La independencia de Catalu?a, ?Una cuesti¨®n demogr¨¢fica?
El aumento del independentismo en las franjas de edad m¨¢s j¨®venes har¨ªa esperar una victoria generacional separatista. El ejemplo canadiense se?ala lo contrario
La noche del 30 de octubre de 1995, Quebec se qued¨® a las puertas de la independencia. Los partidarios de la secesi¨®n lograron el 49,42% de los votos, nueve puntos m¨¢s que en el anterior refer¨¦ndum de 1980, pero 6 d¨¦cimas por debajo de lo que necesitaban. Pese a todo, estaba en marcha un cambio generacional y muchos creyeron que la independencia era cuesti¨®n de sentarse y ver c¨®mo crec¨ªa: un mero asunto demogr¨¢fico. 20 a?os despu¨¦s y pese a que seg¨²n todas las encuestas sus ciudadanos se sienten menos canadienses que nunca, el apoyo a la secesi¨®n en Quebec ha ca¨ªdo hasta el 34%. La evoluci¨®n se explica por muchos factores coyunturales. Pero, ?es posible en el caso catal¨¢n hacer una predicci¨®n a 10 a?os vista basada en la demograf¨ªa?
Los ciudadanos de Quebec se sienten menos canadienses que nunca, pero la opci¨®n separatista ha ca¨ªdo del 49,42% en 1995, al 34%
En el caso de los j¨®venes parece complicado establecer un patr¨®n. P. Masclans, inform¨¢tico barcelon¨¦s de 23 a?os, se consideraba federalista antes de 2012. La victoria del PP, cuenta, agot¨® su paciencia y no vio otra opci¨®n que la independencia para solucionar lo que consideraba un callej¨®n sin salida . ?Tercera v¨ªa en un futuro? No lo sabe, pero cree que su postura es irreversible. Masclans forma parte del grupo de j¨®venes de 18 a 35 a?os que conforman el mayor segmento poblacional a favor de la secesi¨®n (alrededor del 50%, m¨¢s del doble que 2006). En el otro extremo, los mayores de 65 a?os son los menos independentistas (un 36%). La teor¨ªa dir¨ªa que a medida que las generaciones se sustituyan, la masa separatista crecer¨¢. Pero adem¨¢s del tiempo, hay que tener en cuenta otros factores.
Hay tres elementos que intervienen en esta evoluci¨®n: el efecto ciclo de edad (c¨®mo evolucionan las actitudes pol¨ªticas a medida que se cumplen a?os), el efecto cohorte (la cuesti¨®n generacional, cu¨¢ndo has nacido y qu¨¦ elementos han marcado la socializaci¨®n) y el efecto periodo (los eventos que afectan a todos por igual y que suceden en un mismo espacio tiempo). En este ¨²ltimo caso se podr¨ªan colocar las Diadas, la sentencia del Constitucional, la consulta del 9N¡
Una evoluci¨®n homog¨¦nea
Crecimiento. En 2006, los j¨®venes de entre 18 y 34 que prefer¨ªan un Estado independiente se situaba en el 20,2%. En el conjunto de la poblaci¨®n en el 15,4%. En el 2013 (¨²ltimo dato del CEO antes de la nueva metodolog¨ªa), hab¨ªan pasado al 51% (47% en el conjunto de la poblaci¨®n).
Solo catalanes. En el periodo 2006-2013, el porcentaje de j¨®venes que se sienten solo catalanes ha pasado de 16,1% a 28,4%. En el conjunto de la poblaci¨®n, los porcentajes pasan de 15,7 a 29,4%
Todos los que han vivido estos acontecimientos variar¨¢n su aproximaci¨®n al independentismo. Por eso, el aumento ha sido pr¨¢cticamente proporcional en todos los segmentos generacionales. Pablo Sim¨®n, polit¨®logo y profesor de la Universidad Carlos III, ve dos fechas clave: ¡°La principal variaci¨®n ha venido por cambios muy bruscos y ex¨®genos. El mayor incremento del independentismo se despu¨¦s de que el PP ganase por mayor¨ªa absoluta las elecciones. Y ya solo baj¨® un poco a partir de mayo de 2014 [Elecciones Europeas], cuando se cre¨® la percepci¨®n de que algo pod¨ªa moverse en Espa?a¡±. Pero incluso tomando el asunto generacional como referencia, la clave podr¨ªa no estar tanto en los m¨¢s j¨®venes, sino en el segmento intermedio, que reemplazar¨¢ a los mayores de 65 a?os. Pau Mar¨ª-Klose, profesor de sociolog¨ªa de la universidad de Zaragoza, analiza la evoluci¨®n en datos pero minimiza su impacto. ¡°Ah¨ª s¨ª podr¨ªa pensarse que por reemplazo generacional terminar¨ªan siendo sustituidos por un grupo con mayor inclinaci¨®n a favor del independentismo (que ahora tiene de 50 a 64 a?os), pero la diferencia, ren realidad, no es tan significativa¡±, se?ala.
En Catalu?a, los j¨®venes de 18 a 34 son los que menos espa?oles se sienten
Lo experiencia en Quebec, de cuyo ¨²ltimo refer¨¦ndum se cumplen ahora 20 a?os, contradice tambi¨¦n esa asociaci¨®n entre juventud e independentismo que suele hacerse apresuradamente. Desde 1995 el separatismo ha ca¨ªdo en la provincia franc¨®fona hasta los niveles m¨¢s bajos que se recuerdan, incluso en la poblaci¨®n m¨¢s joven, donde la cifra disminuye hasta un 30%. Como se?ala el polit¨®logo canadiense Andr¨¦ Lecours, ¡°los j¨®venes que a los 20 a?os eran m¨¢s independentistas ahora no lo son a los 30¡±. ¡°Creo que es porque la generaci¨®n que ahora tiene entre 18 y 34 a?os no estuvo socializada durante las negociaciones constitucionales de 1980, comienzos de los noventa y la campa?a del refer¨¦ndum de 1995. Ese fue un tiempo en el que se percib¨ªa que Quebec como provincia era menospreciada por Canad¨¢¡±, analiza.
Del mismo modo, como explica Llu¨ªs Orriols, profesor de ciencia pol¨ªtica de la universidad Carlos III, es dif¨ªcil saber si los efectos de los acontecimientos actuales podr¨ªan hacer crecer el n¨²mero de independentistas en el futuro. ¡°No sabemos si cambiar¨¢n de opini¨®n a lo largo de su ciclo vital. Todo este aumento se debe en gran medida a una respuesta a la coyuntura. Y si cambia, puede ser que se modifique tambi¨¦n la postura¡±, se?ala. Algo que tiene que ver directamente con la respuesta al conflicto que llegue desde el Gobierno de Espa?a. Canad¨¢ aporta ah¨ª tambi¨¦n algunas referencias.
La posibilidad del propio refer¨¦ndum, la constante alusi¨®n a Quebec como ¡°naci¨®n¡± o la transferencia de competencias, como recuerda Lecours, tuvieron ese efecto neutralizador en la radicalizaci¨®n de los ciudadanos. Hoy, dos de cada tres quebequeses piensa que no hace falta una tercera consulta. El creciente factor generacional, por tanto, qued¨® completamente? diluido por la acci¨®n pol¨ªtica.
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