Unas elecciones de fin de ciclo

Ninguno de los partidos que concurren a las elecciones que se celebran este domingo a Cortes Valencianas prev¨¦ que el PP pueda reeditar la mayor¨ªa absoluta con la que ha contado desde 1999 sin interrupci¨®n. Son unas elecciones de fin de ciclo, marcadas por la aparici¨®n de nuevas fuerzas emergentes y una composici¨®n del Parlamento que, previsiblemente, estar¨¢ integrado por siete grupos pol¨ªticos en vez de los cinco actuales. La decisi¨®n est¨¢ ahora en las manos de 3,6 millones de valencianos que elegir¨¢n un total de 99 diputados a Cortes Valencianas y a los ediles de 542 municipios.

El PP, que ha dirigido la Comunidad Valenciana desde 1995, y algunos de los principales ayuntamientos como el de Valencia desde 1991, es consciente de que el fen¨®meno de la corrupci¨®n, los recortes aplicados y el aumento de las desigualdades durante la crisis econ¨®mica son una carga muy pesada. Una carga que el presidente de la Generalitat en funciones y candidato del PP, Alberto Fabra, ha tratado de compensar apartando de su entorno a los cargos implicados en casos de corrupci¨®n y evitando la quiebra de los principales servicios p¨²blicos de la Administraci¨®n valenciana.

Consciente de que la mayor¨ªa absoluta quedar¨¢ lejos, Fabra ha evitado colisionar durante la campa?a electoral con Ciudadanos, el partido de Albert Rivera y Carolina Punset que, si la aritm¨¦tica lo permite, podr¨ªa convertirse en la muleta imprescindible para seguir al frente de la Generalitat. Los populares acuden hoy a las urnas pensando en t¨¦rminos de derecha e izquierda y, sin duda alguna, colocan a Ciudadanos dentro de su espectro ideol¨®gico. En el entorno de Fabra explican que su programa electoral se parece, casi como una gota de agua a otra, al de Ciudadanos y que las medidas de regeneraci¨®n de democr¨¢tica que proponen pueden ser asumibles.

Para el PSPV-PSOE de Ximo Puig las cuentas son otras. Por un lado, los socialistas no descartan que las urnas arrojen una mayor¨ªa amplia de izquierdas, con Comprom¨ªs, Esquerra Unida y Podemos, con posibles combinaciones que, seg¨²n sus c¨¢lculos, no alterar¨¢n el hecho de que el PSPV sea el partido m¨¢s votado por los progresistas. Por otro, Puig es reacio a atribuir a Ciudadanos el rol de muleta del PP y considera que el car¨¢cter centrista del partido de Rivera y la lacra de corrupci¨®n del PP valenciano pueden posibilitar, cuanto menos, una abstenci¨®n a favor del recambio en el Gobierno de la Generalitat.

Para Ciudadanos y Podemos las elecciones valencianas son un paso m¨¢s hacia las generales. Ambas fuerzas aseguran que su aspiraci¨®n es ser el partido hegem¨®nico tras el recuento de las urnas, aunque saben que su fortaleza depender¨¢ de c¨®mo puedan condicionar el tablero pol¨ªtico en las Cortes Valencianas. En lo que s¨ª parecen coincidir es en la necesidad de cambiar el sistema electoral para suprimir la barrera electoral del 5% y en introducir medidas de transparencia y regeneraci¨®n democr¨¢tica. A partir de ah¨ª las coincidencias empiezan a difuminarse.

Comprom¨ªs, consciente de que ha aguantado los envites de las fuerzas emergentes, ha jugado con el liderazgo de su candidata, M¨°nica Oltra, el m¨¢s valorado en todos los sondeos, y la mayor implantaci¨®n municipal de su reciente historia. Sobre esos dos vectores y una campa?a realizada a pie de obra, Comprom¨ªs aspira a volver a dar la sorpresa, como ya lo hizo en 2011 cuando los sondeos no le otorgaban los seis esca?os que obtuvo, y situarse en disposici¨®n de colocarse en el v¨¦rtice de la nueva geometr¨ªa variable que se instalar¨¢ en las Cortes Valencianas.

Para Esquerra Unida y su candidato Ignacio Blanco las elecciones del 24 de mayo volver¨¢n a ser unos comicios de infarto, pendientes de la participaci¨®n y de si superan la temida barrera electoral del 5% de los votos emitidos en toda la Comunidad Valenciana. En su contra juega la aparici¨®n de Val¨¨ncia en Com¨², la marca blanca de Podemos que le puede restar unos apoyos necesarios para el c¨®mputo total en la capital,y a favor tiene el haber capitaneado el dipugate, los esc¨¢ndalos relacionados con las grabaciones que Marcos Benavent realiz¨® con el presidente de la Diputaci¨®n de Valencia, Alfonso Rus, y otros cargos del PP en relaci¨®n con el supuesto cobro de comisiones a distintas empresas.

En cualquier caso, la decisi¨®n de la futura composici¨®n del Parlamento valenciano est¨¢ ya en manos de unos ciudadanos que, tradicionalmente, han participado en la Comunidad Valenciana de forma masiva en las votaciones, con porcentajes cercanos al 70%, y que hoy eligen a sus representantes.