El m¨¢s pol¨¦mico Unamuno, en la Biblioteca Nacional

Moradores y forasteros tiene la oportunidad de visitar, hasta el 20 de septiembre, la exposici¨®n Yo, Unamuno?que muestra en la Biblioteca Nacional la vigorosa personalidad intelectual del pensador m¨¢s influyente del siglo XX hispano, junto con Jos¨¦ Ortega y Gasset. El montaje describe las dimensiones biogr¨¢fica, po¨¦tica, dramat¨²rgica, novel¨ªstica y ensay¨ªstica del pensador bilba¨ªno, nacido en el seno de una familia tradicional la burgues¨ªa vasca en 1864 y que llegar¨ªa a contraer fuertes v¨ªnculos con Madrid. Aqu¨ª estudi¨® Filosof¨ªa y Letras y despleg¨® parte de su sustanciosa vocaci¨®n de escritor, conferenciante y pol¨ªtico: todo un ejemplo de original compromiso y combate en la b¨²squeda de la verdad a trav¨¦s de la sabidur¨ªa que emana del juicio y que ¨¦l filtr¨® en sus mejores escritos.

Dividido en paneles tem¨¢ticos, el soporte que une el relato unamuniano es la profusa correspondencia que el rector de la Universidad de Salamanca mantuvo con personalidades de la vida literaria espa?ola, se?aladamente Jos¨¦ Mart¨ªnez Ruiz, Azor¨ªn, y tambi¨¦n con destacados representantes de la filosof¨ªa, la pol¨ªtica y la escena, como fue el caso de Francisco Fern¨¢ndez Villegas.

Las vitrinas, que contienen un verdadero torrente epistolar, se ven sazonadas por dibujos realizados por el propio Miguel de Unamuno, que, en su adolescencia, frecuent¨® las aulas del pintor vasco Lecuona; de ¨¦l aprendi¨® a dibujar, eso s¨ª, pasablemente. Llaman la atenci¨®n, por su expresiva hechura, su retrato de un ni?o llamado Raimund¨ªn, as¨ª como de Cristo y un dibujo en el cual muestra a Don Quijote -objeto de uno de sus m¨¢s c¨¦lebres ensayos- crucificado en un ¨¢rbol de tronco aspado.

Junto con objetos surgidos de sus manos, como una muy abundante colecci¨®n papirofl¨¦xica o la escriban¨ªa con la que redact¨® sus numerosos textos, la exposici¨®n va desgranando los jugosos focos de atenci¨®n sobre los que Unamuno pos¨® su mirada, en un relato visual todo lo pl¨¢stico que permite el soporte epistolar de la muestra, que ha sido comisariada por Colette y Claude Rabat¨¦, as¨ª como por Mar¨ªa Jos¨¦ Rucio, con el patrocinio de la Universidad de Salamanca.

Socialista, republicano y antimon¨¢rquico

Lo m¨¢s sorprendente del contenido de la exposici¨®n, nutrida por el copioso fondo documental de la Biblioteca Nacional, es la dimensi¨®n ideol¨®gica y pol¨ªtica de Miguel de Unamuno, al que la escol¨¢stica franquista quiso arrinconar en las filas de un mero diletantismo existencial-cristiano, ocult¨¢ndole al gran p¨²blico durante toda la posguerra su comprometida beligerancia socialista, republicana y antimon¨¢rquica, as¨ª como su simpat¨ªa hacia el anarquismo, que el pensador, represaliado y exiliado varias veces, exhibi¨® durante la mayor parte de su vida.

Desde luego, su singular adscripci¨®n ideol¨®gica le lleva a admitir, en una de sus cartas, que pudo ser identificado con todas o cada una de tales etiquetas, al aceptar que nunca supo ¡°buscar la diagonal¡± a todas ellas. Vehemente contra quienes "odian a Castilla", Unamuno no parece haberse percatado de que la castellanizaci¨®n de Espa?a consecutiva a la crisis imperial de 1898, inducida por su ilustrada Generaci¨®n para resta?ar as¨ª las heridas de aquella derrota, causar¨ªa profundas heridas en las filas del naciente nacionalismo perif¨¦rico.

Su impugnaci¨®n valiente de la dictadura pretoriana del general Miguel Primo de Rivera, en contraste con la aceptaci¨®n de una concejal¨ªa salmantina en el primer gobierno local franquista en Salamanca, ya enfermo de muerte Unamuno, no fue ¨®bice para que se irguiera contra los espadones del mutilado Mill¨¢n Astray a los que espet¨® en el claustro de la Universidad de Salamanca su c¨¦lebre frase "vencer¨¦is, pero no convencer¨¦is". Empero, tras ser despose¨ªdo en agosto de 1936 de sus dignidades por la Rep¨²blica, a la que hab¨ªa defendido bravamente hasta su tr¨¢nsito ideol¨®gico, la Falange se atribuy¨® su entierro el 1 de enero de 1937. Con el mor¨ªa uno de los intelectuales m¨¢s combativos, contradictorios y creativos de su tiempo.

Yo, Unamuno. Sus manuscritos en la Biblioteca Nacional. De 10.00 a 20.00. Entrada libre. Biblioteca Nacional. Paseo de Recoletos, 22. Hasta el 20 de septiembre.