito sanitario, aplican su conocimiento en otras ¨¢reas. La empresa est¨¢ asentada en Olite ¨C4.000 habitantes, a 42 km de la capital navarra- y tienen muy presentes los retos a los que se enfrentan los ayuntamientos rurales. Se plantearon numerosas iniciativas, hasta que llegaron a Beire (300 habitantes). ¡°No ten¨ªan biblioteca, pero ten¨ªan una sala. No pod¨ªan poner una persona para trabajar ah¨ª porque hay d¨ªas que no va nadie¡±. As¨ª que automatizaron el proceso: ¡°Quien venga, con un programa s¨²per sencillo de s¨ª o no en una pantalla t¨¢ctil, se puede llevar un libro, puede reservar la sala para una charla, lo que sea¡±. De momento, funciona, y ya hay vecinas de m¨¢s de 90 a?os que est¨¢n utilizando la aplicaci¨®n.
El trabajo es intenso y cuentan con el asesoramiento de CEIN, el Centro Europeo de Empresas e Innovaci¨®n de Navarra. En este vivero han cuajado proyectos como el de dos de sus referentes: Adri¨¢n Jim¨¦nez, de Darwin Biomed, y Mar¨ªa Mena, de Hyssogenix. ¡°Me llevan dos, tres, cuatro a?os de ventaja y cualquier duda que tengo, les pregunto. Necesitas gente que te diga, no vayas por aqu¨ª porque yo he ido y me he estampado¡±. ¡°Un no a tiempo es mejor que estar dos a?os d¨¢ndote con una piedra¡±, sonr¨ªe Ayerra. La navarra tiene claro su mensaje: ¡°Independientemente de qui¨¦n seas y de c¨®mo seas, si tienes una buena idea y un buen planteamiento, puedes hacerlo¡±.
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