Huellas de santo, reclamo tur¨ªstico
Euskadi y Catalu?a promocionan la ruta que Ignacio de Loyola hizo en 1522 como atractivo para peregrinos
La inercia lleva al peregrino a seguir casi de forma irremediable las flechas amarillas que le conducen hasta Santiago de Compostela, la meca del caminante. Josep Llu¨ªs Iriberri est¨¢ de peregrinaje, pero ha elegido otra ruta. Se encuentra en Jorba, un municipio muy peque?o de la provincia de Barcelona donde el jueves pasado hab¨ªa terminado la etapa 25 del Camino Ignaciano. Est¨¢ a punto de completar la misma traves¨ªa que Ignacio de Loyola, fundador de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, hizo a pie en 1522 desde su casa natal en Azpeitia (Gipuzkoa) hasta Manresa. El recorrido que sigue las huellas del santo, de 650 kil¨®metros de distancia, salta ahora a las gu¨ªas tur¨ªsticas tras la decisi¨®n de los Gobiernos de Euskadi y Catalu?a de promocionarlo como un reclamo para atraer visitantes.
Unas flechas naranjas marcan el rumbo ignaciano, en algunos puntos en sentido inverso al compostelano. ¡°Son dos propuestas de peregrinaje complementarias¡±, asegura el director ejecutivo de la Agencia Catalana de Turismo, Patrick Torrent. El Camino Ignaciano se cre¨® en 2012, est¨¢ en ¡°fase embrionaria¡±, sin despegar a¨²n. No se propone competir con el tir¨®n que tiene el Camino de Santiago, por el que transitaron 237.886 peregrinos en 2014. Con una aspiraci¨®n mucho m¨¢s modesta, las comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos que impulsan la traves¨ªa Azpeitia-Manresa pretenden ofrecer una alternativa diferente a los amantes del patrimonio cultural, la naturaleza, la gastronom¨ªa o del recogimiento espiritual.
¡°El turismo de peregrinaci¨®n est¨¢ de moda¡±, afirma Iriberri. Es el director de la Oficina del Camino Ignaciano y estos d¨ªas ejerce como gu¨ªa de un grupo de 20 j¨®venes estudiantes de 16 y 17 a?os y cuatro profesores que han venido de Phoenix (Arizona, EE UU) atra¨ªdos por ¡°la experiencia de lo aut¨¦ntico¡±. ¡°El Camino Ignaciano es un reto especial. Tiene principio y final, algo que no ocurre con otros caminos. Recrea el itinerario que hizo Ignacio de Loyola tras su conversi¨®n espiritual y que le llev¨® hasta Manresa, de donde luego partir¨ªa hasta su destino final, Jerusalen¡±, explica el profesor.
La Organizaci¨®n Mundial del Turismo calcul¨® que 300 millones de personas se mueven solo por motivos relacionados con el peregrinaje. ¡°Es algo con un enorme potencial y que cada a?o atrae a m¨¢s turistas extranjeros¡±, apunta Iriberri. Para las cinco comunidades aut¨®nomas por las que pasa el Camino Ignaciano (Euskadi, La Rioja, Navarra, Arag¨®n y Catalu?a) es, se?ala Torrent, ¡°una excelente oportunidad para poner en valor zonas del interior y la monta?a m¨¢s desconocidas, promocionar un patrimonio cultural muy rico y diverso, fomentar el placer de caminar y dar una oportunidad a los que buscan una experiencia espiritual¡±.
Los caminantes de Phoenix han terminado la etapa y est¨¢n ¡°curando los pies¡±, tratando las ampollas, las rozaduras y las tendinitis. El a?o pasado 201 personas lograron cubrir los 650 kil¨®metros (en 2013 fueron 197). Es una cifra muy baja si se compara con el Camino de Santiago, pero Iriberri recuerda que este tard¨® 20 a?os en despegar: ¡°En los a?os 70 ten¨ªa unos 200 o 300 peregrinos. En 1987 a¨²n estaban discutiendo las se?ales que iban a poner. Pero en los 90 dieron el salto, justo cuando se involucraron las administraciones locales y auton¨®micas. Apostaron fuerte y lograron presentar Santiago como un destino atractivo para el p¨²blico nacional e internacional¡±.
Resulta m¨¢s tentador para ¡°la gente que busca la austeridad y la soledad¡±
Con el Camino Ignaciano se quiere repetir la f¨®rmula: apoyo institucional, mejora de las infraestructuras y una buena promoci¨®n tur¨ªstica. Euskadi lo ha incluido en su paquete Basque Country: ¡°Ofrece unos valores naturales muy diferentes que pueden captar diferentes tipos de visitantes, desde el que busca una experiencia cultural, el que desea una experiencia de fe y tambi¨¦n aquel que quiere un contacto con la naturaleza", sostiene Arantza Madariaga, directora de Basquetour. Euskadi y Catalu?a quieren aprovechar, adem¨¢s ¡°la capacidad de influencia que los 50 millones de personas que forman la comunidad jesuita ejercen en todo el mundo, sobre todo en Alemania, Sudam¨¦rica y zonas del sureste asi¨¢tico¡±, apostilla Torrent.
Iriberri, que ya ha hecho seis veces el Camino de Santiago y es autor de la Gu¨ªa del Camino Ignaciano junto al profesor Chris Lowney, anota algunas deficiencias en la ruta de Loyola (mala se?al¨ªtica en algunos puntos, falta de alojamiento¡) que podr¨ªan corregirse si las autoridades apuestan por impulsar este proyecto. Catalu?a, apunta Torrent, ya ha invertido m¨¢s de un mill¨®n de euros en se?ales, mejora de accesos y nuevos servicios al peregrino.
Frente al despliegue de oportunidades que el Camino de Santiago ofrece al caminante, el Ignaciano resulta m¨¢s tentador para ¡°la gente que busca la austeridad y la soledad¡±. Iriberri remata: ¡°El camino ofrece autenticidad. Sobre todo cuando lo haces a pie, uno mismo con su mochila y nada m¨¢s, te topas con lo esencial. Es una experiencia de liberaci¨®n. Cuando haces 200 o 300 kil¨®metros, te das cuenta de que en la vida diaria estamos atrapados por la rutina y cargados de muchas cosas prescindibles. El camino te hace ver lo fundamental".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.