Junts pel S¨ª prev¨¦ aceptar parte del plan anticapitalista de la CUP

Si una cosa est¨¢ clara en la negociaci¨®n entre Junts pel S¨ª y la Candidatura d'Unitat Popular es que el escollo m¨¢s dif¨ªcil de sortear ser¨¢ el papel que se reserva para el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas. La candidatura del l¨ªder de CDC sabe que la CUP batallar¨¢ mucho antes de ceder dos de sus votos a Mas, por lo que ya asume que deber¨¢ aceptar parte del programa anticapitalista de la lista que encabeza Antonio Ba?os para ganarse su favor.

El partido no se ha cansado de insistir, en campa?a y tras las elecciones, en que no votar¨¢ la reelecci¨®n del l¨ªder de Converg¨¨ncia: "Lo seguimos manteniendo. No investiremos a Mas presidente", insisti¨® ayer Anna Gabriel, n¨²mero dos del partido, que asegur¨® que la decisi¨®n "ya est¨¢ tomada" y "es colectiva".

La CUP concretar¨¢ hoy, en la reuni¨®n de su consejo pol¨ªtico ¡ªuna asamblea en la que acuden representantes de todas las agrupaciones¡ª el documento que pondr¨¢ sobre la mesa de negociaci¨®n con Junts pel S¨ª. El planteamiento de la formaci¨®n, que obtuvo 10 esca?os el domingo ¡ªpor 62 de los vencedores¡ª es renunciar a sus propuestas de m¨¢ximos y centrarse en "temas esenciales", en palabras de Gabriel, que pasan por medidas sociales y de concreci¨®n de la independencia.

El partido redact¨® un programa cuyo objetivo es "acabar con un capitalismo que genera miseria y que se enfrente con el patriarcado" y que defiende establecer una "democracia socialista" en el que la pol¨ªtica sea m¨¢s cercana al ciudadano. Entre otras medidas, proponen "impulsar servicios p¨²blicos de amplio alcance promoviendo la colectivizaci¨®n de la propiedad privada"; nacionalizar los bancos que reciban capital p¨²blico; o la salida del euro y de la Uni¨®n Europea tal como est¨¢ planteada ahora.

Los nuevos representantes de la CUP son conscientes que algunas de sus propuestas son inasumibles para Junts pel S¨ª, donde cabe desde el centroderecha hasta los socialdem¨®cratas. Sin embargo, la necesidad de acuerdo, sumado al barniz de izquierdas que CDC quiere lograr para refundarse, facilitan que parte del programa sea asumible para los vencedores del 27-S.

"No impondremos condiciones imposibles. Somos conscientes de que somos 10 diputados de 135", explica Gabriel. Sus planteamientos b¨¢sicos son claros: un plan de choque contra la pobreza que incluye medidas como una moratoria en los desahucios, asegurar los suministros m¨¢s necesarios, una renta b¨¢sica universal o desobedecer la reforma laboral que vot¨® la propia CiU. No es la ¨²nica norma de Converg¨¨ncia que quiere cambiar la CUP: en la mesa de negociaciones tambi¨¦n est¨¢n la reversi¨®n de las privatizaciones y los recortes sociales que impuls¨® el anterior Ejecutivo.

Para responder a las propuestas del partido anticapitalista, Junts pel S¨ª prepara su propio plan social, basado en 12 puntos que en la forma pueden asimilarse en los del partido rupturista, pero en el fondo suponen reformas de menor calado.

Las negociaciones han empezado por el programa, que a parte de las medidas sociales tambi¨¦n aborda los pasos hacia la independencia. La CUP quiere que la "desconexi¨®n" del Estado empiece por desobedecer leyes como la norma educativa de Jos¨¦ Ignacio Wert, o la reforma de las administraciones locales.

El debate sobre la presidencia se deja para el final. La CUP busca la f¨®rmula para que Mas pueda tener el papel relevante que desea Junts pel S¨ª sin pasar por el mal trago de votarle como presidente. Antonio Ba?os, candidato del partido, concret¨® ayer que la propuesta de "presidencia coral", lanzada el d¨ªa anterior podr¨ªa materializarse en una "presidencia rotatoria", de f¨¢cil encaje en la ley, o en un Gobierno con varias vicepresidencias, que requerir¨ªa de cambios legislativos.