Los libreros de la cuesta de Moyano piden una regulaci¨®n como la de Par¨ªs

Cuentan los libreros de la cuesta de Moyano que en sus 90 a?os de historia solo 15 d¨ªas han permanecido cerrados. Fue en el verano del 39, tras la victoria de las tropas franquistas. Cuando requisaron las obras que iban en contra de la moral del r¨¦gimen. ¡°Desde entonces, no ha habido una jornada en la que no hubiera aqu¨ª alg¨²n librero¡±, asegura Paco Moncada, presidente de la Asociaci¨®n de Libreros de la Cuesta de Moyano. Recuerda con nostalgia los buenos tiempos, ahora que son ya exiguos los clientes y precarias las ventas. Los vendedores de los 30 puestos quieren recuperar el ¡°gran centro cultural que fue la feria permanente de libros de Moyano¡± y ven en la normalizaci¨®n la soluci¨®n a sus problemas. ¡°Necesitamos una regulaci¨®n est¨¢ndar y oficial para todas las casetas, como la que tienen en Par¨ªs¡±, argumenta Moncada, ¡°que recoja la idiosincrasia de este lugar tan especial¡±. Esto incluye que les quiten el alquiler o que les pongan un canon cultural.

Los buquinistas franceses ¡ªse llaman as¨ª espec¨ªficamente aquellos libreros que venden en los m¨¢rgenes del r¨ªo Sena¡ª tienen desde 2011 un reglamento estricto que deben cumplir y que les permite no pagar tasas ni alquiler (tampoco pueden recibir subvenciones). Est¨¢n obligados a abrir sus puestos un m¨ªnimo cuatro d¨ªas a la semana, a vender esencialmente libros antiguos, de ocasi¨®n o grabados y a comprar o construir los cajones de venta en unas dimensiones concretas e iguales para todos ellos, entre otras medidas.

La equidad para todas las concesiones es una de las demandas de los libreros de Moyano: denuncian que cada caseta paga un canon distinto en funci¨®n del a?o de su instalaci¨®n. As¨ª, mientras aquellos que empezaron en 1985 abonan alrededor de 1.400 euros al semestre, los de 2005 llegan a los 6.000. ¡°Son concesiones que se dan al alza; es decir, que cada vez que se renuevan el precio es superior a la vez anterior. Esta discriminaci¨®n hace muy dif¨ªcil la supervivencia a los nuevos libreros¡±, constata el presidente de la Asociaci¨®n. ?ngela Barrios, que lleva 15 a?os en Moyano y tiene uno de los canon m¨¢s caros, afirma: ¡°No podemos mantener a las familias as¨ª, pagando lo que pagamos¡±.

El precio de alquiler de las casetas es solo una de las numerosas dificultades que los libreros engloban bajo un problema general: la indiferencia de las Administraciones. ¡°Nos limitan cada vez m¨¢s. Y nosotros s¨ª que estamos al l¨ªmite, pero de la supervivencia¡±, explica el vendedor Armando Castillo, que hered¨® el puesto de su padre ¡ª¡°llevamos aqu¨ª desde los sesenta, de sol a sol¡±¡ª.Una gran parte de sus obst¨¢culos se derivan del proyecto de peatonalizaci¨®n del entonces alcalde del PP Alberto Ruiz-Gallard¨®n en 2007. ¡°Desde que hicieron la calle peatonal hemos perdido much¨ªsima visibilidad¡±, razona Moncada. ¡°Antes ven¨ªa mucha m¨¢s gente¡±. Adem¨¢s, la reforma de la cuesta trajo, seg¨²n los libreros, un suelo de granito que ¡°arde en verano y enfr¨ªa en invierno¡± y un paseo sin sombras ni bancos. ¡°Lo ¨²nico bueno que nos iba a traer era una terraza para dinamizar la zona y todav¨ªa no ha llegado¡±, se quejan los vendedores.

Sin aparcamientos

La falta de sitio para dejar los veh¨ªculos es otra de sus preocupaciones. ¡°En esta calle no se puede entrar con el coche, pero tampoco podemos dejarlo en los alrededores para cargar porque tenemos el l¨ªmite horario de 09.00 a 11.00. ?C¨®mo hacemos para traer y descargar el g¨¦nero?¡±, explica Moncada. Esta limitaci¨®n ha reducido la llegada de vendedores particulares: ¡°No reponemos, no vendemos¡±.

¡°Somos conscientes de que existe voluntad pol¨ªtica para dar soluciones a nuestras demandas¡±, reconoce el presidente. Ya han tenido una reuni¨®n con la alcaldesa y otra con la directora general de Patrimonio. Ambas con resultados. ¡°Ahora solo falta que se trasladen a decisiones pr¨¢cticas¡±. Mientras, ellos recuerdan que son la ¨²nica calle de Madrid en la que de principio a fin ¡ª200 metros¡ª solo se venden libros.?