Carmena quiere quitar las multas por botell¨®n a quien tenga aficiones sanas

El Ayuntamiento de Madrid quiere evitar a los j¨®venes el pago de una multa de hasta 600 euros cuando la polic¨ªa les pilla consumiendo bebidas alcoh¨®licas en la calle. Como hay ¡°una legislaci¨®n que acatar¡±, el gobierno municipal estudia ¡°compensar¡± el abono de la sanci¨®n ¡°con alg¨²n tipo de trabajo para la comunidad, o incluso de un tipo de ocio alternativo¡±, seg¨²n el concejal Javier Barbero. En este ¨²ltimo caso, se tratar¨ªa de ¡°demostrar que la persona gestiona su ocio de otra manera que no sea bebiendo, que se ha gastado el dinero en actividades culturales, deportivas, etc¨¦tera¡±, explican fuentes municipales.

Una encuesta sobre alcohol publicada por el Ministerio de Sanidad en marzo indicaba que el botell¨®n (¡°reuni¨®n al aire libre de j¨®venes, ruidosa y generalmente nocturna, en la que se consumen en abundancia bebidas alcoh¨®licas¡±, seg¨²n la Real Academia) se concentra entre chavales de 15 a 24 a?os. En 2014, otra encuesta de Sanidad apuntaba que m¨¢s de la mitad de estudiantes de 14 a 18 a?os hab¨ªa participado en un botell¨®n en el ¨²ltimo mes. El alcohol lo compran la mayor¨ªa de las veces en supermercados y lo consumen en parques, v¨ªas y plazas.

La Ley regional de Drogodependencias proh¨ªbe desde 2002 ¡°el consumo de bebidas alcoh¨®licas en la v¨ªa p¨²blica, salvo terrazas o d¨ªas de fiestas patronales¡±. En 2012, la Comunidad (PP) endureci¨® el r¨¦gimen sancionador: dobl¨® la multa para los mayores de edad (de 300 a 600 euros); fij¨® en 500 euros el castigo para los menores; y elimin¨® la posibilidad de eludir el pago a cambio de trabajos sociales (unas 120 horas). Esta ¨²ltima medida fue impulsada por la entonces alcaldesa, Ana Botella (PP), que adem¨¢s redact¨® en 2011 una ordenanza del ruido que contempla sanciones de hasta 600 euros por el alboroto derivado del botell¨®n. Por si fuera poco, la Ley estatal de Seguridad Ciudadana aprobada por el Gobierno (PP) en abril sanciona ¡°el consumo de bebidas alcoh¨®licas en lugares, establecimientos o transportes p¨²blicos cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana¡±, con multas de 100 a 600 euros.

¡°El r¨¦gimen sancionador se cambi¨® porque no surt¨ªa efecto; si el Ayuntamiento puede aportar nuevos argumentos estamos dispuestos a escuchar; en caso contrario, no tendr¨ªa mucho sentido volver al sistema anterior¡±, asegura ?ngel Garrido, consejero regional. de Presidencia y Justicia.

La competencia para sancionar corresponde al Ayuntamiento. Y en Madrid se multa: entre enero y octubre, la Polic¨ªa Municipal impuso 29.756 denuncias, de las que 101 fueron a menores. En 2014, fueron 42.266 denuncias. El problema es que resulta muy complicado cobrar esas multas.

Hasta 600 euros de multa

En primer lugar, porque cuando los j¨®venes reciben la denuncia, tienen 10 d¨ªas para admitir su responsabilidad y pagar, en cuyo caso se benefician de una rebaja del 40% en la sanci¨®n. Pero lo habitual es que no se lo comuniquen a sus padres hasta tiempo despu¨¦s; as¨ª, cuando la notificaci¨®n llega por escrito al domicilio, ese plazo ya ha expirado y, enfrentados al pago de 600 euros, la mayor¨ªa opta por recurrir.

La v¨ªa ejecutiva retrasa el pago hasta cuatro a?os. Y nada asegura que se produzca, puesto que el joven, si es mayor de edad, se puede declarar insolvente.

El concejal de Salud y Seguridad, Javier Barbero (Ahora Madrid), que antes ejerc¨ªa como psic¨®logo cl¨ªnico en el Hospital Universitario La Paz, admite que el botell¨®n ¡°puede generar distintas dificultades, tanto de salud p¨²blica como de convivencia¡±. Barbero cree que la legislaci¨®n es ¡°un tanto inconsistente¡±, porque ¡°permite que se beba en el mismo parque en una terraza a 20 metros, y no se permite beber lo mismo en el parque de al lado y adem¨¢s se multa¡±. ¡°Tenemos una legislaci¨®n que acatar, pero estamos viendo c¨®mo poder sugerir transformaciones importantes¡±, a?ade a preguntas de una ciudadana en la p¨¢gina de debates p¨²blicos del Ayuntamiento de Madrid. ¡°Entre otros¡± cambios, el edil sugiere que ¡°la sanci¨®n no sea econ¨®mica sino de alg¨²n tipo de trabajo para la comunidad o incluso de un tipo de ocio alternativo¡±. ¡°No es f¨¢cil, las dificultades legales son importantes, pero estamos estudi¨¢ndolo¡±, concluye Barbero.

Fuentes municipales han afirmado a EL PA?S: ¡°Se ha comprobado que las multas no cumplen con el objetivo de reducir el riesgo de beber en las calles¡±. As¨ª que el gobierno municipal ha solicitado un informe a la asesor¨ªa jur¨ªdica del Ayuntamiento ¡°para ver si se puede aplicar un plan sancionador alternativo, que tenga medidas de compensaci¨®n en vez de multas econ¨®micas¡±. No se trata, explican, de ¡°suspender¡± la multa, sino de ¡°compensarla¡± con esas otras medidas. Entre ellas, mencionan los trabajos comunitarios, como dictaba la ley antes del cambio de 2012, o ¡°entrar en programas de prevenci¨®n de riesgos¡±, bajo tutela de los servicios sociales municipales. Para explicar la alusi¨®n al ¡°ocio alternativo¡± realizada por el concejal, dichas fuentes razonan: ¡°Otra opci¨®n es demostrar que la persona gestiona su ocio de otra manera que no sea bebiendo, que se ha gastado el dinero en actividades culturales, en deportivas, etc¨¦tera¡±.