El nuevo modelo de gesti¨®n de los CAP desconcierta a los m¨¦dicos
Los profesionales critican que se fiscaliza su labor para alcanzar objetivos econ¨®micos
Un halo de inquietud se cierne sobre los profesionales de la atenci¨®n primaria en Catalu?a. La puesta en marcha de un nuevo modelo de gesti¨®n en los CAP ha agitado a muchos sanitarios, que ven fiscalizado cada paso que dan en sus consultas en favor de la eficiencia econ¨®mica. Los m¨¦dicos denuncian que la estructura creada por el Instituto Catal¨¢n de la Salud ¡ªla mayor empresa p¨²blica de salud de Catalu?a con ocho hospitales y el 80% de la atenci¨®n primaria¡ª se ha vuelto m¨¢s vertical, los altos cargos se han multiplicado y los profesionales est¨¢n controlados para cumplir los ¡°objetivos economicistas¡± que marca la direcci¨®n.
El ICS ha desplegado, en un programa piloto, las unidades de gesti¨®n de la atenci¨®n primaria (UGAP). Se trata de un nuevo modelo de gobierno de los ambulatorios para dotarles de mayor autonom¨ªa de gesti¨®n, reducir la estructura directiva y acercar las decisiones estrat¨¦gicas a los profesionales. La iniciativa lleg¨® tras las duras cr¨ªticas a la rigidez y excesiva burocratizaci¨®n de la instituci¨®n, que emplea a cerca de 40.000 personas. Y tras el fracaso del proyecto ideado por Josep Prat, expresidente del ente p¨²blico e imputado por varios delitos en el caso Innova de corrupci¨®n, de convertir el ICS en un holding de empresas con filiales m¨¢s peque?as.
En vez de tener, como hasta ahora, un director y un adjunto a la direcci¨®n en cada EAP, el modelo de las UGAP apost¨® por concentrar bajo una misma direcci¨®n varios equipos seg¨²n el n¨²mero de sanitarios y la poblaci¨®n asignada. La direcci¨®n de cada UGAP cuenta, al menos, con un director, dos adjuntos a la direcci¨®n (l¨ªderes cl¨ªnicos de medicina y enfermer¨ªa), un responsable de admisi¨®n, un t¨¦cnico de gesti¨®n y otro de calidad. Tambi¨¦n hay responsables de farmacia y de formaci¨®n. ¡°Este nuevo modelo se basa en aumentar la resoluci¨®n de la atenci¨®n primaria con una interlocuci¨®n m¨¢s cercana y en el trabajo integrado y coordinado entre los proveedores de un territorio para garantizar el continuum asistencial velando por la eficiencia y sostenibilidad del sistema¡±, explica una portavoz del ICS. Cada UGAP tiene libertad para gestionar el presupuesto.
Sin embargo, desde que se pusieron en marcha a principios de 2014, el descontento de los profesionales ha ido en aumento. Los sanitarios se quejan de que, en vez de reducir la organizaci¨®n directiva, ha aumentado. ¡°La gesti¨®n se ha jerarquizado mucho m¨¢s y se ha alejado de los profesionales de base. Se ha agrandado el equipo burocr¨¢tico¡±, protesta Mariluz Talavera, portavoz del Foro Catal¨¢n de Atenci¨®n Primaria (FoCAP). Los sanitarios critican, adem¨¢s, que a los miembros del equipo directivo se los libera de la asistencia varias horas, lo que implica mayor carga de trabajo para el resto de compa?eros.
¡°Detectamos una disconformidad alt¨ªsima del personal. Quieren especializar a los directivos, que dejan de hacer asistencia y se convierten en directores-gestores¡±, apunta David Arribas, portavoz de atenci¨®n primaria del ICS del sindicato Metges de Catalunya. Arribas y Talavera coinciden en criticar la falta de una auditor¨ªa externa que eval¨²e la eficacia y la reducci¨®n de costes que supone el proyecto.
Otra cr¨ªtica de los facultativos es que el nuevo sistema se ha convertido en ¡°una estructura de control de la actividad asistencial para cumplir objetivos economicistas del ICS¡±. Joan Gen¨¦, excandidato a presidir el Colegio de M¨¦dicos, tambi¨¦n va en esta l¨ªnea: ¡°Sacan a la gente de las consultas para meterlas en las estructuras de gesti¨®n. Quieren controlar los procesos asistenciales, lo que el m¨¦dico receta, para que cumplan las directrices y los objetivos marcados¡±. Salvador Arias, de CC OO, va un paso m¨¢s all¨¢ y asegura que la finalidad de las UGAP es facilitar la introducci¨®n de capital privado en el ICS. ¡°Este modelo sigue una tendencia peligrosa. Puede ser la punta de lanza para que entre capital privado¡±.
Este diario ha intentado obtener la explicaci¨®n del ICS sobre las UGAP, pero el ente ha declinado porque ¡°el proyecto no se ha acabado de definir¡±, pese a que lleva m¨¢s de un a?o en marcha. El m¨¦dico Juancho Montero, que ejerce en una UGAP de Matar¨®, se muestra m¨¢s conciliador. ¡°La idea era buena, pero si no se aplica bien y con una inyecci¨®n de dinero, se hunde. Este modelo con recortes no funciona, y el otro tampoco¡±, apunta. El facultativo asegura que ¡°se ha perdido la proximidad con el director¡±, pero justifica que los defectos del modelo se acent¨²an sobre todo por los recortes de plantilla y presupuesto.
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