Los mayores, contra el abandono de su centro social en Alcobendas

Los usuarios del centro de mayores Mar¨ªa Zambrano, el m¨¢s antiguo de Alcobendas, han presentado al Ayuntamiento 376 firmas para que las instalaciones sigan abiertas. Denuncian que el lugar est¨¢ siendo desmantelando poco a poco. El Consistorio lo niega, aunque se hayan trasladado talleres a otros lugares debido a que ¡°no re¨²ne condiciones adecuadas¡±. El PSOE presentar¨¢ una moci¨®n para pedir la vuelta de las actividades y una mejora de las instalaciones.

El sal¨®n del centro de mayores Mar¨ªa Zambrano, m¨¢s conocido como ¡°el de la calle Daoiz¡±, situado en el coraz¨®n de Alcobendas, en un barrio humilde y ya viejo por la edad de sus habitantes, rebosa actividad a media tarde. En una de las mesas juegan a las cartas Mar¨ªa Linares, Luisa San Juan, Carmen Barrera y Francisca L¨®pez, al tute hoy, pero otras veces a la brisca, ¡°que tambi¨¦n gusta¡±.

?All¨ª se re¨²nen, con sus achaques y sus a?os, a partir de las 17.00, todos los d¨ªas. ¡°Solo tenemos esta distracci¨®n; si nos la quitan, nos quitan la vida y los otros locales est¨¢n lejos para muchos de nosotros¡±, asegura Luisa, de 89 a?os. El Mar¨ªa Zambrano est¨¢ situado en los bajos de un bloque de viviendas, y sus habituales residen en las inmediaciones, por lo que llegar all¨ª les resulta muy sencillo.

El temor a que cierren el centro, que a lo largo de los a?os se ha convertido en una prolongaci¨®n de su hogar, se ha extendido entre los usuarios. Las sospechas se han acrecentado al volver de vacaciones, cuando se han encontrado con la cafeter¨ªa ¡ªuna barra situada en el sal¨®n¡ª cerrada. ¡°Nos tom¨¢bamos un cafelito, y ahora nada¡±, se quejan.

Antes ya hab¨ªan asistido a una progresiva desaparici¨®n de talleres. ¡°Hab¨ªa muchas actividades, gimnasia, lectura, m¨®viles, pero a?o a a?o las han ido eliminando¡±, enumeran. ¡°Y todo sin decirnos nada, nos lo encontramos hecho¡±, insisten. Aunque todav¨ªa les quedan la peluquer¨ªa y un taller de miga de pan. ¡°Cada vez van quedando menos incentivos para nuestros mayores en este centro¡±, denuncia Rafael S¨¢nchez de Acera, portavoz del grupo socialista, en la oposici¨®n.

A la vista del deterioro, Eugenio Chicharro, uno de los jubilados que frecuentan el centro, puso en marcha una recogida de firmas para evitar su desmantelamiento. Ha conseguido reunir 376, que ya ha entregado en el Ayuntamiento.

¡°Hay que tener en cuenta que muchos de los mayores que vienen aqu¨ª no pueden trasladarse a ning¨²n otro lugar por las condiciones f¨ªsicas en las que se encuentran¡±, explica.

El portavoz del equipo de gobierno (PP), Ram¨®n Cubi¨¢n, sostiene que ¡°en ning¨²n caso se va a dejar a nadie desatendido¡±. Explica que en los ¨²ltimos cuatro a?os han invertido casi 50.000 euros en el Mar¨ªa Zambrano, pero ¡°el edificio no re¨²ne las condiciones, por lo que los talleres se han ido trasladado a otros lugares, no los hemos quitado¡±.

Cubi¨¢n a?ade que las actividades para los mayores se han incrementado en todo el municipio en un 13,60%, como muestra de la preocupaci¨®n que existe en el Ayuntamiento por el colectivo. Tambi¨¦n se mantiene el servicio de comedor, porque la comida llega hasta all¨ª ya envasada.

En cuanto a la eliminaci¨®n de la cafeter¨ªa, el concejal aclara que no es una decisi¨®n que afecte solo a estas instalaciones. El camarero y la cafetera se han sustituido por m¨¢quinas de vending en todos los centros de mayores del municipio. ¡°Ten¨ªan una baj¨ªsima demanda como servicio de cafeter¨ªa y lo considero un acierto¡±, comenta Cubi¨¢n.

Chicharro denuncia que en el Mar¨ªa Zambrano, de momento, solo cuentan con una m¨¢quina de refrescos. ¡°Y, adem¨¢s, a 1,10 euros el bote, muy caro para quienes frecuentamos estas instalaciones¡±, indica. Se pregunta para cu¨¢ndo la m¨¢quina de caf¨¦.

Mientras tanto, los mayores del barrio contin¨²an con sus quehaceres diarios por las ma?anas y su peque?a dosis de esparcimiento por la tarde en la calle Daoiz. Margarita, vecina de uno de los bloques cercanos, se indigna y cuenta c¨®mo su padre y su madre utilizaron las instalaciones hasta su muerte. ¡°Que se preocupen de arreglarlo¡±, concluye.

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