¡®Komando Pedrito¡¯
¡°?Y a donde vamos con un tipo que se llama Pedrito?¡±. ¡°A Pedrito ni me lo toques¡±, tercia, disuasorio Guardiola
A la sombra del ¨¢rbol que se levanta sobre la tribuna, acabado el partido en campo del Premi¨¤, media docena de periodistas aguarda a Guardiola. La expectaci¨®n medi¨¢tica por el debut del excapit¨¢n del dream team como entrenador del Bar?a B es escasa en un partido de Tercera. El resultado de empate a cero no da para mucha ch¨¢chara, y en un ambiente familiar y cercano se imponen preguntas tales como ¡°?Qui¨¦n es el 7?¡±. ¡°Es Pedrito¡±, responde el t¨¦cnico, de nuevo requerido a bote pronto: ¡°?Y a donde vamos con un tipo que se llama Pedrito?¡±. ¡°A Pedrito ni me lo toques¡±, tercia, disuasorio, el entrenador. ¡°A m¨ª me gusta¡±.
Pedrito fue un jugador intocable desde el 2 de septiembre de 2007 en Premi¨¤ hasta la ¨²ltima temporada de Guardiola, que pidi¨® perd¨®n por negarle en m¨¢s de un partido, hasta la final de Copa de 2012 ganada al Athletic. Pedrito por entonces ya era conocido como Pedro y el n¨²mero de su camiseta no era el 33 ni el 17 ni el 27 sino que volv¨ªa a ser el 7. A la prensa, acostumbrada a los adjetivos grandilocuentes, le cost¨® familiarizarse con el nombre de Pedro e incluso Edu Polo prob¨® fortuna con el apodo de PR17 para competir con CR7, el apodo gal¨¢ctico de Cristiano, una manera de reivindicar al an¨®nimo jugador del Bar?a.
Guardiola edific¨® su equipo filial a partir de jugadores con la vitalidad de Pedro, despu¨¦s de prescindir de figuras como Ronaldinho
Pedro parec¨ªa m¨¢s preocupado por mejorar su dentadura, hasta fijar una sonrisa eterna de gratitud, que por c¨®mo le llamaba la gente de acogida, consciente de que a su alrededor se hab¨ªa marcado un v¨ªnculo period¨ªstico desde aquel mediod¨ªa de Premi¨¤. Guardiola edific¨® su equipo filial y m¨¢s tarde el profesional a partir de jugadores con la vitalidad de Pedro, despu¨¦s de prescindir de figuras como Ronaldinho, quiz¨¢ porque tras su paso por La Masia se sent¨ªa identificado con aquel ni?o llegado de Abades, ambos redimidos por el dedo de un t¨¦cnico cuando parec¨ªan carne de ca?¨®n en el Camp Nou. ¡°?Todos somos Pedro!¡± clam¨® Guardiola y todos fueron defensores de Pedrito.
Las complicidades, y las mayores lealtades, no se firman en finales como las de Roma o Londres sino que se crean a partir de un 0-0 como el del debut del Bar?a B en Tercera y se ratifican un a?o despu¨¦s en el Camp Nou con un 1-1 ante el Racing en el estreno con el primer equipo, una jornada m¨¢s tarde de perder en campo del Numancia. Pedro ha sido el referente para una generaci¨®n de periodistas comprometidos con el trabajo de campo, desinteresados por la pomposidad de las columnas, empe?ados en escribir textos dignos que sirven igual para la apertura que para la ¨²ltima p¨¢gina de la secci¨®n, tanto da que sea en papel o Internet, compa?eros que nos recuerdan que nuestro oficio consiste en ir a Premi¨¤.
Con una actitud honesta frente a la vida se puede triunfar¡± Carlin
Aunque alguno no tendr¨¢ nunca la disciplina de Pedro, ni su comportamiento ser¨¢ precisamente ejemplar, no laboran para ser estrellas ni ganar premios, sino para merecer su sueldo despu¨¦s de cubrir un amistoso, para sacar noticias, para identificar a los impostores, parar complacer al lector exigente, para marcar goles como los de Pedro. Jam¨¢s fueron perezosos, rebosan energ¨ªa, dif¨ªcilmente se ofenden, no fingen, son agradecidos y, como escribi¨® Carlin en El discreto encanto de Pedro, ofrecen ¡°la sana lecci¨®n de que con una actitud honesta frente a la vida se puede triunfar¡± y ¡° ense?an que en la hoguera de las vanidades del f¨²tbol es posible mantener la decencia y la humildad¡±.
La ¨²nica ambici¨®n que tienen es la de escribir, sin preguntar en qu¨¦ p¨¢gina, de manera que cuando se les silencia, en el momento en que se les reserva los breves o sus noticias descansan en el caj¨®n del redactor jefe, recogen los b¨¢rtulos y se buscan la vida, igual que ha hecho Pedro: ¡°Lo m¨¢s c¨®modo era quedarme aqu¨ª, no jugar, ganarlo todo y salir bien en la foto, pero quer¨ªa minutos¡±. El futbolista tuvo coraje y dignidad, prefiri¨® el riesgo al confort, por m¨¢s que se le descalificara con adjetivos empresariales como ¡°pesetero¡± o ¡°sobrevalorado¡± sin reparar en su personalidad ni condici¨®n de campe¨®n de Europa y del Mundo de selecciones, cosa que no han logrado Messi ni Cristiano.
Lo m¨¢s c¨®modo era quedarme aqu¨ª, no jugar, ganarlo todo y salir bien en la foto, pero quer¨ªa minutos¡± Pedrito
La trayectoria del canario ha sido un ejemplo para los futbolistas y los periodistas, de manera que se impone respetar su huella a partir del compromiso adquirido por aquel grupo reunido a la salida del vestuario en Premi¨¤. All¨ª estaban Marcos L¨®pez, Luis Mart¨ªn, Jordi Cotrina o Fernando Zueras, gente del oficio que se hab¨ªa juntado con Santiago Segurola, el personaje m¨¢s guardiolesco del pa¨ªs, como le defini¨® V¨¢zquez Montalb¨¢n, para crear el Komando Pedrito, un colectivo que fue aumentando con los t¨ªtulos (14 sobre 19) despu¨¦s que Guardiola avisara: ¡°A Pedrito ni me lo toques¡±.
Pedro, Pedrito, simboliza una manera de entender y defender la vida y de comprender tambi¨¦n la obra de Guardiola y del Bar?a.
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