Los prejuicios perjudican la salud de la mujer

?Qu¨¦ raz¨®n puede haber para que la demora en el tratamiento de la tuberculosis sea de 25 d¨ªas en hombres y de 42 d¨ªas en las mujeres en la Comunidad de Madrid? ?Qu¨¦ explica que la tasa de letalidad hospitalaria por infarto sea significativamente mayor en las mujeres? Los estudios realizados por el Grupo de Investigaci¨®n de Salud P¨²blica de la Universidad de Alicante demuestran que ¡°ante un mismo problema o necesidad de salud en ambos sexos, hay un menor esfuerzo diagn¨®stico y terap¨¦utico en el caso de que quien padezca sea mujer¡±. La catedr¨¢tica de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica Mar¨ªa Teresa Ruiz Cantero present¨® el pasado mi¨¦rcoles en la lecci¨®n inaugural del curso universitario 2015-2016, con asistencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, un resumen de los datos y las conclusiones del ¨¢rea que dirige. Entre ellas, ¡°que es importante realizar pol¨ªticas de promoci¨®n de las mujeres a puestos de decisi¨®n, econ¨®micos y pol¨ªticos¡±.

Ruiz Cantero es consciente de que la coyuntura econ¨®mica no favorece la adopci¨®n de medidas que acerquen a Espa?a a los modelos n¨®rdicos en los cuales, por ejemplo, una mejor atenci¨®n p¨²blica al cuidado de ni?os y mayores evita que ese peso recaiga mayoritariamente sobre las mujeres perjudicando a la larga su salud. Sin embargo, cree que ¡°no se trata s¨®lo de una cuesti¨®n de falta de recursos, sino de voluntad a la hora de priorizar a qu¨¦ los dedicamos¡±. En los pa¨ªses del sur de Europa, ¡°la probabilidad de las mujeres de tener mala salud es un 27% mayor que la de los hombres, por un 13% en los pa¨ªses del centro y un 8% en los pa¨ªses del Este¡±. En los n¨®rdicos, apenas existe diferencia. M¨¢s servicios p¨²blicos para la infancia y los mayores, la igualdad de sueldos y de condiciones laborales y la mayor presencia de mujeres en los lugares de toma de decisiones, se apuntan como soluciones.

Pero si el reparto de recursos resulta clave, no lo es menos, a juicio de la profesora Ruiz Cantero, ¡°el cambio cultural que elimine los prejuicios de g¨¦nero¡±. El sesgo de g¨¦nero aplicado a la Sanidad comenz¨® a tenerse en cuenta, explica, ¡°en Estados Unidos en los a?os noventa¡±, sobre todo a ra¨ªz de un estudio realizado en los hospitales de Harvard y de New Haven entre 60.000 pacientes ingresados por s¨ªndrome coronario agudo, que demostr¨® una mayor tendencia a realizar coronariograf¨ªas a los hombres que a las mujeres. La explicaci¨®n: ¡°los est¨¢ndares cl¨ªnicos se crearon a partir de la pato-fisiolog¨ªa de los hombres; como las mujeres no muestran los mismos s¨ªntomas, es m¨¢s f¨¢cil que se les diagnostique err¨®neamente¡±. Lo peor es que, ¡°pese a que ahora tenemos el conocimiento cient¨ªfico para saber esto¡±, los datos de distintas sociedades de cardiolog¨ªa demuestran que, dos d¨¦cadas despu¨¦s, ¡°el diagn¨®stico y tratamiento de las enfermedades card¨ªacas siguen estando sesgados¡±.

Y el sesgo de g¨¦nero no afecta solamente a la diagnosis, sino incluso a los dispositivos de seguridad que reducen el riesgo en caso de accidente, como es el caso de los cinturones de seguridad, cuyo dise?o no se adapta a las circunstancias de las mujeres embarazadas, o a los h¨¢bitos cotidianos, con sistemas de transporte urbanos que no tienen en cuenta las diferencias de movilidad entre hombres y mujeres.

En el aire queda la pregunta que se hace la profesora Ruiz Cantero: ¡°?Qu¨¦ hace que algunas pol¨ªticas aparezcan como impensables y otras como indispensables?¡±