El ruinoso negocio del aeropuerto sin aviones

Castell¨®n dejar¨¢ de tener un aeropuerto sin aviones el pr¨®ximo martes, cuando aterrice el primer vuelo de Ryanair procedente de Londres. La imagen del Boeing 737-800 aterrizando en las pistas de Vilanova d'Alcolea deber¨ªa poner fin a una larga pesadilla de sobrecostes, pleitos judiciales y cr¨ªticas provocadas por el sue?o que tuvieron en su d¨ªa el expresidente valenciano Francisco Camps y el expresidente de la Diputaci¨®n Carlos Fabra, ambos del PP. Sin embargo, no ser¨¢ as¨ª.

La Uni¨®n Europea ha abierto una investigaci¨®n para determinar si la forma en la que el ¨²ltimo Gobierno popular, presidido por Alberto Fabra, quiso pasar p¨¢gina y dejar atr¨¢s el aeropuerto sin aviones cumple o no con la legalidad. Una pesquisa que se ha convertido en un nuevo problema para el actual Gobierno auton¨®mico de coalici¨®n (PSPV y Comprom¨ªs) y que empa?ar¨¢ el inicio de las operaciones del aeropuerto.

La Comisi¨®n Europea considera que la concesi¨®n realizada por Aerocas, la firma p¨²blica creada por la Generalitat y la Diputaci¨®n de Castell¨®n para impulsar el aeropuerto, al grupo canadiense SNC-Lavalin podr¨ªa constituir una ayuda estatal ilegal. Tres palabras sin¨®nimo de desastre porque esos tres vocablos fueron los que acabaron en un dictamen que obliga al Gobierno valenciano a vender los estudios cinematogr¨¢ficos de la Ciudad de la Luz en Alicante. Una infraestructura en la que se han gastado alrededor de 275 millones y que ahora est¨¢ inmersa en un proceso de subasta por 94 millones, que el actual presidente socialista, Ximo Puig, intenta reconducir.

La presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, que form¨® parte del Gobierno que realiz¨® la adjudicaci¨®n del aeropuerto asegura que la concesi¨®n fue correcta y se pregunta por qu¨¦ se investiga Castell¨®n y no otras instalaciones como la de Ciudad Real. La respuesta, seg¨²n fuentes comunitarias, est¨¢ en el contrato firmado el 27 de mayo de 2014 por el que se le concedi¨® la gesti¨®n del aeropuerto de Castell¨®n a Lavalin.

Por un lado, Aerocas present¨® la concesi¨®n como el acuerdo con un operador privado a la vez que defend¨ªa simult¨¢neamente que la explotaci¨®n del aeropuerto era un servicio de inter¨¦s general. El resultado fue un contrato ruinoso, mediante el cual la Administraci¨®n valenciana se comprometi¨® a pagar 24,5 millones de euros en un plazo de nueve a?os, de los cuales ya ha pagado 6,7 y renunciaba a tener cualquier tipo de ingresos por parte del grupo canadiense hasta que no se alcanzase un tr¨¢fico anual de 1,2 millones de pasajeros. Una previsi¨®n que la propia Lavalin no ve posible hasta el a?o 2029. Es decir, de los 20 a?os de concesi¨®n, el Gobierno valenciano solo tendr¨¢ alg¨²n retorno en los ¨²ltimos cinco, siempre y cuando se alcance un alto volumen de pasajeros.

La cuenta de la vieja, a tenor de los vuelos anunciados por Ryanair y la capacidad de los mismos, permite deducir que, para alcanzar la cifra de 1,2 millones de pasajeros, ser¨¢ necesario que Lavalin (que gestiona otros 15 aeropuertos, fundamentalmente en Francia) duplique el n¨²mero de conexiones y de compa?¨ªas durante varios a?os consecutivos para lograr que las instalaciones de Vilanova d'Alcolea puedan generar alg¨²n retorno a la Generalitat por la inversi¨®n realizada.

La investigaci¨®n de Bruselas tambi¨¦n es vista con temor por parte de la industria tur¨ªstica de Castell¨®n que, desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, suspira porque el aeropuerto sirva para atraer vuelos de bajo coste y vuelos charter a una costa que registr¨® un boom urban¨ªstico durante a?os y que conf¨ªa en romper con la estacionalidad del sector.