Alicante busca su reinvenci¨®n a trav¨¦s del 24-M

Una oportunidad ¨²nica. El mandato m¨¢s importante. El renacimiento de la ciudad. Son frases usadas por los principales candidatos a la alcald¨ªa de Alicante. La ciudad estar¨¢, en los pr¨®ximos cuatro a?os, ante su ser o no ser. Ni siquiera lo niega el Partido Popular, que gobierna desde 1995 y cuyos dos alcaldes electos est¨¢n investigados por la justicia. ¡°Tenemos al alcance de la mano el despegue de Alicante¡±, asegura su portavoz de campa?a, Carlos Castillo.

Alicante est¨¢ herida y le cuelga la etiqueta de corrupta. La gente joven se va y en apenas cinco a?os podr¨ªa perder 50.000 ciudadanos mientras decide en qu¨¦ se quiere convertir. Sus barrios est¨¢n necesitados de atenci¨®n, inconexos unos con otros, sucios. La baja formaci¨®n de la ciudadan¨ªa amenaza incluso el futuro desarrollo de esta capital sin marca reconocible y con un paro que supera las 35.000 personas. Ni siquiera es competitiva al compararse con ciudades del resto del arco mediterr¨¢neo espa?ol.

Estas circunstancias, muchas de ellas constatables por cualquier peat¨®n cr¨ªtico que viva la ciudad en su totalidad, son reflexiones generalistas que constan en el informe de competitividad de 2012 encargado a una consultora por el Ayuntamiento. Con el documento coinciden, en parte, varios ejes program¨¢ticos de los partidos que pelear¨¢n en las urnas el pr¨®ximo 24 de mayo.

Al margen de los fuegos artificiales de toda campa?a, qu¨¦ ciudad quiere el alicantino es el debate real sobre la mesa. ¡°Alicante se juega un modelo de futuro, de qu¨¦ vivir¨¢¡±, dice Natxo Bellido, alcaldable por Comprom¨ªs, con posibilidades de estrenarse en el pleno municipal. Pocos contrincantes le contradicen: ¡°Somos la ciudad de las oportunidades perdidas¡±, sostiene Jos¨¦ Luis Cifuentes desde Ciudadanos.

Todas las candidaturas coinciden en las soluciones: m¨¢s suelo industrial, menos centros comerciales, profesionalizaci¨®n tur¨ªstica y explotaci¨®n de las condiciones climatol¨®gicas del entorno, ejercer de metr¨®polis, no vivir de espaldas a Elche, la tercera ciudad valenciana en tama?o (juntas suman unos 560.000 habitantes), etc.

La ciudad ha pasado los ¨²ltimos a?os pr¨¢cticamente descabezada. La exalcaldesa Sonia Castedo, dimitida el pasado diciembre, vivi¨® la mayor parte de la legislatura parapetada en su despacho, pendiente m¨¢s de sus imputaciones en el caso Brugal que de la gesti¨®n del municipio. Las arcas municipales est¨¢n intervenidas por el Ministerio de Hacienda. El plan urbano ha sido retirado tras 14 a?os elabor¨¢ndose y, actualmente, la Justicia investiga si fue ama?ado por Castedo y su predecesor, Luis D¨ªaz Alperi.

Habr¨ªa que echar la vista atr¨¢s 20 a?os para culpar a alguien distinto del PP sobre estas dos circunstancias capitales en cualquier urbe. El papel de la candidata popular, Asunci¨®n S¨¢nchez Zaplana, es de malabarista: ha de promocionar un programa que ofrezca garant¨ªas de futuro y al mismo tiempo conseguir que no la relacionen con los anteriores gobiernos alicantinos, en los que particip¨® desde el inicio. Lleg¨® a la pol¨ªtica de la mano de D¨ªaz Alperi.

El PP vive muchas contradicciones en Alicante. Un ejemplo paradigm¨¢tico es el proyecto para instalar uno de los mayores macrocentros comerciales de Europa y que supondr¨ªa el 74% del suelo comercial ya establecido. Esta iniciativa auspiciada por el Consell ha enervado a la mayor¨ªa de comerciantes, un caladero de votos populares en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Mientras el portavoz de campa?a dice que el PP no est¨¢ ya a favor de los centros comerciales, una promesa hecha ya en 2007, el programa de empleo del presidente valenciano Alberto Fabra apunta que ¡°potenciaremos la implantaci¨®n de Centros Comerciales Urbanos¡± en su p¨¢gina 10. Y en Alicante ya van cinco, sin contar el ¨¢rea metropolitana.

Los populares se preparan?para convivir en un h¨¢bitat desconocido como es el de la no mayor¨ªa. La campa?a local -sin apenas riesgos y de menguada financiaci¨®n para todos los participantes- est¨¢ embocando su recta final con cada vez m¨¢s gui?os entre PSOE-PSPV, Guanyar Alacant y Comprom¨ªs.

Dentro del mal menor, el PP observa la irrupci¨®n de Ciudadanos en el pleno municipal como una posible tabla de salvaci¨®n que les deje gobernar de ser la opci¨®n m¨¢s votada, que en el caso de UPyD podr¨ªa suponer su salida del consistorio. El diagn¨®stico sobre el futuro de la ciudad del ¨²nico concejal magenta, Fernando Llopis, es tajante y bien podr¨ªa ser el suyo: ¡°Los alicantinos estamos frente los cuatro a?os m¨¢s vitales de nuestra historia, nos jugamos el futuro o el ostracismo. Se requerir¨¢n pactos responsables¡±.