Malasa?a se llena de m¨²sica
La saxofonista estadounidense Matana Roberts es una de las artistas destacadas del festival Villamanuela, que se celebra este fin de semana en el centro de Madrid
La mujer que aparece en la foto, Matana Roberts, no es f¨¢cil de encasillar. Cantante, saxofonista y animal de conservatorio, sus ra¨ªces est¨¢n en el jazz, pero no esperen a Diana Krall. Si quiere, se muestra capaz de arrullar al oyente, pero sobre todo busca agitarlo. En ocasiones, incluso aterrorizarlo. ¡°No, mi intenci¨®n no es entretener al p¨²blico. Lo que me gusta es dejar a la gente con la sensaci¨®n de que ha vivido una experiencia. Por supuesto, no hay nada malo en entretener. Simplemente no es lo m¨ªo¡±, contestaba horas antes de tomar el vuelo que la trae desde Nueva York, donde vive, a Madrid, donde esta noche act¨²a en la Sala Siroco, en el que ser¨¢ ¨²nico concierto espa?ol de su gira europea.
La ha tra¨ªdo el Festival Villamanuela, cuya tercera edici¨®n empieza hoy. Es una artista ¨²nica en un certamen peculiar. Una rareza en un mundo en el que los festivales son muchos, pero todos se parecen. ¡°Lo que tenemos es una personalidad rotunda¡±, dice su nuevo director, Pedro Mart¨ªnez, que llega del SOS Murcia, mucho m¨¢s mayoritario.
El n¨²cleo central de Villamanuela es una programaci¨®n musical nocturna con conciertos y sesiones de Djs en cinco salas de Malasa?a. Los directos empiezan a las 20.00 y terminan a las 6.00. Este a?o pasar¨¢ por all¨ª la que fuera banda madre del garage rock, The Sonics. ESG, que fue parte del mutant disco neoyorquino de los ochenta o grupos inclasificables como los brit¨¢nica Micachu & the Shapes y los irlandeses Girl Band. Habr¨¢ espacio para la electr¨®nica oscur¨ªsima de Vessel y para la bailable de C.P. I. (o lo que es lo mismo, la suma de Marc Pi?ol y Hugo Capablanca) y para el noruego, Lindstrom.
?Qu¨¦ es el Villamanuela?
El festival Villamanuela, que trae a Matana Roberts, se celebra desde hoy hasta el domingo en las zonas del centro de Madrid conocidas como Malasa?a y Conde Duque. Es su tercer a?o consecutivo, tiene un presupuesto de 175.000 euros y las entradas cuestan 32 euros (un d¨ªa) o 62 (festival entero).
Hay gran n¨²mero de actividades paralelas: exposiciones, conciertos gratuitos en diferentes comercios o una ruta de tapas por 30 bares de la zona. Pero el n¨²cleo duro es una programaci¨®n musical ¨²nica en la ciudad, que trae a 34 artistas internacionales a cuatro salas ¡ªel teatro Barcel¨® (C/ Barcel¨®); Siroco (C/ San Dimas); Y¡¯asta (C/ Valverde); Taboo (San Vicente Ferrer)¡ª. A cinco, porque el domingo el noruego Lindstr?m act¨²a en Joy Eslava (C/ Arenal) en lo que el nuevo director del certamen, Pedro Mart¨ªnez, llama con humor ¡°la expansi¨®n del barrio hacia Sol¡±. Este a?o hay espacio para grupos psicod¨¦licos como Fat White Family, Fuma?a Preta o Moon Duo; mitos renacidos del pasado como The Sonics, o ESG; la electr¨®nica de Vessel o Demdike Stare y grupos indefinibles como Micachu o Girl Band.
villamanuela.es
Pero se combinan con actividades callejeras, diurnas y gratuitas. Por ejemplo, unos 30 bares del barrio participan en La ruta de la tapa Mahou, donde se puede comer una creaci¨®n gastron¨®mica creada para estos d¨ªas. En esos mismos locales habr¨¢ mon¨®logos de humor, y en los comercios de la zona conciertos gratis de bandas del barrio a las 13.00. Una treintena de las tiendas de la zona ¡ªde ropa, discos o mobiliario¡ª ofrecen descuentos este fin de semana a los asistentes al festival.
En el centro Conde Duque se han programado dos exposiciones colectivas de artistas j¨®venes. All¨ª tendr¨¢n lugar visitas guiadas, o conferencias. En la sede tradicional de Festival, el Espacio 101, de la calle Velarde, tambi¨¦n habr¨¢ charlas. Se hablar¨¢ de cine low cost o de la vida de un grupo en la carretera... ¡°La idea es integrar el barrio en el festival. Ya hemos conseguido una identidad musical propia¡±, dice el director. ¡°Pero pretendemos que esto siga aqu¨ª mucho tiempo, de momento est¨¢ asegurado por tres a?os m¨¢s¡±, a?ade. Si se acercan por la zona, encontrar¨¢n programas de mano con una minuciosa descripci¨®n de las actividades.
Y todo girando alrededor de propuestas tan particulares como la de Roberts, que presenta Chapter 3: River Run Thee, tercer disco de un proyecto fara¨®nico en el que lleva ocupada una d¨¦cada. El proyecto se llama Coin Coin en homenaje a Marie Th¨¦r¨¨se Metoyer, Coincoin, una mujer que cre¨® una comunidad de esclavos liberados en Luisiana. ¡°Es el primer arquetipo femenino fuerte que recuerdo de mi infancia, fue una inspiraci¨®n¡±, explica Roberts.
Son 12 discos con los que pretende investigar la historia de Estados Unidos; sobre todo la de los africanos en Am¨¦rica. ¡°Hay 12 ¨¢reas de la historia de Am¨¦rica que me interesan especialmente. Por eso planifiqu¨¦ as¨ª Coin Coin¡±.
Hace 40 a?os los m¨²sicos de free jazz buscaban a sus ancestros en el mundo anterior a los grilletes. La tesis era que la esclavitud se lo hab¨ªa robado todo. Su pasado, su herencia o su nombre. Por ejemplo, cuando en 1969 el saxofonista Archie Shepp viaj¨® a Argel, reivindicaba su herencia perdida cuando sus antepasados fueron introducidos a la fuerza en barcos negreros.
Pero Shepp ten¨ªa 30 a?os cuando se iniciaron las luchas que conducir¨ªan al fin de la segregaci¨®n racial y Matana Roberts naci¨® en Chicago en la d¨¦cada de 1970. La suya era una familia vinculada a las luchas de los negros urbanos. ¡°Mi familia ha vivido muchas generaciones en Chicago. Es una ciudad muy importante para m¨ª, porque todo lo que he aprendido sobre la historia y el orgullo, ha sido de ellos y all¨ª¡±.
A ella las plantaciones le son tan lejanas y al mismo tiempo tan propias como lo era ?frica para Shepp. La idea es que esos lugares son el kil¨®metro cero de casi todo su hoy: de Barack Obama a los disturbios raciales de Ferguson, y entenderlo es la forma de entender su presente. Son sus ¡°ancestros americanos¡±, dice.
Por eso el tercer volumen de Coin Coin es el resultado de un viaje de un mes al sur de Estados Unidos. Su primera visita al sur profundo. ¡°Iba con miedo. Pero seg¨²n fueron pasando los d¨ªas empec¨¦ a relajarme¡±. La lucha de los negros empapa River Run Thee. Roberts enhebra su saxof¨®n con las angustiosas poes¨ªas que escrib¨ªa su abuelo. O con textos del diario de un capit¨¢n ingl¨¦s que condujo a esclavos liberados de vuelta a ?frica. Tambi¨¦n intercala grabaciones que hizo en su viaje por el sur. ¡°Puedes ver a mujeres blancas mayores abrazando al alcalde negro de Jackson, Mississippi, pero para los chavales negros de Jackson todav¨ªa hay pueblos por los que se pasa con las ventanillas subidas y las puertas cerradas. Hay un radar que las personas negras tienen: ¡®Est¨¢s fuera de la plantaci¨®n. No deber¨ªas estar aqu¨ª¡¯. Intentan camuflarse, que no les vean. En mi caso, mi plantaci¨®n al principio no era algo relacionado con la raza o el g¨¦nero, sino con la creatividad. Hubo personas durante mi desarrollo que me dec¨ªan que no fuese artista. Pero lo fui¡±.
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