¡®Delicatessen¡¯ en el MNAC

Sano, sin lesi¨®n ni menoscabo, inalterado, intacto, quieto y muerto. "Inc¨®lume" es el t¨ªtulo escogido para mostrar una colecci¨®n de 19 bodegones o naturalezas muertas del Siglo de Oro espa?ol excepcionales, la mayor¨ªa in¨¦ditas y ninguna anteriormente expuesta. Ahora, pueden verse desde ayer hasta finales de febrero en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) tras ser cedidos por cinco a?os por un coleccionista que ha exigido mantenerse en el anonimato, pese a su importante labor de filantrop¨ªa cultural; algo tambi¨¦n excepcional. El t¨ªtulo hace referencia a la capacidad que tiene la pintura de perpetuar en el tiempo ¡ªcomo si fuera una foto fija¡ª, la frescura pasajera de las flores y plantas o el vigor de la fruta y verduras reci¨¦n cogidas y dispuestas para ser preparadas o comidas. Las obras, dignas de aparecer en cualquier cat¨¢logo est¨¢n firmadas por los grandes del g¨¦nero, como por ejemplo Juan van der Hamen, Pedro de Camprob¨ªn, Juan de Arellano, Tom¨¢s Hiepes, Juan de Espinosa, Agust¨ªn Log¨®n y as¨ª hasta 10 autores.

Joan Yeguas, conservador del ¨¢rea de Arte del Renacimiento y Barroco del MNAC y comisario de la muestra, explica junto a estas obras, iluminadas de forma individual para realzar las piezas como si fueran delicatessen listo para degustarse, que solo dos de los artistas estaban representados en el fondo del museo (Juan van der Hamen y Pedro de Camprob¨ªn). De las obras destaca, convencido, el hecho de que pese a que muchas de ellas son novedad en la historiograf¨ªa del arte, ¡°su calidad har¨¢ que pronto sean obras de referencia¡±.

Las pinturas, que abarcan un periodo de tiempo de 50 a?os, entre 1620 y 1670, ¡°un momento en el que las obras espa?olas presentan unas caracter¨ªsticas diferentes del resto de Europa¡±, comienzan con una del Maestro de Stirling-Maxwell, que muestra una despensa de un hogar campesino en el que se han dispuesto frutas y verduras de forma ordenada. ¡°Se trata de una naturaleza domesticada por la acci¨®n humana¡±, explica. Con la misma idea prosiguen dos obras de Juan van der Hamen, uno de los autores m¨¢s conocidos de este tipo de obras; casi todas con t¨ªtulo interminable y muy descriptivo: Cardo con cesta de manzanas, zanahorias, cidra y naranjas colgadas (1622) y Bodeg¨®n con cesta de fruta (hacia 1622).

La composici¨®n, siempre austera y sobria, avanza hacia la mesa puesta y la representaci¨®n minuciosa de los objetos, que aparecen, casi siempre, de forma elegante. Aqu¨ª destacan las obras de Agust¨ªn de Log¨®n (1640) o una de Tom¨¢s Hiepes (1645). En otras composiciones se introducen elementos met¨¢licos o cer¨¢micos, como las granadas de Van der Hamen de 1629, las manzanas, nueces, uvas y bellotas de Juan de Espinosa, la cesta con ciruelas y raja de mel¨®n de un autor an¨®nimo del C¨ªrculo de Zurbar¨¢n o la min¨²scula y apetitosa composici¨®n de un plato de higos de Pedro de Camprob¨ªn realizada en 1656.

En una exposici¨®n como esta no pod¨ªan faltar los jarrones de flores, una de las variantes o subg¨¦nero del bodeg¨®n. En este caso con tres obras excepcionales. Una del mismo Camprob¨ªn de 1667, otra de Juan de Arellano de 1670 y una tercera de Antonio de Ponce, pintada entre 1635 y 1640. Tambi¨¦n forma parte de esta escogida selecci¨®n de obras que abren el apetito del espectador, una vanitas, en la que se reflexiona sobre la fugacidad de la vida a partir de elementos como la llama de una vela apunto de apagarse o los libros con p¨¢ginas arrugadas.

Nueva presentaci¨®n

El dep¨®sito de las piezas ha permitido su estudio y documentaci¨®n en profundidad y ha llevado a que cinco de ellas ¡°cambiaran de atribuci¨®n¡±, seg¨²n Yeguas. Las obras se incorporar¨¢n, ¡°por un periodo de cinco a?os renovables¡± a los fondos de pintura de Renacimiento y Barroco del MNAC: unas 750 obras de las que se exponen un centenar, muchas de ellas procedentes de donaciones y legados de particulares; ¡°unas v¨ªas alternativas de ingreso que van cobrando una gran importancia en el contexto actual de fuertes restricciones econ¨®micas¡±, comenta Pepe Serra, el director del MNAC.

De todas las obras del periodo, solo unas 120 son obras del siglo XVII. ¡°El fondo m¨¢s conocido internacionalmente, incluso m¨¢s que el rom¨¢nico y el g¨®tico, ya que son las que m¨¢s viajan al ser reclamadas por museos de todo el mundo, como son las de Vel¨¢zquez, Ribera, Zurbar¨¢n, Ma¨ªno o Ribalta¡±, subraya Yeguas. En 2016, coincidiendo con la Merc¨¨, el museo inaugurar¨¢ una nueva presentaci¨®n de este periodo, donde los 29 nuevos bodegones tendr¨¢n un papel importante. La nueva presentaci¨®n tambi¨¦n incorporar¨¢ y har¨¢ visible el Legado Camb¨® y las obras del periodo de la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza, como una magn¨ªfica tabla de Fra Angelico.