La fiscal arrincona a Pablo Crespo por el uso de informaci¨®n privilegiada

El cabecilla de G¨¹rtel Pablo Crespo no ha podido explicar este martes en su primer juicio por qu¨¦ ten¨ªa un concurso p¨²blico convocado por el Gobierno del expresidente valenciano Francisco Camps antes de que se convocase. "No lo s¨¦, no recuerdo c¨®mo me lleg¨® esta documentaci¨®n ni por mano de qui¨¦n", ha respondido Crespo a la fiscal. La representante de Anticorrupci¨®n ha arrinconado a Crespo tras cuatro horas de interrogatorio en el Tribunal Superior de Justicia valenciano, donde se sigue el primer juicio contra la trama de Francisco Correa por el presunto ama?o de contratos.

La fiscal tambi¨¦n ha preguntado a Crespo por el hecho de que unos apuntes escritos por Crespo sobre "las condiciones ideales" que deb¨ªa reunir un concurso para que valiera la pena presentarse acabaron trasladados a la convocatoria realizada por la Agencia Valenciana de Turismo. "?Fue una casualidad?", ha inquirido la representante del ministerio p¨²blico sin que Crespo respondiera.

La bater¨ªa de preguntas sobre el presunto uso de informaci¨®n privilegiada por parte de la red G¨¹rtel en los cinco concursos p¨²blicos que gan¨®, por importe de cinco millones de euros, para el dise?o, montaje y desmontaje del pabell¨®n de la Generalitat valenciana en Fitur, se ha completado con otro elemento dif¨ªcil de explicar. ?Por qu¨¦ empezaron a hablar el dise?ador contratado por G¨¹rtel y el jefe de protocolo de la Consejer¨ªa de Turismo y tambi¨¦n acusado en el juicio, Rafael Betoret, sobre la distribuci¨®n del pabell¨®n valenciano en Fitur antes de que el concurso se hubiera adjudicado? Crespo ha afirmado que la empresa de Correa, Orange Market, quiso hacer "un favor a Betoret" d¨¢ndole informaci¨®n sobre la distribuci¨®n del espacio en Ifema (Instituci¨®n Ferial de Madrid).

Crespo se enfrenta a 10 a?os de c¨¢rcel en un juicio en el que hay otros 12 acusados, entre ellos dos exconsejeras de Camps. El considerado n¨²mero dos de la trama ha negado haberse valido de contactos con pol¨ªticos para lograr adjudicaciones.?¡°Para nada. Jam¨¢s. Este servidor ha sido siempre muy escrupuloso", ha declarado.

La causa cuenta con un gran n¨²mero de grabaciones en las que miembros de la trama G¨¹rtel hablan con cargos p¨²blicos valencianos. Crespo lo ha justificado afirmando que el PP de la Comunidad Valenciana, que entonces gobernaba la Generalitat, "era el primer cliente" de Orange Market, la empresa en Valencia de Francisco Correa, presunto cabecilla de la red. Y que era natural que con los dirigentes de esta formaci¨®n se mantuvieran "90 o 100 reuniones". En ese marco ha reconocido "tres o cuatro cenas" con Ricardo Costa, ex secretario general del PP de la Comunidad Valenciana procesado en la pieza de G¨¹rtel sobre presunta financiaci¨®n ilegal de la formaci¨®n.

Crespo ha negado, en cambio, haber mantenido relaciones con cargos del Gobierno aut¨®nomo. Preguntado por las dos exconsejeras que se sientan con ¨¦l en el banquillo de los acusados, ha respondido: "A Milagrosa Mart¨ªnez y a Ang¨¦lica Such las he conocido aqu¨ª, en el juicio. Son dos aut¨¦nticas damas".

La trayectoria profesional de Crespo y Correa estuvo unida durante siete a?os. ¡°Desde octubre del a?o 2002 hasta febrero de 2009, cuando el juez Baltasar Garz¨®n cerr¨® las empresas¡±. En ese periodo Crespo se encarg¨® en distintas mercantiles del ¡°control de costes, la tesorer¨ªa y facturaci¨®n¡±. Ha afirmado que Correa estaba al corriente de lo que ocurr¨ªa en las empresas y que ten¨ªa plena ¡°autoridad moral¡± sobre ¨¦l, pero ha negado que las sociedades tuvieran ¡°una direcci¨®n com¨²n¡±.

Tambi¨¦n ha rechazado pronunciarse sobre si las sociedades de Correa funcionaban como un grupo empresarial, como mantiene la fiscal¨ªa, con el argumento de que en otro procedimiento de G¨¹rtel se le acusa de ¡°pertenencia a banda criminal¡± por lo que responder podr¨ªa perjudicarle.

La fiscal le ha recordado que ya admiti¨® la existencia de tal grupo empresarial. Crespo ha replicado que no ratifica sus declaraciones anteriores por haberlas realizado, ha dicho, ¡°bajo condiciones deplorables¡±. En otro momento ha dicho que sufri¨® ¡°tortura por parte de Garz¨®n¡± sin dar m¨¢s explicaciones.

Hacia el final del interrogatorio, que ha continuado por la tarde, el acusado ha mantenido que en noviembre de 2006, tres meses antes de que la presunta red corrupta fuera desmantelada, ¨¦l ya sab¨ªa que el entonces juez, "la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y miembros de la polic¨ªa judicial" preparaban "una maniobra". Por ello, ha sostenido, advirti¨® a un empleado de Orange Market, C¨¢ndido Herrero, que pusiera a salvo documentaci¨®n "sensible". Se refer¨ªa as¨ª a material sobre las campa?as electorales del PP valenciano, de las que la sociedad de Correa se encargaba en exclusiva en la etapa de Camps, seg¨²n su versi¨®n.

La contrataci¨®n de los pabellos de las consejer¨ªas de Territorio y de Infraestructuras fueron troceadas en cinco contratos distintos con otras tantas empresas de Correa. Crespo ha admitido que se utiliz¨® esa f¨®rmula para evitar tener que convocar un concurso p¨²blico. Pero ha afirmado que la idea parti¨® de las consejer¨ªas. La de Territorio estaba dirigida por entonces por Rafael Blasco. Seg¨²n Crespo, fue su jefe de gabinete el que les dio estas instrucciones.

El considerado por los investigadores lugarteniente de la red ha dicho que guardaba documentos en una caja de seguridad, entre las que hab¨ªa tarjetas de visita en las que figuraban sus distintos empleos, por ¡°razones sentimentales¡±.

Como ya mantuvo ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, presunto cabecilla en Valencia de la trama, Crespo ha atribuido la decisi¨®n de abrir Orange Market en esta ciudad a la mala relaci¨®n con la direcci¨®n nacional del PP. El Bigotes tuvo problemas con la sede general del partido, en la calle G¨¦nova de Madrid, porque los pol¨ªticos opinaban "de lo que no sab¨ªan, de eventos", ha dicho Crespo. "Volv¨ªan loco" a P¨¦rez, ha sostenido, mientras en el resto de Espa?a "se lo rifaban".

Crespo ha defendido los sobrecostes que seg¨²n se desprende de las hojas de coste intervenidas a la red las empresas de Correa cobraban a la Generalitat, que en ocasiones alcanzaban el 150%. El cabecilla de G¨¹rtel ha dicho que cualquier bar gana un margen mayor al vender una Coca Cola.