La ciudad del caos mediterr¨¢neo
Ciutadans parece dispuesta a escuchar todas las propuestas urban¨ªsticas para Barcelona, vengan de donde vengan
Ciutadans no pretende entrar en el consistorio para presentar una enmienda a la totalidad del modelo urbano existente. La candidatura de Carina Mej¨ªas m¨¢s bien parece dispuesta a escuchar todas las propuestas urban¨ªsticas, vengan de donde vengan, siempre que sean razonables y ayuden a equilibrar Barcelona. Dicen sentirse a gusto en el caos propio de una ciudad mediterr¨¢nea, a¨²n sabiendo que obliga a relacionarse permanentemente con el conflicto; quieren gestionarlo para evitar, justamente, que el caos se adue?e de la ciudad.
En su imaginario, conviven proyectos concretos y modestos, del tipo elaboraci¨®n de un censo de solares vac¨ªos para incentivar su entrada en el mercado inmobiliario, con una predisposici¨®n a impulsar obras complejas y presumiblemente pol¨¦micas, como el soterramiento de V¨ªa Laietana, la Meridiana o la calle Urgell. Los asesores de Ciutadans acarician la idea de construir, a medio plazo, t¨²neles para la circulaci¨®n subterr¨¢nea en las grandes v¨ªas urbanas, no s¨®lo como un factor de mejora de la movilidad interior de la ciudad, sino como elemento clave para generar superficies p¨²blicas susceptibles de ser destinadas a espacio verde.
El desequilibrio verde entre los diferentes distritos es considerado uno de los d¨¦ficits m¨¢s graves de la ciudad; lo quieren combatir de forma prioritaria, con especial atenci¨®n en el Eixample, donde la ratio de metros cuadrados por persona es de 1.80, muy lejos de los 10m2 por persona aconsejados por la OMS. Creen que las medidas emprendidas para recuperar los interiores de las manzanas han fracasado. Est¨¢n de acuerdo con la autorizaci¨®n de una sexta planta en los inmuebles para compensar la edificaci¨®n interior perdida; sin embargo, la ven como una iniciativa de resultados limitados, por eso apoyar¨ªan la construcci¨®n de t¨²neles y soterramientos en general para ganar en parques y jardines. De hecho, dicen, es lo que se est¨¢ haciendo en Gl¨°ries, copiar la soluci¨®n aplicada hace muchos a?os en la plaza de Espa?a, pero con m¨¢s ambici¨®n.
No nos da miedo entrar en ning¨²n proyecto, siempre que valga la pena. Este podr¨ªa ser su eslogan urban¨ªstico. Aunque como salvaguarda, proponen que las grandes obras deban obtener el aval de los vecinos, seg¨²n sea su escala de influencia, a nivel de ciudad, de distrito o de barrio. En esta l¨ªnea, dar¨ªan su apoyo a recuperaci¨®n de la perspectiva original de la Sagrada Familia, seg¨²n la dibuj¨® Gaud¨ª, la plaza estrellada, aunque ello implique abordar la demolici¨®n de diversas manzanas de edificios, siempre que el proyecto se desarrolle sin prisas y sin traumas.
Hoteles, apartamentos tur¨ªsticos, terrazas o centros comerciales forman parte, a su juicio, del caos propio de la ciudad que hay que gestionar con planes de ordenaci¨®n pero sin apagar la chispa mediterr¨¢nea. En todo caso, buscando una cierta coherencia. Si queremos ser una ciudad tur¨ªstica, dicen, no se puede cerrar el mes de agosto; de la misma forma que si la ciudad necesita nuevos hoteles no puede ser que lo decidan los hoteleros por el simple hecho de no disponer de un estudio o ordenamiento, salvo en Ciutat Vella, sobre las posibles ubicaciones. Su razonamiento sobre la casu¨ªstica de contradicciones evidentes y aparentemente f¨¢ciles de abordar les lleva de la cuesti¨®n de la ciudad sostenible y las emisiones contaminantes al puerto y a los cruceros, fuente de turismo y grandes agentes contaminadores de Barcelona. Entienden que el problema disminuir¨ªa en buena medida con solo ofrecerles una conexi¨®n el¨¦ctrica est¨¢ndar que les permitiera parar los motores mientras est¨¢n amarrados.
Su cat¨¢logo de propuestas abarca tambi¨¦n alg¨²n cambio de modelo, concretamente en el ¨¢mbito de la vivienda, tanto para la de propiedad como para la de alquiler. Su planteamiento general arranca de la voluntad de evitar pol¨ªticas restrictivas que frenen el crecimiento urban¨ªstico y disparen de nuevo los precios; a partir de este punto, son partidarios de explorar nuevas formas de propiedad, desde las cooperativas, a los servicios compartidos o la cesi¨®n del suelo. Su apuesta preferente es la creaci¨®n de un parque de vivienda de alquiler asequible, impulsado y controlado desde el ayuntamiento, a partir de las cesiones obligatorias de suelo y la negociaci¨®n con los bancos, que permita poder ofrecer un piso a todos aquellos que lo necesiten y hacerlo en funci¨®n de su edad. Esto implicar¨ªa introducir el factor de la movilidad en la gesti¨®n del parque inmobiliario: los inquilinos ir¨ªan cambiando de piso en funci¨®n de las diferentes etapas de la vida.
La ¨²nica enmienda a la totalidad es al car¨¢cter metropolitano de la ciudad, por defecto y timidez de la actual ¨¢rea metropolitana. Ciutadans quiere una Barcelona capital de la regi¨®n metropolitana, institucionalizada como tal, abarcando una corona territorial con un radio de 60 o 70 kil¨®metros, desde Blanes a Vilanova i la Geltr¨² y hasta Igualada y Manresa, con una poblaci¨®n de 5,2 millones de habitantes. Al estilo de Par¨ªs y la ?lle de France y con plena conciencia de que este concepto chocar¨¢ con toda seguridad con la idea de la Catalunya-naci¨®n, como ya ocurri¨® con la Corporaci¨®n Metropolitana de Barcelona, y con el equilibrio noucentista de la Catalunya-ciutat. Creen que es el estatus m¨¢s adecuado para Barcelona, la dimensi¨®n m¨¢s ajustada a las infraestructuras que necesita y la propuesta que m¨¢s beneficios aportar¨ªa al conjunto de la regi¨®n, desde la planificaci¨®n urban¨ªstica a las comunicaciones.
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