Las regiones se unen contra el cambio clim¨¢tico

Se acerca la Cumbre del Clima de Par¨ªs, en la que las principales potencias buscaran un acuerdo que sustituya al protocolo de Kioto. Sin embargo, las canciller¨ªas no son los ¨²nicos actores que preparan el terreno para un nuevo pacto contra el cambio clim¨¢tico. Un total de 14 regiones, bajo el paraguas del Grupo de Trabajo del Clima y los Bosques (GCF, en sus siglas en ingl¨¦s), se han comprometido a reducir en un 80% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Entre ellas se encuentran Gobiernos aut¨®nomos de Europa (Catalu?a); Am¨¦rica del Norte (California, en Estados Unidos) y del Sur (Acre, en Brasil). A ellos se unieron ayer el estado mexicano de Chiapas y el de Cross River, en Nigeria, durante la celebraci¨®n del encuentro anual del GCF en la Casa Mil¨¤ de Barcelona.

La conferencia, que concluye hoy, ayudar¨¢ a pavimentar el camino hacia el nuevo pacto global contra el cambio clim¨¢tico. ¡°La idea es ir creando complicidades pol¨ªticas a nivel subestatal para generar mayor capacidad de presi¨®n [a los Gobiernos centrales, que negociaran el acuerdo]¡±, explica Manuel Manonelles, director general de asuntos multilaterales y europeos de la Generalitat. La red, adem¨¢s, ayuda a que todos los participantes aprendan los unos de los otros c¨®mo gestionar las ¨¢reas forestales, asegura Manonelles: ¡°Ellos [las otras regiones] piden cooperaci¨®n t¨¦cnica. Hay una transferencia de buenas pr¨¢cticas en todas las direcciones¡±.

Otro objetivo del GCF es la lucha contra la deforestaci¨®n de los bosques. Por este motivo, las 32 regiones que participan en el Grupo han firmado la Declaraci¨®n de R¨ªo Branco en la localidad brasile?a de Acre. Ocho de ellos signaron ayer este compromiso, que conlleva una reducci¨®n del 80% en la superficie deforestada de aqu¨ª a 2020. David Alejandro Solano, director de Asuntos Internacionales del Centro Tecnol¨®gico Forestal de Catalu?a, cree que el pacto ayudar¨¢ a que los miembros del GCF se sumen al acuerdo para reducir las emisiones de di¨®xido de carbono, que ayudar¨¢ a ¡°reducir en dos grados el aumento de la temperatura mundial¡±, asegura.

Sin embargo, parte de los territorios que forman parte del Grupo de Trabajo pertenecen a econom¨ªas en desarrollo. Y, para frenar la deforestaci¨®n de sus territorios, reclaman el apoyo econ¨®mico del primer mundo. Es el caso, por ejemplo, del Departamento de Ucayali, en Per¨². Como otros territorios del pa¨ªs andino, contiene grandes extensiones de selva amaz¨®nica. ¡°Diez millones de hect¨¢reas, de las que uno y medio han sido deforestadas¡±, explica su gobernador, Manuel Gambini.

La mayor parte del territorio talado, un mill¨®n de hect¨¢reas, se dedica al cultivo ¡°de la palma, el banano, el caf¨¦ y la ganader¨ªa¡±, explica Gambini. Para evitar que se siga cortando la foresta, el gobernador de Ucayali reclama el apoyo econ¨®mico de ¡°grandes empresas y pa¨ªses ricos¡±. Asegura que los donativos ayudar¨¢n al ejecutivo a desarrollar una econom¨ªa sostenible en las zonas forestales. Y, con ello, a evitar que la poblaci¨®n local se vea obligada a deforestar los ¡°ocho millones y medio de hect¨¢reas de selva¡± de la regi¨®n. ¡°Queremos dedicarnos a cosechar madera. Tambi¨¦n a la actividad pisc¨ªcola. Si se paga bien a la poblaci¨®n, no talar¨¢ m¨¢s ¨¢rboles¡±, resume el pol¨ªtico peruano.

Las 32 regiones que participan en el Grupo se comprometer a reducir en un 80% la deforestaci¨®n de sus bosques para 2020

De momento, en este punto la cumbre celebrada en Barcelona ya ha cosechado un primer triunfo: Noruega se ha comprometido a donar 200 millones de coronas (22,7 millones de euros) a los fondos del GCF. La organizaci¨®n dedicar¨¢ estos recursos a ayudar a los pa¨ªses miembros a reducir la desforestaci¨®n de sus ¨¢reas forestales.

?Afronta Catalu?a el riesgo de la deforestaci¨®n? Solano cree que s¨ª. ¡°No es lo mismo que en otras regiones del mundo, donde se tumban bosques para la agricultura, pero s¨ª nos afectan los incendios. Nuestro problema es de gesti¨®n de los bosques¡±. Para mejorar el cuidado de las zonas forestales, apunta a que la clave se encuentra en ¡°hacer rentable la inversi¨®n en ellas¡± a trav¨¦s de actividades como la explotaci¨®n de la biomasa.