Exalumnos de Hogares Mundet reivindican el pasado de la entidad
Consideran que el programa de TV3 'Els internats de la por' no present¨® la aut¨¦ntica vida escolar de la mayor¨ªa
Un grupo de exalumnos de Hogares Mundet se encuentran cada mi¨¦rcoles en un bar de Barcelona. Han creado una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro donde hay inscritos unos doscientos, est¨¢n a punto de tener local propio y quieren ampliar sus actividades: defender la memoria de Hogares Mundet y consolidar una red solidaria de ayuda entre colegas. Estos d¨ªas el tema de conversaci¨®n dominante es el reportaje de TV3 Els internats de la por. Su presidente, Juan Hern¨¢ndez, indignado con el programa, y con quienes lo elogiamos, me invit¨® a uno de estos mi¨¦rcoles. Motivo central del encuentro: en su opini¨®n, el programa, basado en el testimonio de tres exalumnos que describ¨ªan las humillaciones, acosos y castigos que sufrieron, desfiguraba lo que fue la vida escolar all¨ª dentro para la gran mayor¨ªa de internados. En definitiva, estos exalumnos reivindican el trabajo que hicieron salesianos y monjas en Hogares Mundet.
"Yo no quer¨ªa volver a casa", explica Josefa Amador, que estuvo entre los a?os 62 y 70 y se qued¨® trabajando de monitora. Todos admiten que era un lugar con disciplina y que hab¨ªa collejas, bofetadas y castigos, sin embargo, subrayan, como pod¨ªan existir en los otros colegios de la ¨¦poca. "Una vez", recuerda Amador, "nos tuvieron a todas arrodilladas porque quer¨ªan que dij¨¦ramos quien hab¨ªa hecho un robo. No se supo nunca. Pero yo no vi malos tratos. La peor crueldad ven¨ªa de compa?eras ".
Muchos de los que estaban en la reuni¨®n, ingresados los primeros a?os de la instituci¨®n, hab¨ªan hecho el mismo camino: la Maternidad, donde nacieron, hasta los seis a?os, luego en Can Terrida y a continuaci¨®n la Casa de la Caridad. A los 10 a?os entraban en Hogares Mundet hasta los 18. Era el momento, obligado, de salir. Si no ten¨ªa ning¨²n refugio familiar, el chico pod¨ªa buscarlo en una residencia de antiguos alumnos. Todo terminaba con el servicio militar. "Entonces te ten¨ªas que espabilar", comenta uno de ellos. Un camino que no hicieron todos. A Ricardo Amador, lo envi¨® su padre, que tuvo que mover influencias para tener plaza. ?l era de la minor¨ªa de internos que pagaban una peque?a mensualidad.
No vi malos tratos. La peor crueldad ven¨ªa de compa?eras
Jes¨²s P¨¦rez era uno de los ni?os l¨ªderes en la Casa de la Caridad. "Para serlo ten¨ªas que pelearte y lo era el primero que hac¨ªa sangre al otro". A pesar de este "entorno oscuro", en la Casa de la Caridad aprendi¨® viol¨ªn y ... clarinete en los Hogares Mundet. "Me pegaron bastante porque era un tarambana, pero tambi¨¦n jugabas, te contaban narraciones¡. Y cambi¨¦ de actitud. All¨ª dentro, tuvimos m¨¢s alegr¨ªas que padecimientos ".
Uno de los asistentes, tras ser recogido por una pareja que lo explotaron ("estaba medio muerto") en su negocio familiar, fue a parar al asilo Duran, que llevaba otra orden religiosa. "Mundet era una escuela. Duran, un reformatorio. En Mundet eran educadores. All¨ª, eran vigilantes. Recuerdo amigos que sal¨ªan llorando tras pasar, solos, por el despacho de uno de estos sacerdotes. Bofetadas en el confesionario. Yo estuve sordo tres d¨ªas de una bofetada por haber dicho 'hostia'. Nada de esto me hab¨ªa pasado en Mundet. No com¨ªamos marisco, pero com¨ªamos. De Mundet, no puedo hablar mal ". A este antiguo interno, cuando estaba en el asilo Duran (actualmente la Teknon), le hicieron trabajar en un colmado. "Pero el dinero se lo quedaban ellos. No aprend¨ª ning¨²n oficio ". Los compa?eros, en cambio, explican que de Mundet salieron carpinteros, delineantes, oficiales industriales. Hay empresarios, funcionarios, m¨²sicos ... "La mayor¨ªa sal¨ªan con formaci¨®n suficiente y encontraban trabajo". Seg¨²n Hern¨¢ndez, el peor castigo en Hogares Mundet era que te enviaran al asilo Duran, el reformatorio.
En el a?o 1954, en la ceremonia de la primera piedra de los Hogares Mundet, el marqu¨¦s de Castell-Florite, el gran jerarca de la Diputaci¨®n de Barcelona, dijo " que nosotros atendemos a nuestros asilados en forma que admite parang¨®n con donde mejor se les pueda atender en el mundo ". En octubre de 1957, Franco inaugur¨® las instalaciones. Y NO-DO hizo hiperb¨®licas y reiteradas cr¨®nicas de propaganda.
En el programa de TV3, internos e internas de muy diferentes instituciones, entre ellas Hogares Mundet, explican los malos tratos y la ignominia que sufrieron. De hecho, el vicario judicial del tribunal eclesi¨¢stico de Barcelona admite que la Iglesia ha ocultado hist¨®ricamente los abusos sexuales del clero, "tolerando una situaci¨®n intolerable". Una situaci¨®n, subrayan los autores del reportaje que ha cambiado con el Papa Francisco. La asociaci¨®n de exalumnos de Hogares Mundet, sin embargo, critica que el programa sin testigos contradictorios esparce una imagen penitenciaria de la instituci¨®n que, insisten, no es justa. ¡°Hogares Mundet nunca ha sido un internado del horror ni del miedo, como as¨ª aparece en el documental¡±, concluye.
Armengou destaca que en el programa se dice que "muchos ni?os conservan un buen recuerdo de su estancia en estos centros"
Montse Armengou, coautora del reportaje, responde explicando que el documental no trataba gen¨¦ricamente la situaci¨®n de los internados en Espa?a. ¡°Se trataba de sacar a la luz abusos y maltratos silenciados hasta ahora. Si hubi¨¦ramos planteado lo primero s¨ª que habr¨ªa sido necesario incluir m¨¢s visiones". Por otra parte, destaca que en varios momentos del documental se acota el alcance de estos abusos. En un momento determinado, minuto 24,55, una voz en off explica que "muchos de aquellos ni?os conservan un buen recuerdo de su estancia en estos centros, m¨¢s en sinton¨ªa con la cara amable y caritativa que se vend¨ªa. Ciertamente, en muchos internados, la disciplina no traspas¨® nunca la l¨ªnea roja de la crueldad. Pero la frecuencia con que se practicaban los abusos es sobrecogedora".? La misma voz en off explica un poco m¨¢s tarde que ¡°no parece que existieran directrices para cometer abusos, pero tampoco hab¨ªa consecuencias para aquellos que los practicaban". Y al final se precisa que ¡°para que estos hechos salgan a la luz ha sido imprescindible la colaboraci¨®n de Hogares Mundet de Barcelona y del Colegio San Fernando de Madrid. Estos centros han dejado atr¨¢s un oscuro pasado y actualmente trabajan de manera comprometida con la sociedad".
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