El precio justo de la literatura

Atravesar la cortina azul que da paso a Libros Cercanos supone entrar en un universo de libros amontonados y estanter¨ªas repletas. Un caos de 4.000 obras perfectamente ordenadas. A la derecha, la poes¨ªa: Lorca, B¨¦cquer; a la izquierda, la filosof¨ªa: Plat¨®n, Arist¨®teles; y, en cada esquina, una novela. Todas estas obras tienen algo en com¨²n: no tienen precio. En esta librer¨ªa social del barrio de Lavapi¨¦s es el lector qui¨¦n decide cu¨¢nto paga por cada volumen. "Pretendemos acercar la literatura a todo el mundo. Que la gente que no tenga recursos pueda llevarse a su casa cinco libros por un euro o por lo que pueda dar", explica Ra¨²l Jim¨¦nez, encargado y uno de los creadores.

?Una caja de cart¨®n decorada con pegatinas de promoci¨®n del local y con una apertura en la parte superior es todo el sistema de cobro del que dispone esta librer¨ªa. Cuando el lector ha curioseado y elegido las obras que quiere llevarse, Jim¨¦nez les pone un sello, rojo, para recordar su origen. A partir de ah¨ª, el encargado desaparece: no sabe cu¨¢nto dinero mete el cliente en la caja. "Nos da absolutamente igual cu¨¢nto pague la gente. No hemos venido a ganar dinero, queremos mantenernos y extender la lectura", asegura el joven.

Adem¨¢s de este pago voluntario, Libros Cercanos ofrece otra modalidad para llevarse libros: hacerse socio por 10 euros. Con ese carn¨¦ ¡ªv¨¢lido durante seis meses¡ª, el usuario tiene seis visitas a la librer¨ªa en las que puede llevarse hasta seis ejemplares en cada una de ellas. Salen las cuentas: 36 obras por un solo billete rojo. Pau Sola, de 24 a?os, es socio desde que conoci¨® la librer¨ªa porque "sab¨ªa que iba a volver m¨¢s veces". En esta ocasi¨®n ha preguntado por obras de Calder¨®n de la Barca, pero no ten¨ªan nuevos ejemplares.

"Aqu¨ª funcionamos con donaciones, de particulares principalmente, as¨ª que no podemos elegir qu¨¦ libros nos llegan. Dependemos de lo que la gente quiera dar", justifica Jim¨¦nez. Entre los m¨¢s de 10.000 libros acumulados, hay autores desde Carpentier, Unamuno y Vargas Llosa, hasta George R. R. Martin con su popular saga Juego de Tronos. Todo cabe en este local de 60 metros cuadrados; todo, menos las novedades. "No somos una librer¨ªa al uso. Cuando alguien viene pidiendo libros actuales lo derivamos a cualquiera de las otras librer¨ªas del barrio", razona el encargado.

La llegada de fondos donados es tambi¨¦n la llegada de sorpresas enterradas: libros descatalogados, obras que se cre¨ªan perdidas o ediciones que ya no pueden encontrarse. Fue el caso de un volumen de antropolog¨ªa que un bi¨®logo que llevaba meses busc¨¢ndolo encontr¨® en Libros Cercanos. "Solo lo hab¨ªa localizado en Argentina y costaba 60 euros. Me dio hasta un abrazo", se r¨ªe Jim¨¦nez.

Este fil¨®logo hisp¨¢nico trabaja de corrector y desde que empez¨® con la librer¨ªa corrige all¨ª los textos. ?l pasa el 70% del tiempo al frente del local, mientras diez voluntarios cubren el resto de horas. Nadie cobra nada, as¨ª que todos mantienen sus trabajos y sacan tiempo para estar unas horas. La librer¨ªa no genera ganancias: el dinero que da la venta de las obras y la cuota de los socios se utiliza para cubrir los gastos de alquiler, electricidad y recogida de libros. De momento, Jim¨¦nez est¨¢ sorprendido con el resultado ya que el balance no es tan negativo como esperaban para los primeros meses y las p¨¦rdidas son asumibles.

Cuando Jim¨¦nez y su grupo de amigos decidieron abrir esta librer¨ªa diferente, con una inversi¨®n de 4.000 euros, no se imaginaban la cantidad de ejemplares que iban a acumular entre esas paredes. El primer empuj¨®n se lo dio Maria, una ancianita de San Sebasti¨¢n de los Reyes que despu¨¦s de una larga enfermedad quer¨ªa donar todos sus fondos: 3.000 obras, los recuerdos de toda una vida como lectora.

En el interior de Libros Cercanos se cruzan compradores y donantes. Cada d¨ªa reciben alrededor de 150 libros de particulares y venden unos 120. Entra y sale r¨¢pidamente del local Ana Pinder, una americana aficionada a la lectura que trae su quinto carro lleno de libros. "Me mudo y no soy capaz de tirar ninguno a la basura", explica.

La librer¨ªa vive de donaciones de particulares. La m¨¢s importante que ha recibido inclu¨ªa 3.000 libros

Mientras Javier R¨®denas, de 47 a?os y vecino del barrio, pasea por la librer¨ªa de la mano de su hijo Pau. "Aqu¨ª puedes encontrar muchas cosas imposibles de ver en otras librer¨ªas", sostiene este madrile?o, explorador de libros descatalogados. Se ha llevado tres libros por seis euros. Un pago superior a la media, que suele estar en torno a los 60 c¨¦ntimos y el euro por libro. "Hay gente que paga m¨¢s y as¨ª compensa a la que solo puede pagar menos. Todo se equilibra", aclara el encargado.

En muy pocas ocasiones se han encontrado con alguien que no pagara nada, aunque Jim¨¦nez asegura que no tendr¨ªan problema en dejar aun as¨ª que se llevara los libros. Recuerda el d¨ªa en que lleg¨® un se?or mayor del barrio y despu¨¦s de dar varias vueltas, despacito entre los estantes, eligi¨® dos libros. Se acerc¨® a la caja y le pregunt¨® a Jim¨¦nez si pod¨ªa guard¨¢rselos para otro d¨ªa que hubiera podido ahorrar algo, porque este mes no pod¨ªa pagarlos. "Yo no estoy aqu¨ª para ganar dinero, as¨ª ?que se los regal¨¦. Sin preguntar nada m¨¢s. Y ¨¦l se fue feliz", concluye.