Juego de contrastes
La OBC ha empezado con las pilas bien cargadas su primera temporada con Kazushi Ono como director titular.
La OBC ha empezado con las pilas bien cargadas su primera temporada con Kazushi Ono como director titular. Tras el debut en la Sagrada Familia y su habitual cita popular en las fiestas de la Merc¨¨, el conjunto sinf¨®nico barcelon¨¦s se entreg¨® a fondo en el primer concierto de abono en su sede habitual, el Auditori, con un programa integrado por obras del compositor catal¨¢n H¨¨ctor Parra, el ruso Serguei Prok¨®fiev y el franc¨¦s Maurice Ravel.
Ono es un entusiasta defensor de la m¨²sica contempor¨¢nea y su trayectoria lo avala: cuando visit¨® el Liceo en 2003, al frente de la compa?¨ªa de La Monnaie de Bruselas, dirigi¨® el estreno en Espa?a de la ¨®pera Winterm?rchen de Philippe Boesmans; y como director invitado de la OBC, el pasado mes de enero estren¨® una obra de Benet Casablancas. Abrir, pues, el curso con la audici¨®n de InFALL, de H¨¨ctor Parra, supone toda una declaraci¨®n de intenciones.
OBC
Vadim Repin, viol¨ªn. Kazushi Ono, director. Obras de Parra, Prok¨®fiev y Ravel. Auditori de Barcelona, 27 de septiembre
Encargada y estrenada por la OBC en 2012, InFALL ofrece en su versi¨®n ampliada imaginativos efectos en el uso de una gran plantilla sinf¨®nica que Parra, compositor invitado de la temporada, maneja con habilidad y extraordinario sentido del color. Ono prest¨® atenci¨®n a los detalles de la escritura y el poderoso juego de contrastes en una versi¨®n de gran fuerza.
Tras seis a?os de ausencia, el regreso del violinista siberiano Vadim Repin nos ha permitido disfrutar una espectacular versi¨®n del Concierto n¨²m. 2 de Prok¨®fiev. Repin deslumbr¨® con una t¨¦cnica perfecta, un sonido bell¨ªsimo y una expresividad sin edulcorantes que encontr¨® en Ono un acompa?amiento preciso. Como original propina toc¨® junto al concertino Christian Chivu el primer movimiento de la Sonata para dos violines de Prok¨®fiev.
La orquesta rindi¨® de forma notable en todo el programa y se entreg¨® a fondo en la interpretaci¨®n del ballet Daphnis y Chlo¨¦, obra maestra de Ravel que ofrecieron ¨ªntegra en una lectura de brillante juego de contrastes y colores. Se escucharon sutiles intervenciones solistas, y tambi¨¦n algunos desajustes; Ono deber¨¢ calibrar mejor el poder¨ªo de los metales y la percusi¨®n en una sala de ac¨²stica nada favorable a la hora de dar peso y relieve a las cuerdas. Muy bien en sus m¨¢gicas intervenciones el Cor Madrigal y Lieder C¨¤mera, dirigidos respectivamente por Mireia Barrera y Elisenda Carrasco.
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