Una muerte de novela
Asesinado misteriosamente a los 58 a?os en Mallorca el arquitecto Jos¨¦ Ferragut
Nunca se aclar¨® la muerte, en 1968, del arquitecto Jos¨¦ Ferragut, en Mallorca. Suceso tr¨¢gico, criminal y misterioso, a lo Pasolini o a la siciliana. Figura y leyenda acreditada en su inmensa obra p¨²blica, civil, privada, religiosa, escuelas, hoteles, urbanizaciones, torres de pisos, films o muebles. Hablan hasta el hast¨ªo de su cubo de cristal bronceado de Gesa en Palma que no es p¨²blico sino italiano.
Burgu¨¦s, culto, enriquecido, solitario y ensimismado, ha sido encumbrado en un buen libro, Jos¨¦ Ferragut. El arquitecto, de su sobrino Jos¨¦ Ferragut, la hija de ¨¦ste, la periodista Mar Ferragut y el analista Jaime J. Ferrer For¨¦s.
Es un almac¨¦n de informaci¨®n, seleccionada, que explica al singular autor, cat¨®lico, exigente, raro, con prontos, exmilitar, moderno y cl¨¢sico. En 25 a?os hizo m¨¢s de 2.000 proyectos y ten¨ªa 20 empleados. Fue testigo y coautor cr¨ªtico del boom urban¨ªstico en la costa y del Ensanche de Palma. Vivi¨® la expansi¨®n hotelera, una mina de oro.
En 1964 atac¨® la ¡°dictadura burocr¨¢tica¡±, de los ¡°grupos de presi¨®n¡± que ¡°falseaban la verdad¡± en las instancias oficiales de Urbanismo, locales y estatales en Palma. Vio ¡°barbaridades¡± y se?al¨® a los ¡°arquitectos del Movimiento: Garc¨ªa Ruiz, Izquierdo..¡±, del primero, ¡°consejero de Falange¡±, dice que su ¡°prestigio pol¨ªtico nace de su actuaci¨®n en los primeros d¨ªas¡± del golpe del 36.
En una carta apunt¨® ¡°anomal¨ªas¡± e ¡°inmoralidades¡±. Cerc¨® a Canuto Boloqui, funcionario y camisa vieja. De Jos¨¦ Alcover ¡ªarquitecto oficial y privado, presidente de la Diputaci¨®n y autor de las normas urban¨ªsticas¡ª dijo que inici¨® los grandes disparates hoteleros en altura en la orilla del mar de Pollen?a. En Cala Galdana, el ministro Manuel Fraga inquiri¨® a Alcover ¡°?qui¨¦n ha hecho esta barbaridad?¡± Era ¨¦l.
Ferragut, cursillista de Cristiandad, pidi¨® salvar el paisaje ¡°del egoismo de los urbanizadores¡±. El 39 acab¨® de alf¨¦rez y r¨¢pidamente fue arquitecto de Aviaci¨®n. Ese Ej¨¦rcito reform¨® la casa incautada al asesinado alcalde republicano de Palma Emili Darder. Un agujero negro.
Negocios inmobiliarios
Cooper¨® con el urbanista Gabriel Alomar Esteve en sus negocios inmobiliarios en Palma con Juan March. Alomar, en sus Memorias, vio en Ferragut un ¡°car¨¢cter dif¨ªcil ¡ªtal vez por encontrarse acomplejado por un problema ¨ªntimo¡ª pero con un gran sentido de la arquitectura muy interesante (¡) Tendr¨ªa un final desgraciado y tr¨¢gico¡±.
Ferragut muri¨® bajo la sombra de la violencia sexual o de un asesinato por encargo. Impidi¨® la voracidad especuladora y sufri¨® un proceso corporativo de purga moral sobre su intimidad para ¡°depurarle¡±.
En Pollen?a un conocido determin¨®: ¡°Han ordenado su muerte¡±. Hab¨ªa echado en cara a prebostes fascistas que pasaran del brazo en alto, el saludo falangista, a parar la mano. Les dijo corruptos.
La familia encarg¨® una investigaci¨®n a un detective. Nada. Guillem Frontera, el hombre de Sicilia sin muertos, public¨® Cada dia que calles (1969) con el eco del crimen. Frontera fue joven estudiante en el seminario de la Porci¨²ncula, en S¡¯Arenal, obra estilo Brasilia del arquitecto.
El poeta Jaume Vidal Alcover, que fue a vivir a Barcelona en las fechas cercanas al crimen del arquitecto de 58 a?os, fue v¨ªctima de infundios. El literato Gabriel Janer Manila, en sus recuerdos, dir¨¢ que Josep Maria Llompart, escritor, se quej¨® a la Polic¨ªa por las sospechas lanzadas contra Vidal, que fue citado e interrogado.
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