¡°No quiero salir de casa por si me vuelven a pegar¡±
La mujer transexual agredida en Tetu¨¢n echa en falta m¨¢s ayuda de las Administraciones
Mar¨ªa (nombre ficticio), de 26 a?os, prefiere quedar en una terraza de Lavapi¨¦s, lejos de su domicilio en el distrito de Tetu¨¢n. Va acompa?ada de una amiga que no la deja sola. De hecho, es quien la anima a que salga del pozo en el que se encuentra sumida desde que el pasado d¨ªa 8 sufri¨® un ataque transf¨®bico cuando regresaba a su casa a las siete de la ma?ana. Desde entonces, Mar¨ªa est¨¢ tomando analg¨¦sicos, ansiol¨ªticos y relajantes musculares. ¡°Tengo mucho miedo y no quiero salir de casa por si me vuelven a pegar¡±, afirma con voz triste.
Mar¨ªa hab¨ªa estado la madrugada de ese s¨¢bado tomando unas copas con unas amigas. Empezaba a amanecer, cuando se acerc¨® a una hamburgueser¨ªa que estaba abierta en el mercado de Tetu¨¢n, en la calle del Marqu¨¦s de Viana. Hab¨ªa un grupo de dominicanos en la zona. El cliente que estaba delante la dej¨® pasar: ¡°Primero las se?oras¡±, le dijo. Un hombre que estaba a su lado empez¨® a insultarla: ¡°Pero no ves que es un hombre, un maric¨®n, un travesti...¡±. Mar¨ªa se qued¨® ¡°perpleja¡±. El hombre, de 39 a?os, se acerc¨® a ella y le peg¨® un pu?etazo en el lado izquierdo de la cara. El resto del grupo, en el que hab¨ªa dos mujeres, lejos de intentar que parara, le ri¨® el ataque, seg¨²n la versi¨®n de Mar¨ªa.
El atacante sigui¨®. La agarr¨® del pelo y la tir¨® al suelo mientras segu¨ªa propin¨¢ndole patadas y pu?etazos por todo el cuerpo. En especial en la cabeza y un costado. El vestido qued¨® destrozado como consecuencia del ataque. Mientras, el agresor no paraba de insultarla y repetir improperios como ¡°maric¨®n¡± y ¡°travesti¡±. ¡°Me levant¨¦ llorando y, como pude, llam¨¦ a la polic¨ªa. Entonces, el que me atac¨® no paraba de decir: ¡®Aqu¨ª nadie ha visto nada¡±, recuerda la v¨ªctima.
El empleado del local le dijo si se iba a llevar la misma hamburguesa que siempre. El cliente que la dej¨® pasar se ofreci¨® a pagarle la consumici¨®n. ¡°A m¨ª no me vais a comprar por una hamburguesa¡±, les solt¨® Mar¨ªa. Al rato lleg¨® un coche patrulla de la Polic¨ªa Nacional y la mujer explic¨® a los agentes lo que le hab¨ªa pasado. Ellos le pidieron al agresor el carn¨¦ de identidad para que la v¨ªctima pudiera denunciarlo. ¡°Mantuvo una actitud de hombr¨ªa, apoyado en un coche, y mientras les daba el DNI segu¨ªa insult¨¢ndome. Yo pregunt¨¦ si no le iban a detener, pero los agentes no hicieron nada¡±, afirma la transexual.
La mujer se march¨® a su casa tras dar un rodeo por varias calles mientras la polic¨ªa estaba en la zona para evitar que hubiera una nueva agresi¨®n. En principio, no iba a denunciar porque opinaba que no serv¨ªa de nada. Sin embargo, su amiga Sonia la anim¨®. Fue esta la que se puso en contacto con Arcopoli, una asociaci¨®n de defensa del colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTB).
Mar¨ªa acudi¨® ese mismo d¨ªa a un centro de salud para que le hicieran un parte de lesiones, sobre todo por el dolor que sufr¨ªa a consecuencia de los golpes. El lunes tuvo que acudir al servicio de urgencias del hospital La Paz. Sufr¨ªa dolores de cabeza, en el cuello y en el costado. Denunci¨® el ataque en la Brigada Provincial de Informaci¨®n el martes. El jueves se entreg¨® en la comisar¨ªa de Santiago de Compostela el supuesto agresor, un espa?ol de origen dominicano de 39 a?os, despu¨¦s de que la polic¨ªa lo localizara por tel¨¦fono.
Mar¨ªa, que ha trabajado como dependienta y como camarera en un bar, se encuentra ahora en el paro. Est¨¢ al borde de la depresi¨®n. Y lo peor es que se siente ¡°completamente abandonada¡± por las Administraciones. Se ha reunido con altos cargos de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento. Les ha pedido una soluci¨®n habitacional para poder abandonar su piso, pero no ha recibido ninguna respuesta. ¡°No estoy en mi mejor condici¨®n econ¨®mica y creo que la Empresa Municipal de la Vivienda [EMVS] debe tener soluciones para estas agresiones¡±, afirma. ¡°Temo que haya represalias y que, como mi historia ya es conocida por el barrio, me vuelvan a pegar¡±, a?ade.
¡°El da?o f¨ªsico lo sobrellevo, lo peor es el da?o psicol¨®gico. Solo quiero llevar una vida normal, y m¨¢s ahora que estoy conociendo a un chico. Esto est¨¢ haciendo que me encierre en m¨ª misma¡±, concluye con desesperaci¨®n.
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