Victoria nacionalista
La ciudadan¨ªa griega le hizo un rotundo corte de mangas al 'diktat' de la UE. Y no parece que Grecia vague por el espacio sin reconocimiento ni anclaje, como algunos vaticinaron
D¨ªa 28 de octubre de 1940. Celoso de los fulgurantes ¨¦xitos militares que su aliado Adolf Hitler ha cosechado durante el semestre anterior en Europa occidental, Benito Mussolini acent¨²a sus apetencias de hegemon¨ªa balc¨¢nica y env¨ªa a Atenas un ultim¨¢tum: en el plazo de 6 horas y en prenda de su neutralidad, Grecia debe autorizar al ej¨¦rcito italiano a adentrarse en el pa¨ªs heleno y ocupar ¡°defensivamente¡± los puntos estrat¨¦gicos que crea necesarios, sobre todo en la costa j¨®nica.
El receptor del mensaje de Roma es el general Ioannis Metax¨¢s, quien con la bendici¨®n del rey Jorge II ha instaurado en 1936 una dictadura fascistizante que pretende impulsar la llamada Tercera Civilizaci¨®n Hel¨¦nica sobre un pa¨ªs arcaico, endeudado y hambriento: el PNB por habitante es un 10% del brit¨¢nico, y las calor¨ªas disponibles para un griego apenas alcanzan el 25% de las que puede consumir un ingl¨¦s... Y, sin embargo, el dictador Metax¨¢s responde al Duce con un NO rotundo, respaldado por la sociedad griega en bloque, incluyendo a los perseguidos comunistas del KKE. Todav¨ªa hoy, el 28 de octubre (el Ep¨¦tios tu Oji o Aniversario del No) es fiesta nacional en Grecia, y sin duda a ¨¦l se refer¨ªa Alexis Tsipras en su arenga final del pasado viernes en Syntagma, cuando inst¨® a la ciudadan¨ªa a ¡°decir otra vez no a los ultim¨¢tums, que a veces se convierten en un bumer¨¢n¡±.
El de Mussolini lo fue. Desde aquel oto?o y hasta marzo siguiente, los desharrapados combatientes griegos humillaron a las divisiones italianas en los montes del ?piro y Albania, inspirando a Winston Churchill aquellas hermosas palabras: ¡°Ya no debemos decir que los griegos luchan como h¨¦roes, sino que los h¨¦roes luchan como griegos¡±. Luego, en abril de 1941, se produjo la invasi¨®n alemana, p¨®rtico de una ocupaci¨®n atroz que, no obstante, galvaniz¨® todav¨ªa m¨¢s el patriotismo y el esp¨ªritu de resistencia.
Los eur¨®cratas de Bruselas, en su negociaci¨®n con Grecia, desde?aron el factor orgullo nacional, tal vez porque son incapaces de entender nada que no sea cuantificable en las cifras de Eurostat
Con esto del nacionalismo ocurre que, mientras unos se llevan la (mala) fama, todos cardan la lana, y los griegos entre los que m¨¢s. Pero no s¨®lo los ¡°nacional-populistas de extrema izquierda¡± de Tsipras y los ultras antieuropeos, sino el arco pol¨ªtico entero: no fueron gobiernos de Syriza, sino respetables y europe¨ªstas gabinetes del Pasok y de Nueva Democracia los que, desde 1991, han puesto toda clase de obst¨¢culos al reconocimiento internacional de la antigua Macedonia yugoslava. Y ello apelando a pleitos simb¨®licos (?la disputa por el Sol de Vergina!) y querellas nominales (¡°Macedonia es un nombre griego¡±) que todo el mundo tachar¨ªa de rid¨ªculos si no los abanderase un Estado soberano, ese artefacto que ¡ªa decir de algunos¡ª no sirve para nada...
Los eur¨®cratas de Bruselas, en su negociaci¨®n con Grecia, desde?aron este factor ¡ªel orgullo nacional, el nacionalismo¡ª, tal vez porque son incapaces de entender nada que no sea cuantificable en las cifras de Eurostat. Y Alexis Tsipras ha sabido capitalizar aquel sentimiento para fortalecer su liderazgo y sumar apoyos que van mucho m¨¢s all¨¢ del electorado de Syriza. Pero, por encima de sus efectos pol¨ªticos internos, el categ¨®rico resultado del refer¨¦ndum griego supone un severo rev¨¦s para todos los fetichistas del statu quo.
Me refiero a ese nutrido coro de agoreros ¡ªnutrido y ruidoso, sobre todo, al sur de los Pirineos¡ª que, desde hace varios a?os, no se cansan de repetir la misma cantinela: ¡°Si los escoceses votan por la ruptura del Reino Unido ¡ªdec¨ªan el pasado verano¡ª, autom¨¢ticamente saldr¨¢n de la Uni¨®n Europea¡±; ¡°una Catalu?a independiente quedar¨ªa autom¨¢ticamente fuera del euro y de la UE¡±; ¡°y en tal caso ¡ªremachan los m¨¢s apocal¨ªpticos-¡ª ser¨ªamos como Kosovo, o como Somaliland...¡±.
Pues bien, la ciudadan¨ªa griega le hizo el pasado domingo un rotundo corte de mangas al diktat del v¨¦rtice de la UE. Y, sin embargo, no parece que, desde el lunes 6 de julio, se est¨¦ cumpliendo la doctrina Garc¨ªa-Margallo y Grecia vague por el espacio sin reconocimiento ni anclaje alguno. Tampoco da la impresi¨®n de que el no heleno suponga la expulsi¨®n autom¨¢tica de la eurozona, ni el retorno fulminante a la dracma, ni...
El escenario postrefer¨¦ndum no es f¨¢cil. Pero, aunque Grecia suponga s¨®lo el 2% del PIB de la UE (m¨¢s o menos, como Catalu?a), todo induce a pensar que tanto las instituciones europeas como Atenas lo afrontar¨¢n negociando. Ambas partes tienen mucho que perder, y ambas respetan el resultado de un voto democr¨¢tico.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador
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