El acuerdo que Fabra no pudo lograr
Los empresarios y las malas expectativas electorales empujan al PP a sumarse al pacto impulsado por Puig para mejorar el trato que da el Estado a la Comunidad Valenciana
La presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, no ocult¨® el pasado mi¨¦rcoles su incomodidad al ver c¨®mo los principales agentes sociales (empresarios, sindicatos y universidades) firmaban, en la solemnidad del Sal¨® de Corts del Palau de la Generalitat, el acuerdo para reclamar conjuntamente la reforma del sistema de financiaci¨®n, la deuda hist¨®rica y una mejora de las inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana. Un pacto hist¨®rico, rubricado el d¨ªa antes por todos los partidos pol¨ªticos en el Parlamento auton¨®mico.
Esa era la foto que el anterior presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hab¨ªa intentado conseguir, sin ¨¦xito, el 17 de octubre de 2013. Los partidos de la oposici¨®n se hab¨ªan negado el d¨ªa antes a apoyar una resoluci¨®n en las Cortes Valencianas para lograr un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, los sindicatos mayoritarios le hab¨ªan dado con la puerta en las narices al Consell, los rectores se hab¨ªan puesto de perfil y el Acuerdo de la Sociedad Civil por la Comunidad Valenciana acab¨® por tener m¨¢s cobertura informativa en las gacetillas de las revistas del coraz¨®n que en las secciones de pol¨ªtica y econom¨ªa.?
?Por qu¨¦ el socialista Ximo Puig ha logrado en los primeros 100 d¨ªas de gobierno lo que el popular Alberto Fabra no pudo conseguir dos a?os antes? La respuesta es m¨²ltiple, pero un factor determinante ha sido la presi¨®n de los empresarios sobre el PP valenciano para que no se descolgase de un acuerdo un¨¢nime, as¨ª como el temor de la direcci¨®n regional del partido a abrir una nueva v¨ªa de agua en plena precampa?a de las generales. El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reconoci¨® con elegancia el papel de los empresarios en el acuerdo, no solo el de la patronal auton¨®mica Cierval (cuyo presidente Jos¨¦ Vicente Gonz¨¢lez firm¨® el documento), sino el de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE), tambi¨¦n representada en la escenificaci¨®n de la firma.
No ha sido esta la ¨²nica diferencia. El contexto y el planteamiento con que Puig y Fabra? afrontaron la consecuci¨®n de un gran acuerdo es muy distinta, tanto en el fondo como en las formas.
Hace dos a?os, el PP decidi¨® tramitar de urgencia en el Parlamento una proposici¨®n para exigir un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. La defensa corri¨® a cargo del entonces portavoz popular Jorge Bellver que present¨® la iniciativa como una gran oportunidad. La izquierda, airada, rechaz¨® sumarse a la propuesta por varias razones.
Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, argument¨®: "El PP no busca el acuerdo, sino la adhesi¨®n. No quiere socios, sino palmeros. No ha negociado nada. Simplemente nos explicaron que hab¨ªan presentado su propuesta, dijimos que presentar¨ªamos una enmienda y todav¨ªa estamos esperando volver a hablar". Enric Morera, de Comprom¨ªs, afe¨® a los populares los posicionamientos del ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, reacio a iniciar la negociaci¨®n sobre la financiaci¨®n auton¨®mica, la negativa a reconocer la deuda hist¨®rica y las bajas inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana. Y el socialista Juli¨¢n L¨®pez Milla record¨® a los populares que ya ten¨ªan dos acuerdos un¨¢nimes sobre la necesidad de cambiar el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica aprobados por las Cortes Valencianas del 28 de septiembre y del 9 de mayo de 2010. Unos acuerdos un¨¢nimes que el propio PP hab¨ªa rechazado en el Congreso de los Diputados.
Pese a la falta de acuerdo pol¨ªtico, los populares organizaron un gran acto de presentaci¨®n del Acuerdo de la Sociedad Civil por la Comunidad Valenciana ante m¨¢s de un millar de personas. El evento, que record¨® la ¨¦poca de grandes fastos de Francisco Camps, cost¨® m¨¢s de 25.000 euros y, para desgracia del PP, la atenci¨®n recay¨® sobre las presentadoras N¨²ria Roca y Cristina T¨¢rrega m¨¢s que sobre el contenido del documento.
En esta ocasi¨®n, el presidente Ximo Puig ha intentado no repetir los errores de Fabra. Ante el Parlamento tuvo el cuidado de dar a la iniciativa parlamentaria el rango que le correspond¨ªa y fue Puig, personalmente, quien defendi¨® la propuesta. El jefe del Consell opt¨® por un tono conciliador pese a la dureza del discurso de la portavoz popular, Isabel Bonig, y evit¨® complicarles la vida a los portavoces de los grupos que le sustentan en sus negociaciones con Ciudadanos y el PP.
Concreci¨®n y seguimiento
El hist¨®rico acuerdo, a diferencia del propuesto en su d¨ªa por Fabra, recoge tambi¨¦n la exigencia al Estado de mayores inversiones en la Comunidad Valenciana. Cuantifica la deuda hist¨®rica y, como el planteado por el PP en su d¨ªa, exige la revisi¨®n de la financiaci¨®n auton¨®mica a efectos de 1 de enero de 2014.
Con el papel bajo el brazo, y la unanimidad de todos los partidos representados en las Cortes, Presidencia de la Generalitat convoc¨® el acto con los agentes sociales y cuid¨® con esmero que estuviesen presentes en el acto los representantes de las principales organizaciones empresariales y UPyD y Esquerra Unida. El acto se revisti¨® de un car¨¢cter solemne e institucional, alejado del ambiente de c¨®ctel con el que Fabra present¨® su documento en sociedad.
Puig ha propuesto tambi¨¦n la creaci¨®n de una comisi¨®n de seguimiento del acuerdo para que el Consell de cuenta a las Cortes y a las entidades firmantes de las gestiones realizadas en la consecuci¨®n de las reivindicaciones. Un elemento que hace dos a?os el PP no previ¨®. Y como Fabra al inicio de su mandato, el actual presidente de la Generalitat aprovech¨® el discurso del pasado 9 d' Octubre para dejar claro que la mejora de la financiaci¨®n auton¨®mica est¨¢ en el frontispicio de su proyecto pol¨ªtico. Un objetivo del que, tarde o temprano, todos los dirigentes pol¨ªticos valencianos tienen que dar cuenta.
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