Dos ayuntamientos gallegos tendr¨¢n gobiernos sin oposici¨®n
El PP en As Somozas y un partido nacionalista en Vilar de Santos logran mayor¨ªas absolut¨ªsimas sin ediles enfrente
Que las matem¨¢ticas son caprichosas y que cada voto cuenta, no es una forma de hablar. Cuatro papeletas de ventaja fue lo que aup¨® a la Marea Atl¨¢ntica de A Coru?a como la lista m¨¢s votada por delante del PP en un recuento de infarto y atornilla su legitimidad para armar gobierno en la ciudad herculina y desalojar a Carlos Negreira.
El repaso a la aritm¨¦tica electoral que dej¨® el pasado domingo en los 314 ayuntamientos gallegos destapa otros casos singulares de dos gobiernos que no tendr¨¢n a ning¨²n concejal sentado en el banquillo de la oposici¨®n. Paradojas de la democracia, por mandato popular ser¨¢ un ¨²nico partido el que ocupe todos los esca?os de la corporaci¨®n local con una mayor¨ªa tan absoluta que no tendr¨¢n nada ni nadie con quien discutir en los plenos. Son los casos de As Somozas, en A Coru?a, y Vilar de Santos, en Ourense.
El primero es un municipio interior y rural de la provincia con 1.087 vecinos en edad de votar que, llueva o truene, funciona como el invernadero perenne del Partido Popular. Se conoce como la capital gallega del reciclaje porque el anterior regidor, Manuel Candocia, ¨ªntimo amigo de Manuel Fraga y alcalde a pi?¨®n fijo desde 1979 hasta su muerte, se invent¨® un pol¨ªgono industrial al que se asomaron empresas como Gamesa o Sogarisa, que recicl¨® el fuel naufragado del Prestige, entre otros residuos de todo tipo. Candocia, adscrito al sector de la boina galaica y al que nadie discut¨ªa en toda la localidad, falleci¨® repentinamente en enero del 2014 mientras ve¨ªa un partido de f¨²tbol del conjunto local, que tambi¨¦n presid¨ªa. Su sucesor, Juan Alonso Tembr¨¢s, no ha tenido grandes problemas para amarrar otra mayor¨ªa total. Logr¨® 717 votos frente a los 98 que sumaron sus rivales. Esta legislatura no tendr¨¢ oposici¨®n ni de forma testimonial en un ayuntamiento donde los sindicatos no est¨¢n bien vistos y PsdeG y BNG tienen que recurrir, muchas veces, a vecinos de otras localidades para cuajar listas porque pocos locales se atreven a ponerse en el disparadero electoral contra el PP .
En Vilar de Santos (Ourense) fue el PP el que se qued¨® a 8 votos de sentar a un ¨²nico edil como oposici¨®n a los siete que logr¨® Compromiso por Galicia-Concellos Transparentes, con el actual regidor, Xan Jard¨®n a la cabeza.
Ya en 2011, Jard¨®n, entonces bajo las siglas del BNG, logr¨® ser el alcalde m¨¢s votado de Galicia con el 86,4% de los votos y gobern¨® cuatro a?os sin rival. Cambi¨® de partido para las locales del domingo y arrastr¨® a todos sus votantes para repetir con el 86,7% en una localidad donde el censo de electores suma 816 personas.
Otras dos localidades ourensanas que durante la pasada legislatura carec¨ªan de oposici¨®n han mudado su escenario. Son Os Esgos, que pas¨® de los 9 absolutos del PP a ceder un edil al PSOE el 24M, y Mu¨ª?os, donde entran dos concejales socialistas para hacer oposici¨®n al gobierno popular.
Un s¨®lo voto fue lo que le falt¨® al PSOE en Caldas (Pontevedra) para sumar un edil m¨¢s y amarrar la mayor¨ªa absoluta. Esa ansiada papeleta no cay¨® en la urna y les obliga a buscarse un socio para frenar al PP. Otros ejemplos de como una sola papeleta puede marcar la diferencia se cuentan en A Capela, que deja fuera del consistorio a los nacionalistas gallegos (BNG), o Ribeira, tambi¨¦n en la provincia de A Coru?a, que supon¨ªa el empate a concejales entre PSOE y BNG.
Esta exigua diferencia, un s¨®lo voto, tuvo otras r¨¦plicas en Ponte Caldelas, Mondariz, A Teixeira o Parada del Sil.
Entre los casos singulares de la orograf¨ªa electoral gallega est¨¢ el municipio de Avi¨®n (Ourense), donde la abstenci¨®n (52%) fue m¨¢s alta que la participaci¨®n (47%) el 24M, y la mayor¨ªa fue, como siempre incuestionable, para el PP: diez ediles de 11 posibles.
Esta misma localidad fue elegida por los nacionalistas del BNG como ejemplo del caciquismo galaico que colea en muchos municipios gallegos en general, y en la provincia de Ourense, muy en particular. Para tratar de probarlo, el l¨ªder del Bloque, Xavier Vence, se puso al frente de una candidatura simb¨®lica que s¨®lo cosech¨® 31 votos.
En la misma provincia queda el caso de una mujer, Otilia L¨®pez, en el cargo desde 1975, que ha perdido la mayor¨ªa despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas de gobiernos ininterrumpidos en Ramir¨¢s bajo el paraguas del PP. Se present¨®, posiblemente por ¨²ltima vez, a la Alcald¨ªa con su sobrino acomodado en el n¨²mero dos de la lista como probable recambio. Una alianza entre PSOE y BNG frustar¨ªa sus planes de legarle el poder, al m¨¢s puro estilo din¨¢stico que acu?aron los Baltar.
El trasiego de votos del domingo tambi¨¦n ha mudado el color pol¨ªtico de alcald¨ªas gallegas que no se hab¨ªan movido desde 1979, como Cerdido, en A Coru?a, en manos del PP las ¨²ltimas 9 legislaturas y que se visti¨® inesperadamente, de rojo.
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