El Ayuntamiento gana 600.000 euros al a?o con la ropa donada a pobres
Ana Botella logr¨® ganar con el contrato de contenedores seis veces lo previsto, aunque el verdadero negocio es para la empresa
Seis d¨ªas antes de las elecciones municipales, Ana Botella otorg¨® a Ecotextile Solidarity el contrato de contenedores de ropa donada por los vecinos para pobres. La compa?¨ªa hab¨ªa ofrecido al Ayuntamiento 3.200 euros por cada uno de los 170 contenedores instalados, 612.000 euros anuales. Lo que los ciudadanos desconocen es que sus prendas son vendidas en mercadillos de dentro y fuera de Espa?a. El Consistorio ha ganado casi seis veces m¨¢s de lo esperado, pero el verdadero negocio es para las empresas, cada vez m¨¢s agresivas en sus ofertas.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, del PP, cerr¨® el 18 de mayo un acuerdo con la empresa Ecotextil Solidarity para que gestionara 170 contenedores en la capital por 3.200 euros por unidad y a?o, y la implantaci¨®n de la recogida a domicilio de ropa usada, un servicio que ya est¨¢ funcionando. Fuentes del Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) no entran a valorar el contrato de ¨²ltima hora, pero dejan entrever que en su etapa uno de los puntos del pliego de condiciones hubiese sido que el contratista fuese una entidad sin ¨¢nimo de lucro.
Cuatro euros de beneficio por prenda
Precios. Seg¨²n c¨¢lculos de la OCU, una empresa dedicada al comercio de la ropa destinada a los pobres gana cuatro euros por cada prenda que vende en una tienda de segunda mano, y 350 euros por la venta de una tonelada de ropa a minoristas.
Contenedores ilegales. En 2014, el Ayuntamiento de Madrid retir¨® 310 contenedores pirata, y en lo que va de a?o, 140. El n¨²mero se ha reducido mucho tras campa?as intensivas de retirada anteriores.
Multas. El Ayuntamiento castiga con multas de 751 a 1.500 euros la instalaci¨®n de contenedores pirata.
Nueva vida de la ropa. El 60% de la ropa donada es reutilizable y el resto suele reciclarse para producir hilos, trapos o material aislante.
Poco reciclaje. Solo dos de cada diez kilos de ropa se reciclan. Cada espa?ol se deshace de siete kilos de ropa al a?o.
¡°La oferta econ¨®mica pesaba un 75% de la puntuaci¨®n final en el contrato de Botella. Nosotros somos un gobierno social¡±, sostienen estas fuentes. Presumiblemente el Ayuntamiento, que ha puesto en marcha un plan de emergencia social, destinar¨¢ el dinero a los necesitados.
Al concurso se presentaron siete empresas. El m¨ªnimo que Botella estaba dispuesta a obtener por contenedor eran 516 euros. Es decir, Ecotextile, una empresa de poco calado nacida en 2011, multiplic¨® casi por seis la cantidad. La empresa puede instalar, previo pago, m¨¢s contenedores en estos dos a?os, pero no est¨¢ obligada ¡ªcomo en otros municipios¡ª a realizar labores solidarias.
Humana gestionaba el negocio desde 2011 con monopolio. Para Rafael Mas, portavoz de esta ONG internacional ¡ªpuesta en duda por sus ganancias¡ª, esa cifra es ¡°un disparate fuera del mercado¡±. Una trabajadora de Ecotextil explica que el propietario ¡ªmagreb¨ª, como los due?os de otras firmas¡ª est¨¢ en Alemania por negocios y que est¨¢n pendientes de un concurso en M¨®stoles.
?Hasta qu¨¦ punto los contenedores son un gran negocio? Aunque Humana tilda de ¡°disparate¡± el alza de precios, estos no subir¨ªan tanto en los concursos si no fuese un negocio de grandes beneficios con su venta en mercadillos o para uso industrial. De hecho, el n¨²mero de compa?¨ªas interesadas en instalar contenedores no ha dejado de crecer, pese a que muchos Ayuntamientos ¡ªdesde que arranc¨® la crisis econ¨®mica¡ª sacan tajada con la convocatoria de concursos.
Si no fuese buen negocio, los jefes de la trama P¨²nica no hubiesen mediado con los alcaldes del suroeste de la regi¨®n ¡ªcomo cont¨® EL PA?S¡ª para que la empresa Oasis, apadrinada por ellos, se quedase con los contratos y por un precio a veces irrisorio.
C¨¢ritas no puja en los contratos municipales porque se basta con lo donado
Humana, con casi 800.000 clientes en Espa?a y dos millones de donantes, por ejemplo, reconoce que ingres¨® en 2014 en toda Espa?a 20 millones anuales brutos. De ellos dedicaron 2,5 millones a proyectos humanitarios. Asegura Mas que gastaron nueve millones en clasificar e higienizar las prendas y otros seis en la venta en sus tiendas (18 en Madrid). Cuentan con 450 trabajadores.
Humana no pagaba un precio fijo por contenedor, sino 52,05 euros por cada tonelada de ropa. El uso de la b¨¢scula lleg¨® hasta el pleno por denuncias de irregularidades. ¡°Hubo un incendio en nuestra planta de Legan¨¦s y tuvimos que cambiar a otra b¨¢scula homologada¡±, justifica Mas.
Botella hizo o¨ªdos sordos a la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), que en 2013 le pidi¨® por carta que el siguiente convenio fuese a manos de una entidad sin ¨¢nimo de lucro.
La Asociaci¨®n Espa?ola de Recuperadores de la Econom¨ªa Social y Solidaria (Aeress) ¡ªuna entidad que agrupa a 53 entidades sin ¨¢nimo de lucro¡ª recomienda donar a Recumadrid. Esta ONG, que trabaja en el barrio de Tetu¨¢n con personas en riesgo de exclusi¨®n, recoge en las casas muebles, ropa o enseres. La OCU, por su parte, pone como ejemplo a En la Brecha, que contrata a personas desfavorecidas y vende en su tienda de Vallecas lo donado a sus contenedores.
Pilar Algarate, de C¨¢ritas Madrid, argumenta que su organizaci¨®n no puja en los contratos municipales porque se basta con lo donado a sus 400 parroquias. ¡°Si, por ejemplo, hay falta de ropa de beb¨¦, se recuerda en misa o se anuncia en el tabl¨®n de la parroquia¡±. Las iglesias con demasiado dep¨®sito hacen llegar su excedente a las m¨¢s necesitadas.
Muchas empresas con ¨¢nimo de lucro se disfrazan con nombres solidarios (Ay¨²danos a ayudar. Por un mundo mejor. Un poco tuyo hace mucho), pero East West Productos Textiles, otra de las compa?¨ªas grandes, no tiene trampa ni cart¨®n. Explica en su web que es filial de una empresa alemana que opera en Espa?a desde 1997 y que en sus acuerdos incluye actividades medioambientales. En Coslada, por ejemplo, organiza talleres de reciclaje y en Arganda del Rey una excursi¨®n para familias al Parque Regional del Sureste.
Una empresa se tapa tras la Asociaci¨®n Contra la Violencia de G¨¦nero
A Humana le quedan contenedores en suelo privado ¡ªorganizaciones o centros comerciales que le prestan espacio¡ª de la capital y en otros municipios. Alcobendas, con 113 contenedores, se ha convertido ahora en su mayor fort¨ªn madrile?o. Mas asegura que Humana ¡°no tiene m¨²sculo econ¨®mico¡± para competir en esas pugnas de miles de euros.
Recuperalia y J¨®venes Unidos por el Desarrollo Ambiental, de Toledo, se valen de una ONG suya, Asociaci¨®n Contra la Violencia de G¨¦nero (Acvig), para remover conciencias y ganar contratos. En Villanueva del Pardillo se vivi¨® el pasado invierno una escena absurda. Los socialistas ¡ªdespu¨¦s de que un vecino encontrase una prenda que hab¨ªa donado en un mercadillo¡ª pidieron explicaciones al Ayuntamiento del PP sobre los 10 contenedores que J¨®venes Unidos instal¨® por 6.000 euros. La hoy jefa de la oposici¨®n del PP, Mar¨ªa ?ngeles Soto, supuso que ser¨ªa Humana, y disert¨® sobre su forma de reciclar. Con la llegada de Ciudadanos al Ayuntamiento, la misma compa?¨ªa ¡ªahora bajo el nombre de Recuperalia¡ª ha ganado el concurso, pero ha tenido que pagar 18.000 euros: el triple que antes.
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