Ferran Barenblit, nuevo director del Macba

¡°No me siento como un arquitecto que debe dise?ar un edificio, sino como un urbanista, que debe construir una trama s¨®lida, coherente y suficientemente abierta para permitir la introducci¨®n de lo inesperado. Todo lo que es demasiado previsible es aburrido, hay que sorprender al p¨²blico, arriesgarse, darle lo que no espera¡±. Lo afirm¨® ayer Ferran Barenblit (Buenos Aires, 1968), en su primera comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n como nuevo director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba).

El nombramiento del que hasta ahora era director del Centro Dos de Mayo de M¨®stoles (CA2M) fue ratificado por la comisi¨®n delegada del Consorcio que rige el museo, formado por Generalitat, Ayuntamiento, Fundaci¨®n Macba y Ministerio de Cultura. Su elecci¨®n es el resultado de un concurso p¨²blico que se convoc¨® tras la dimisi¨®n del anterior director Bartomeu Mar¨ª tras seis a?os en el cargo, a ra¨ªz de una pol¨¦mica por su decisi¨®n primero de rechazar (si bien despu¨¦s rectific¨®) la inclusi¨®n de una obra alusiva al rey Juan Carlos en la exposici¨®n La bestia y el soberano.

Una formaci¨®n solvente, un proyecto riguroso y preciso y un profundo conocimiento del museo y el tejido art¨ªstico tanto local como internacional, fueron los principales motivos de su elecci¨®n por parte del jurado, formado por seis expertos y los representantes de las instituciones. El proceso se llev¨® a cabo en dos fases: en la primera se escogieron cinco finalistas entre 20 candidatos, 13 espa?oles y siete extranjeros, y de la segunda, el mi¨¦rcoles pasado, sali¨® el nuevo director.

¡°El museo debe ser un servicio p¨²blico, que ofrezca a la ciudad una cultura cr¨ªtica y diversa. Debe asumir la responsabilidad de mirar al pasado reciente para intervenir en la construcci¨®n del presente y el futuro, a trav¨¦s de relatos plurales que renuncien a la narraci¨®n hegem¨®nica. Estimulando el di¨¢logo, el Macba puede contribuir a la emancipaci¨®n de la ciudadan¨ªa en un momento de cambio como el actual, que proporciona una ocasi¨®n ¨²nica para intervenir en el debate¡±, asegur¨® Barenblit, que se incorporar¨¢ en cuanto haya dejado todo en orden para su sucesor en CA2M de M¨®stoles, que dirige desde su apertura en 2008. Cuando asumi¨® el reto, muchos lo consideraron un suicidio profesional por ser un centro perif¨¦rico y completamente desconocido. Sin embargo, Barenblit ha conseguido colocarlo en el mapa, darle proyecci¨®n internacional y tambi¨¦n atraer el p¨²blico capitalino con una programaci¨®n excelente. No extra?a que su llegada despierte tantas expectativas, ahora que el Macba parece haber perdido su rumbo y difuminado su identidad en una sucesi¨®n de decisiones que culminaron con la pol¨¦mica de La bestia y el soberano.

Sin jerarqu¨ªas

A diferencia de la mayor¨ªa de reci¨¦n nombrados, Barenblit no rehus¨® explicar su propuesta y esboz¨® con claridad las l¨ªneas directrices de su proyecto. Consolidar la voz del Macba en el marco local, nacional e internacional es una de sus prioridades, junto con la colecci¨®n que considera ¡°un objeto de investigaci¨®n¡±. ¡°No habr¨¢ jerarqu¨ªas y los programas p¨²blicos y educativos tendr¨¢n la misma importancia que las muestras. Hay que formar gente capaz de construir nuevos relatos e impulsar cambios positivos. El arte es un espacio de resistencia en contra del derrotismo determinista¡±, indic¨® Barenblit, sin ocultar su emoci¨®n y satisfacci¨®n al volver a Barcelona por la puerta grande, despu¨¦s de haberla dejado en 2008 tras un sonado enfrentamiento con la Generalitat.

Por aquel entonces llevaba cinco a?os al frente del Centro de Arte Santa M¨®nica, programando proyectos de artistas emergentes en gran mayor¨ªa site specific, que representaban la actualidad m¨¢s candente. La Generalitat consider¨® que eran demasiado cr¨ªpticos y emprendi¨® un replanteamiento del formato del centro, que caus¨® las dimisiones de Barenblit. Lo que vino despu¨¦s demuestra que le hicieron un favor.

Ahora regresa con mucha m¨¢s experiencia y un amplio consenso entre los diversos sectores del ecosistema art¨ªstico. ¡°No quiero romper, quiero transformar. El museo debe ser un espacio menos efectivo y m¨¢s afectivo, un campo donde se relacionan experiencia y pasi¨®n¡±, concluye, a la espera de presentar su programa en oto?o.