El arte de empeorar las cosas
El independentismo est¨¢ en un callej¨®n sin salida y espera que La Moncloa reactive las movilizaciones secesionistas
Hace dos a?os era imprevisible que el deterioro y sinsentido de la cuesti¨®n catalana llegar¨¢n tan lejos pero ahora todo es previsible como, por ejemplo, que Carme Forcadell presida el parlamento auton¨®mico, que fuese presentada una propuesta de resoluci¨®n independentista, que PP y C¡¯s pidieran la suspensi¨®n del pleno para iniciar la secuencia independentista y tambi¨¦n la decisi¨®n del Tribunal Constitucional de no suspender cautelarmente ese pleno de este lunes. Tiene l¨®gica que el Constitucional argumente que, en caso de darse una resoluci¨®n ilegal, entonces habr¨¢ llegado el momento de anularla. Mientras tanto, el reflujo c¨ªvico es constatable. No pocos ciudadanos que creyeron idealmente en la Catalu?a independiente piensan ahora que el parlamento de Catalu?a no es una lanzadera de m¨ªsiles, que gran parte de lo que est¨¢ haciendo Artur Mas no tiene otro objetivo que mantenerse en el poder sea al precio que sea y que las v¨ªas de escape sobre las que se est¨¢ especulando parten de una pol¨ªtica concebida como el arte de empeorar las cosas.
Concretamente, tiene componentes de enajenaci¨®n el sistema tetrarca de gobierno que se insin¨²a en las especulaciones de un pacto por el que la CUP, a pesar de sus aparentes reticencias, est¨¦ dispuesto a darle la presidencia a Artur Mas siempre y cuando sus poderes ¡ªcomo los de una reina madre¡ª queden limitados por un ejecutivo con tres vicepresidentes, eminentemente Oriol Junqueras pilotando la econom¨ªa de la Generalitat. A saber, c¨®mo pagar¨¢ a los farmac¨¦uticos o con que talante recibir¨¢ a los inversores extranjeros si la CUP exige acabar con el euro. Un gobierno de cuarteto acentuar¨ªa la descomposici¨®n pol¨ªtica de Catalu?a y el actual momento involutivo, por contraste dram¨¢tico con la vitalidad econ¨®mica y social de cada d¨ªa. Los historiadores recuperan la figura de los tetrarcas que compart¨ªan el poder en el imperio romano desde los tiempos de Diocleciano, creador de la f¨®rmula y que supo aprovecharla con astucia. Si Diocleciano concibi¨® la tetrarqu¨ªa para parar a los persas, la aportaci¨®n de la CUP tiene el prop¨®sito de desacatar la norma y romper con lo poco que queda del fair play despu¨¦s de las primeras actuaciones de Carme Forcadell como presidenta del parlamento auton¨®mico. Claro que un Diocleciano apostando por resistir al imperio persa no es comparable a Artur Mas aceptando tanto despiece del poder para, preserv¨¢ndolo aunque sea en formato m¨ªnimo, abrir a Catalu?a las puertas de mundo dejando atr¨¢s sus largos siglos de existencia como parte de Espa?a y, por tanto, su permanencia en la Uni¨®n Europea.
La aportaci¨®n de la CUP desacata la norma y romper con lo poco que queda del ¡®fair play¡¯ tras las primeras actuaciones de Forcadell como presidenta del Parlament
La rumorolog¨ªa perfila la tetrarqu¨ªa como un organigrama de poder ejecutivo en el que Artur Mas tendr¨ªa una presidencia simb¨®lica ¡ªlo que en Francia se llama inaugurar exposiciones de crisantemos¡ª y habr¨ªa tres vicepresidencias, la econ¨®mica para Junqueras, otra para la convergente Neus Munt¨¦ procedente del sindicalismo y otra para Romeva, de quien no se sabe muy de donde procede ni adonde se dirige. Pero antes se habr¨¢ producido la presentaci¨®n del recurso del ejecutivo de Mariano Rajoy al Constitucional, tal vez ma?ana mismo. Evidentemente, el independentismo sabe que est¨¢ en un callej¨®n sin salida y por eso espera que La Moncloa d¨¦ pie a una reactivaci¨®n emocional de los que han sido los picos, ya decrecientes seg¨²n las recientes elecciones, de las movilizaciones secesionistas.
Artur Mas tiene desorientados, por no decir decepcionados, a quienes le han apoyado con asiduidad, m¨¢s all¨¢ de la racionalidad y de la ley universal del sentido del rid¨ªculo, formulada por Josep Tarradellas. Ahora mismo, en Junts pel S¨ª la consistencia conceptual est¨¢ bajo cero. Y mientras tanto, Ciutadans va aumentando notablemente las expectativas de voto. De alguna manera, C¡¯s podr¨ªa ser considerado una de las obras maestras del legado de Artur Mas, al modo de aquella forma de hacer poes¨ªa que qued¨® definida como un encuentro azaroso, ¡°sobre una mesa de disecci¨®n, de una m¨¢quina de coser y un paraguas¡±. Ser¨¢ su penultima aportaci¨®n a los anales de la historia pol¨ªtica de Catalu?a: sus logros previos han sido unos recortes sociales mal hechos y peor explicados, dejarse llevar por ERC, lograr que Uni¨® se fuera por su cuenta, poner fin a ese instrumento pol¨ªtico bien afinado que era el grupo parlamentario en la Carrera de San Jer¨®nimo, quebrar la confianza del mundo econ¨®mico y, entre otras cosas, dividir la sociedad catalana. En fin, nada que no pueda remediar la capacidad conciliadora de Carme Forcadell.
Valent¨ª Puig es escritor.
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