Confusi¨®n interesada
Boi Ruiz dice que no privatiza la sanidad, pero eso es justamente lo que hace cuando proporciona dinero y recursos p¨²blicos a entidades privadas para que hagan negocio
No hay privatizaci¨®n en la sanidad p¨²blica, se juega a la confusi¨®n. Este es el mensaje de Boi Ruiz defendi¨® en el pleno monogr¨¢fico sobre salud del Parlament de Catalu?a, donde tambi¨¦n lleg¨® a decir que no hay corrupci¨®n en el sistema sanitario catal¨¢n y que casos como el de Innova en Reus son responsabilidad del Ayuntamiento y del consejo de administraci¨®n de aquella empresa. Seg¨²n Ruiz, el Departamento de Salut y sus pol¨ªticas no tienen nada que ver.
Una vez m¨¢s se utiliza el lenguaje de forma perversa para decir mentiras encubiertas y evitar que se ponga en cuesti¨®n el modelo. Cuando Boi Ruiz afirma que ¨¦l no ha privatizado nada quiere decir que todav¨ªa no ha vendido el Hospital p¨²blico de la Vall d'Hebr¨®n a una empresa privada, por ejemplo. Pero nosotros le damos un significado m¨¢s completo a la palabra privatizar. Privatizar en sanidad es proporcionar recursos p¨²blicos a entidades privadas con ¨¢nimo de lucro con el fin de que presten servicios sanitarios asistenciales que se tendr¨ªan que dar en equipamientos p¨²blicos. Privatizar la sanidad p¨²blica es poner los recursos a disposici¨®n de unos accionistas para que hagan negocios, o de determinados profesionales, es decir, mercantilitzar la asistencia.
Hablamos de las derivaciones de pacientes. Estos enfermos no se pueden tratar en los servicios p¨²blicos por culpa de los recortes presupuestarios. As¨ª se produce la decisi¨®n pol¨ªtica de remitir pacientes a centros privados, que hacen negocio con nuestro dinero. S¨®lo en Barcelona ciudad, en 2014 el presupuesto de los hospitales p¨²blicos se hab¨ªa recortado un 16%. En esta situaci¨®n de precariedad provocada por el propio gobierno, es el propio gobierno el que ordena derivar a 4.000 pacientes ¡ªque habr¨ªan podido ser operados en los hospitales de Vall de Hebr¨®n, del Mar, Sant Pau o Cl¨ªnic¡ª a un hospital de Barcelona propiedad de una multinacional privada con ¨¢nimo de lucro, aumentando as¨ª el dinero p¨²blico que recibe a trav¨¦s del concierto. Si esto no es privatizar los recursos p¨²blicos, Boi Ruiz tendr¨ªa que volver a empezar los estudios de primaria.
Dentro del modelo catal¨¢n p¨²blico/privado no han trascendido casos de corrupci¨®n (lucros il¨ªcitos de personas o de empresas) en el ¨¢mbito del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), que es de propiedad y gesti¨®n p¨²blica y est¨¢ sometido al derecho p¨²blico y a controles exhaustivos. Por el contrario s¨ª nos hemos encontrado con casos de corrupci¨®n o mala gesti¨®n del dinero p¨²blico en el 30% de los hospitales concertados (gestionados por fundaciones, consorcios y empresas), que se rigen por el derecho privado y que no tienen tantos controles, reglamentos e intervenciones como los p¨²blicos. Medios de comunicaci¨®n alternativos como Caf¨¨ambllet y SICOM, alguna prensa mayoritaria, varios pol¨ªticos y la propia Sindicatura de Cuentas han dado a conocer hechos escandalosos en 17 de las 53 entidades concertadas. Y eso es solo lo que conocemos. Tenemos, pues, casi un tercio de toda la actividad sanitaria concertada bajo sospecha.
Ante esta realidad, el consejero osa decir que no hay corrupci¨®n en el modelo, que se trata de responsabilidades puntuales de cada empresa, entidad o consejo de administraci¨®n. Nosotros decimos el consejero es el responsable de vigilar qu¨¦ se hace con nuestro dinero. La corrupci¨®n en el sistema sanitario catal¨¢n no es un accidente. La corrupci¨®n y las cosas mal hechas son elementos estructurales. Es el sistema basado en el derecho privado, con muy pocos controles, amiguismo e interferencias pol¨ªticas y econ¨®micas. Es el modelo el que est¨¢ enfermo.
Ahora, el gobierno de Catalu?a quiere romper el ICS, la principal estructura de Estado que tenemos, con m¨¢s de 42.000 trabajadores antes de los recortes, que gestiona siete de los grandes hospitales y la mayor parte de la atenci¨®n primaria. Quiere manos libres para externalizar y mercantilizar fragmentos del ICS en todo el territorio, creando consorcios sometidos al derecho privado, con la excusa ¡ªotra perversi¨®n del lenguaje¡ª de hacer sinergias y ganar en eficiencia, como si esto no lo pudiera hacer el ICS. Ya hay proyectos para convertir en consorcio la red sanitaria de Lleida o el Cl¨ªnic de Barcelona, y se est¨¢n haciendo planes funcionales o estrat¨¦gicos en Tarragona y en Girona para poder tener menos control p¨²blico, menos transparencia. Y tambi¨¦n permitir que se haga actividad privada en los centros p¨²blicos, estableciendo dobles puertas de entrada, como un paso m¨¢s en el proceso de la privatizaci¨®n encubierta.
No nos van a enga?ar. Defendemos los derechos de los ciudadanos y ciudadanas de Catalu?a, el derecho a la salud en un sistema sanitario totalmente p¨²blico, sin concesiones al lucro privado, universal, equitativo, eficiente y de calidad. Defendemos, en el proceso constituyente que nos espera, el derecho a decidir sobre nuestro sistema sanitario pasando por encima de los blindajes programados por determinados partidos, por mayoritarios que sean en estos momentos.
Firman este art¨ªculo Pep Mart¨ª, Enric Feliu y Ram¨®n Serna, miembros de la Marea Blanca de Catalu?a
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