Vuelta a la normalidad

Visita de Pedro S¨¢nchez al mercadillo de Santa Perp¨¨tua, Cintur¨®n 3.0, m¨¢s all¨¢ de Ori¨®n, Puertas de Tannh?user. Iceta, E=MC2 cuadros del PSC, y Pedro S¨¢nchez avanzan junto a tenderetes que venden las legendarias braguitas del cintur¨®n. Son, por cierto, I+D. Junto al amor y las muestras gratuitas de perfumer¨ªa o de salchichas, conforman el ¨²nico lujo de los pobres. El p¨²blico se arremolina. Priman las se?oras en noche de chicas, pero por la ma?ana, y caballeros jubilados, con gorra y garrota. El contacto con el l¨ªder se realiza a trav¨¦s del chascarrillo ¡ª¡°qu¨¦ guapo eres¡±¡ª, el abrazo y el beso. Junto a un tenderete de pantalones para caballeros que no quieren volver a tener relaciones sexuales el resto de su vida, S¨¢nchez pulveriza el r¨¦cord mundial de besos en la mejilla. El beso, como todo lo humano, deja de ser humano cuando se industrializa. Y tanto beso es raro. Evoca a otros productos raros. No s¨¦. Una peli porno, esa trama en las que despu¨¦s de tanto contacto f¨ªsico, el chico y la chica tampoco se casan.

Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªa este tipo de contacto entre elector y candidato. Concr¨¦tamente, desde 2011, cuando sendas acampadas en Barcelona y Madrid, en plena campa?a electoral, enviaron al garete las din¨¢micas pol¨ªticas electorales. Los pol¨ªticos dejaron de salir a la calle, a hacer lo de siempre, pues no ocurr¨ªa lo de siempre, ni eran recibidos como siempre. El chascarrillo, el abrazo, el beso, los canales de contacto del pol¨ªtico local con el ciudadano, desaparecieron. Bueno. Parece que ya han vuelo a aparecer. En estas elecciones, por cierto, las mejores campa?as est¨¢n siendo, bajo mi criterio, la de Albiol, sustentada en spots zen, y en love power, en no retomar a Albiol donde lo dejamos, y la de Iceta, una campa?a vintage ¡ªparece que se hayan bajado de Google una campa?a de los ochentas¡ª, sustentada en retomar la cosa donde la dejamos en 2011.

LLegamos hasta el chiringuito del PSC, y retomamos la cosa donde la dejamos en 2011. Habla S¨¢nchez. El problema de Espa?a y Catalu?a ¡°son los malos gobernantes¡±, que ¡°no hablan de los problemas reales¡±. Los problemas reales, por cierto, son ¡°los que me ha explicado la gente del mercado¡± ¡ªjusto en ese momento, una se?ora, en el mercado, va y grita: ¡°Independ¨¨ncia!¡±¡ª. S¨¢nchez explica varios de esos problemas reales escuchados en el mercado, ninguno alude a lo producido: la sed de besos y abrazos. En todo caso, esos problemas reales ¡°s¨®lo los solucionar¨¢ un Gobierno socialista¡±. No alude al palabro federalismo. Se ha filtrado, por cierto, que despu¨¦s de la elecciones se materializar¨¢ la propuesta socialista para las generales, y que de federalismo, de entrada, no. Interviene Iceta. Habla de federalismo.