Hambre y ganas del IVAM
El mundo cultural valenciano se gira con ganas de nuevo hacia el museo, que est¨¢ cerrando la larga etapa PP entre auditor¨ªas que recuerdan a las del ¡®caso Millet¡¯ catal¨¢n

Hambre en Valencia: de cultura, de limpieza, de confianza en el patrimonio, de regresar al IVAM, el Instituto Valenciano de Arte Moderno, primer museo del posfranquismo, abierto en 1989. Despu¨¦s llegar¨ªan los dem¨¢s, desde el Reina Sof¨ªa al Macba y la sarta de museos que alegremente y con tanto dinero p¨²blico se fueron abriendo por toda la geograf¨ªa del Estado. En la ¨²ltima d¨¦cada este museo, que en tantas cosas es una radiograf¨ªa del discurrir cultural de la sociedad valenciana como de la espa?ola, ha sido de una corrupci¨®n tremenda. Solo hace falta consultar en las hemerotecas las auditor¨ªas que la describen. Pero, aunque no puede decirse a¨²n que el IVAM haya hecho cruz y raya, lo que siempre tarda, el mundo cultural valenciano, renacido a partir de los pactos de gobierno salidos del 24-M (que no de los votos, todav¨ªa mayoritarios para el PP en la ciudad de Valencia), se gira hacia el IVAM con ganas de que sea de nuevo lugar de cultura y encuentro.
El jueves pasado hab¨ªa tanta gente en el museo que la casa se vio desbordada. Una inauguraci¨®n concentraba sensibilidades variadas que a menudo han pasado diez a?os sin hablarse, por el vac¨ªo finamente elaborado por la corrupci¨®n de la era Consuelo C¨ªscar, directora y cacique entre 2004 y 2013. ¡°Los valencianos regresan al IVAM¡±, se o¨ªa. ?Por la exposici¨®n? Es atractiva y es hist¨®rica: Colectivos art¨ªsticos en Valencia bajo el franquismo 1964 - 1976. Entiendo que s¨ª, que la exposici¨®n era el reclamo. Pero no s¨®lo. No re¨²nes a tant¨ªsima gente si no te lo trabajas a fondo. Previamente se celebraba una conferencia-exposici¨®n, a cargo de los curadores, y me qued¨¦ parada al entrar en un sal¨®n de actos, de unas 200 butacas, a tope.
Una hora de batallitas antifranquistas traducidas en t¨¦rminos art¨ªsticos, y luego el sarao de mirar tantas obras expuestas. Se dice pronto. Los valencianos se quedaron de las 7 de la tarde a las 11 de la noche. Eso s¨ª que es una inauguraci¨®n. Estaba el nuevo consejero de Cultura, Vicent Marz¨¤, joven pol¨ªtico surgido de Escola Valenciana y ahora en las filas de Comprom¨ªs, que deber¨¢ bregar con el futuro del IVAM, puesto que, aunque C¨ªscar fue destituida y el nuevo director, Jos¨¦ Miguel G. Cort¨¦s, ha salido de un concurso internacional, la etapa presente no deja de ser el final de la ¨¦poca PP.
Las auditor¨ªas dicen que el IVAM ha pagado en estos a?os por obras de arte hasta un 1.500% m¨¢s de su valor de mercado
Esta exposici¨®n misma fue aprobada por el anterior equipo y la anterior consejera popular. Cort¨¦s tiene nuevo equipo y se ha arremangado, con la auditor¨ªa interna que complementa la de la Generalitat conocida este junio. El auditor interno ha sido Joan Llinares, el hombre que puso luz en los n¨²meros del saqueo al Palau de la M¨²sica Catalana (ahora, Llinares est¨¢ de nuevo en Barcelona, llamado por el Gobierno Colau). Raquel Guti¨¦rrez, controvertida responsable de la colecci¨®n y de exposiciones con C¨ªscar, ha presentado finalmente la dimisi¨®n, efectiva en septiembre.
Lo significativo, visto desde fuera, es la de veces que o¨ª la palabra ¡°colaboracionista¡± cuando mis interlocutores me hablaban del pasado reciente y el momento actual del museo. ?C¨®mo resolver tanta corrupci¨®n? Los colaboracionistas fueron tantos... Hasta esa noche valenciana, s¨®lo o¨ªa aplicar lo de ¡°colaboracionista¡± a los franceses. No est¨¢ mal visto. Veremos si el apelativo tiene ¨¦xito, que no fueron los nazis los ¨²nicos en encontrar colaboradores por doquier. Veremos.
Las auditor¨ªas dicen que el IVAM ha pagado en estos a?os por obras de arte hasta un 1.500% m¨¢s de su valor de mercado, e incluso tres millones por lo que vale 0¡¯3. Sabemos de la misa la mitad, ya que faltan a?os de C¨ªscar por auditar, los cuatro primeros. La auditor¨ªa interna concluye pidiendo a la Abogac¨ªa de la Generalitat que denuncie a C¨ªscar y sus directivos econ¨®micos, Juan Carlos Lled¨® y Juan Br¨ªa. Puede ser como el caso Millet.
Mientras tanto, ciertas malas pr¨¢cticas siguen. La exposici¨®n de los antifranquistas, notables en el arte contempor¨¢neo europeo, entre los que se cuentan los Cr¨®nica, los Realidad, Artur Heras y tantos otros, cautiva a ratos y rescata obras. Pero no es muy elegante que, al lado, la exposici¨®n de estudio de caso de aquel panorama est¨¦ dedicada a la difunta esposa de Tom¨¤s Llorens, director fundador del IVAM, historiador de referencia, se?or a¨²n de gran prestigio, el cual no ha perdido en los a?os de colaboraci¨®n con la prodigiosa d¨¦cada C¨ªscar. Hombre, no vale. Ni la obra de Ana Peters, de obligada revisi¨®n est¨¦tica independiente, merece este papel de estraza.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF
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