Custodios del pasado

Los promotores de la Operaci¨®n Canalejas, el grupo Villar Mir y la constructora OHL, han querido acreditar buena fe y respeto al patrimonio cultural. Lo hacen al calor de un litigio con sectores civiles de defensa patrimonial y con las autoridades municipales, a prop¨®sito de la construcci¨®n de un complejo hotelero y comercial junto a la Puerta del Sol.

Para dar a conocer sus buenas intenciones, las han escenificado mostrando un ajuar muy especial, que conservan, custodian y restauran en una amplia nave industrial de Azuqueca de Henares (Guadalajara): se trata de centenares de los elementos decorativos ¡ªhan catalogado hasta 16.712 de 300 tipolog¨ªas distintas¡ª que ornamentaron en su d¨ªa los edificios de la c¨¦ntrica manzana de La Equitativa, donde se aprestan a levantar el complejo.

Los siete inmuebles han sido ya ahuecados y permanecen ce?idos a sus fachadas. De su interior, los constructores han rescatado aquellos elementos ornamentales merecedores de protecci¨®n patrimonial: hasta 3.500. Abarcan desde capiteles corintios de lat¨®n hasta verjas bronc¨ªneas. Ordenadamente apiladas, languidecen a la espera de decorar, tal vez, la consigna del futuro hotel de cinco estrellas que las compa?¨ªas propietarias del solar asignaron a Four Seasons, ¡°por tratarse de una cadena internacional interesada en alojar sus hoteles en edificios hist¨®ricos, desde palacios hasta conventos y c¨¢rceles¡±, seg¨²n Francisco Meli¨¢, director general del Centro Canalejas.

El proyecto, para el cual obtuvieron ¡°luz verde oficial¡±, se detiene sin embargo intermitentemente, ya que el Consistorio y el Gobierno regional exigen una serie de requisitos sobre el respeto patrimonial de los inmuebles, como los que desde la nave de Azuqueca sus propietarios quieren mostrar que satisfacen. ¡°A veces, hemos ido demasiado r¨¢pido¡±, admite Meli¨¢.

La centralidad del enclave desat¨® alertas vecinales y de quienes, como la asociaci¨®n civil Madrid, Ciudadan¨ªa y Patrimonio, se oponen al proyecto, por prever da?os evidentes sobre el semblante arquitect¨®nico de la ciudad. La manzana en cuesti¨®n es sin duda de las m¨¢s se?eras de Madrid: lleva la huella de tres arquitectos renombrados del siglo XIX: Eduardo Adaro, Jos¨¦ L¨®pez de Sallaberry y Jos¨¦ Urioste.

El hecho de que la gran manzana madrile?a, en su d¨ªa propiedad de su ¨²ltimo due?o, el Santander, haya permanecido 10 a?os sin morador alguno, ha deteriorado sus decoraciones. Adem¨¢s, sucesivas modificaciones, seguidas de cambios de uso e intervenciones en las d¨¦cadas de los cuarenta, sesenta, ochenta, en tiempos en que apenas exist¨ªa conciencia patrimonial, erosionaron aspectos clave de su fisonom¨ªa. ¡°Pero la arquitectura no solo es ornamento, es tambi¨¦n tect¨®nica, espacialidad, que el proyecto en marcha acabar¨¢ por hacer desaparecer¡±, se lamenta el arquitecto ?lvaro Bonet, portavoz de la organizaci¨®n Madrid, Ciudadan¨ªa y Patrimonio. Las quejas no han hallado eco en las autoridades, que han bendecido el proyecto, aunque mantienen todav¨ªa algunas cautelas.