No es solo una pel¨ªcula, es un cl¨¢sico
Con motivo del cine de verano de Cibeles, Irene Escolar, Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, Carlos Boyero y Enrique L¨®pez Lavigne dan las claves de los t¨ªtulos de culto
Los Goonies y Pulp Fiction. Tibur¨®n y Cantando bajo la lluvia. ?Qu¨¦ tienen en com¨²n? Son pel¨ªculas, es la respuesta facilona. S¨ª, pero han escalado un paso en la carrera cinematogr¨¢fica y han alcanzado el t¨ªtulo de cl¨¢sicos. La f¨®rmula m¨¢gica que convierte un t¨ªtulo en un filme de culto incluye varios ingredientes y tambi¨¦n algo de suerte, de oportunidad. Solo as¨ª se entiende que la historia del ataque de un tibur¨®n asesino y un musical de Gene Kelly est¨¦n en una misma clasificaic¨®n. Aprovechando la proyecci¨®n de algunos de ellos en el Cine de Cibeles, que se celebra en Madrid todo el verano, cuatro representantes del mundo del cine ofrecen su visi¨®n de los elementos que elevan una cinta a obra maestra.
No importa que sea 1975 que 2015
Hay pel¨ªculas que envejecen fatal. Y sin embargo los cl¨¢sicos podr¨ªan haberse rodado ayer mismo. La atemporalidad es la caracter¨ªstica que consigue que la cinta perviva generaci¨®n tras generaci¨®n. ¡°Un cl¨¢sico no tiene por qu¨¦ pertenecer a la arqueolog¨ªa, desprende vida permanentemente¡±, apunta el cr¨ªtico de EL PA?S Carlos Boyero. No importa que el tel¨¦fono que anhelaba E.T. no fuera un Smartphone ni el estilismo setentero de los ba?istas de Tibur¨®n. La fuerza del cl¨¢sico logra que eso pase a un segundo plano.
Un parte de cada espectador
M¨¢s all¨¢ de cr¨ªticos, entendidos y cin¨¦filos, muchos cl¨¢sicos lo son porque han conectado de una forma espectacular con el p¨²blico. Porque se ve reflejado, se siente parte de la pel¨ªcula y llega a formar parte de sus vidas. El director Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n lo recoge as¨ª: ¡°Un t¨ªtulo cl¨¢sico une muchas cosas; sobre todo secretos, pensamientos y deseos m¨¢s ¨ªntimos de los espectadores¡±. El productor Enrique L¨®pez Lavigne destaca tambi¨¦n la importancia de ¡°la recepci¨®n de la cr¨ªtica y medi¨¢tica en el momento de ser estrenada¡±.
Valores universales
La actriz Irene Escolar cree que uno de los puntos que une a los t¨ªtulos que han pasado a la historia del cine ¡°apelan a unos valores universalmente reconocibles¡±. Aunque la historia ineludiblemente est¨¢ ambientada en un espacio, rodada en un idioma e impregnada de la cultura donde fue creada, detr¨¢s de ellas subyace algo en la que cualquier espectador puede reconocerse. ¡°Es muy importante la conexi¨®n con su momento hist¨®rico, a veces fundamental para comprender ciertas obras elevadas al car¨¢cter de cl¨¢sico en su momento por conectar con una realidad social universal¡±, secunda L¨®pez Lavigne.
La aproximaci¨®n adecuada
¡°El cl¨¢sico es aquello que cuando lo ves piensas que es la ¨²nica manera en la que podr¨ªa estar contada esa historia¡±, asegura Escolar. Boyero apunta a ¡°una especie de magia en la que todo funciona¡± y lo define como ¡°un milagro que solo algunos directores han conseguido firmar¡±. ?Alguien se imagina que La vida de Brian se hubiese podido contar de otro modo?
Una buena historia
Todos coinciden en que lo m¨¢s importante en estas pel¨ªculas es el guion. Por mucho que un filme cuente con una estrella en el cartel, si no hay nada que la guie, no hay nada que hacer. ¡°Esas pel¨ªculas que bien por lo que cuentan o c¨®mo lo cuentan consiguen que nos aficionemos a comprobar que son relevantes y atemporales en cualquier conversaci¨®n, esas pel¨ªculas que nos acompa?an todo el tiempo¡±, se?ala L¨®pez Lavigne. ¡°El guion suele ser muy s¨®lido, cuenta una gran historia y con buenos di¨¢logos¡±, apunta Escolar.
El tiempo la pone en su lugar
Ninguna pel¨ªcula adquiere el t¨ªtulo de ¡°de culto¡± nada m¨¢s ser estrenada. El tiempo las pone en su lugar. Adem¨¢s, como apunta Guti¨¦rrez Arag¨®n, entra el ¡°factor oportunidad¡±, porque el filme debe llegar en el momento adecuado. Para L¨®pez Lavigne es un elemento fundamental: ¡°Yo creo que solo el tiempo es capaz de convertir una pel¨ªcula en un cl¨¢sico, algo as¨ª como un test de resistencia que discrimina el factor taquilla¡±.
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