Alfonso, Kattoor y Mohamed ya tienen derecho a una vivienda en alquiler
La oposici¨®n impone al Gobierno de I?igo Urkullu la nueva ley que convierte la vivienda en alquiler en un derecho subjetivo y exigible en los tribunales
Alfonso R. de S. ha so?ado varias veces con lo que esta ma?ana ha sucedido en el Parlamento vasco. Lleva m¨¢s de tres apuntado en las listas oficiales como demandante de vivienda y dos siguiendo los debates parlamentarios. Esta ma?ana contaba emocionado junto a otros compa?eros de STOP Desahucios, en Vitoria, que todav¨ªa no se cree que en unos meses podr¨¢ reclamar ante la administraci¨®n vasca, y si no se la conceden ante los tribunales, una vivienda en alquiler.? El PSE, EH Bildu y UPyD acababan de aprobar la primera ley auton¨®mica espa?ola que ofrece a los ciudadanos una vivienda en alquiler como un derecho subjetivo, y los miembros de la plataforma gritaban en el interior y en el exterior del Parlamento: "S¨ª se puede, s¨ª se puede".
La nueva ley nace con el objetivo de cambiar el ciclo. Si hasta 2007? tener una vivienda en propiedad era el sue?o de todo ciudadano y adem¨¢s el gran negocio de los bancos y cajas que concedieron dinero hasta el estallido de la burbuja, a sabiendas de que endeudaban a las familias por encima del 70% e incluso del 80% de sus rentas disponibles, a partir de ahora el Gobierno vasco va a centrar el 100% de su pol¨ªtica de vivienda a la de alquiler. El consejero de Empleo y Pol¨ªticas Sociales, ?ngel To?a, ha dicho nada m¨¢s aprobarse el nuevo texto que "hacemos nuestra la ley, pero habr¨¢ que hacer algunos ajustes, para que sea aplicable y no se quede en papel mojado". To?a, consciente de que la oposici¨®n le ha marcado una hoja de ruta que ni ¨¦l ni el lehendakari, I?igo Urkullu, comparten, ha precisado que la nueva ley obliga a hacer unas dotaciones presupuestarias adicionales de entre 60 y 80 millones anuales.?
Alfonso vive con su
Alfonso R. S. no es vitoriano, y en realidad no se llama as¨ª, aunque es espa?ol, pero prefiere presentarse de esa manera porque todav¨ªa desconf¨ªa de que, despu¨¦s de las pol¨¦micas que se han producido en Vitoria, cuando el ya exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, del PP, defend¨ªa el endurecimiento de las condiciones de acceso a la Renta de Garant¨ªa de Ingresos para los m¨¢s desfavorecidos, pueda entrar en alg¨²n tipo de lista negra. Alfonso, como los m¨¢s de 52.000 demandantes de vivienda vascos registrados en el Gobierno vasco, de los que solo 12.500 quieren vivienda en propiedad, vive con su pareja y dos hijos, en un peque?o piso junto a otro matrimonio. Es uno de los que, seg¨²n la nueva Ley de Vivienda, podr¨¢ ejercitar su derecho al d¨ªa siguiente de su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Pa¨ªs Vasco. Gana menos de 15.000 euros y son tres miembros en la unidad convivencial, es decir, cumple las condiciones. El segundo a?o a partir de la publicaci¨®n de la ley, podr¨¢n reclamar un piso de alquiler las unidades de dos miembros y con unos ingresos m¨¢ximos de 12.000 euros, y el tercero las monoparentales con menos de 9.000.
El portavoz de Stop Desahucios de Vitoria, Arturo Val del Olmo ha defendido el texto detr¨¢s de una pancarta en la que criticaban los 3 desahucios diarios que ha habido en Euskadi en 2014.? En su opini¨®n despu¨¦s de la presi¨®n de numerosas organizaciones sociales Euskadi empieza una batalla contra los desahucios, a trav¨¦s de la previsi¨®n de expropiar el uso de los pisos en poder de los bancos, aunque solo como una excepci¨®n cuando la administraci¨®n no pueda ofrecer al necesitado una alternativa. Precisamente la expropiaci¨®n del uso podr¨ªa llevar al Gobierno de Espa?a a recurrir parcialmente la norma ante el Tribunal Constitucional y, en especial, despu¨¦s de que este ¨®rgano judicial tumbara en mayo el decreto de la Junta de Andaluc¨ªa que regulaba la expropiaci¨®n del uso de las viviendas vac¨ªas de las entidades bancarias. La resoluci¨®n, que limita la posibilidad de regular la expropiaci¨®n al Estado, no fue adoptada por unanimidad y tuvo el voto particular de cuatro magistrados. El Pa¨ªs Vasco tambi¨¦n ha incluido el derecho de tanteo y retracto para comprar los pisos y evitar los desahucios, en caso de que vayan a producirse.
Kattoor lleva inscrito en Etxebide desde julio de 2008. No le han llamado
La ley vasca intenta movilizar la vivienda vac¨ªa a trav¨¦s de medidas como el alquiler forzoso o el canon de viviendas vac¨ªas, aunque para empezar a cobrarlo habr¨¢ que configurar primero el registro p¨²blico y despu¨¦s, que pasen dos a?os para considerarlas as¨ª. Ese canon anual ser¨¢ de 10 euros por metros cuadrado, y se incrementar¨¢ un 10% anual hasta un tope de tres veces el canon inicial, mientras permanezca sin usar ni alquilar. Adem¨¢s, el Gobierno vasco deber¨¢ de orientar toda su pol¨ªtica de vivienda hacia el alquiler. Seg¨²n algunos datos hay 91.000 viviendas vac¨ªas en Euskadi de las que m¨¢s de 40.000 podr¨ªan ser movilizables. Una cifra que coincide con los demandantes inscritos en los registros oficiales.? Kattoor lleva m¨¢s de quince a?os en Vitoria. Lleva inscrito desde julio de 2008 en el registro oficial del Gobierno vasco denominado Etxebide y todav¨ªa no le han ofrecido ninguna vivienda p¨²blica. Vive de alquiler en un piso y como tantos, alterna periodos de trabajo con el salario p¨²blico, (la Renta de Garant¨ªa de Ingresos), que tambi¨¦n es un derecho subjetivo.
La nueva ley quiere centralizar todos los organismos p¨²blicos que median en la vivienda, en uno solo, que coordine todas las administraciones publicas precisamente con el objetivo de evitar duplicidades e ineficiencias. "Espero que funcione", asegura Mohamed, uno de los miembros de SOS Racismo que estaban en la concentraci¨®n de STOP Desahucios, sobre todo porque la vivienda es una necesidad. ?l vive en una vivienda de alquiler del Gobierno vasco, y paga el 30% de su renta bruta. Ahora podr¨¢ rebajarla al 15% de su renta disponible. La nueva ley fija que las cuotas para el pago del alquiler nunca podr¨¢n sobrepasar el 30% de la ¡°renta disponible¡± de cada unidad familiar, o el 15% sin los ingresos son inferiores al Salario M¨ªnimo Interprofesional.
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