Letras consagradas

Curiosa la lectura socioliteraria que daba ayer en Tortosa la 65 edici¨®n de la Nit de Santa Ll¨²cia, la gran e hist¨®rica velada literaria de las letras catalanas: mientras Quim Torra, presidente de ?mnium Cultural, entidad convocante, ped¨ªa al pueblo catal¨¢n ¡°esperanza y persistencia¡± y a los pol¨ªticos ¡°sentido de Estado¡±, la mayor¨ªa de los ocho galardones reca¨ªan en autores con labor y trayectoria s¨®lida, como si se tratara de consagrar o dar espaldarazos en momentos convulsos.

As¨ª pueden leerse, al menos, los tres grandes premios. El primero, el 56? Sant Jordi de novela, recay¨® en La vida sense la Sara Amat, cuarta obra de Pep Puig, cuyos libros anteriores fueron bien recibidos por la cr¨ªtica pero que no hab¨ªa pasado de ser Talento FNAC. Con el conjunto de relatos Tot aix¨° ho faig perqu¨¨ tinc molta por, Empar Moliner se llev¨® el 18? Merc¨¨ Rodoreda de cuentos, s¨®lo el tercer galard¨®n de la ya larga carrera de la tambi¨¦n televisiva autora. M¨¢s llamativo es, en esa l¨ªnea, el 57? Carles Riba de poes¨ªa, que fue para Dret al miracle, de V¨ªctor Obiols, hombre de producci¨®n pausada, en la brecha desde los 14 a?os, fundador del grupo musical Bocanega pero tambi¨¦n con solo dos reconocimientos hasta ahora, el ¨²ltimo, de 1996.

Pidiendo disculpas a su editora de siempre, Eug¨¨nia Broggi, que ha publicado toda su obra hasta la fecha en Emp¨²ries y L¡¯Altra editorial (L¡¯home que torna; Les ll¨¤grimes de la senyoreta Marta y L¡¯amor de la meva vida de moment, ¨¦sta de hace unos meses), Puig (Terrassa, 1969) admiti¨® que opt¨® al Sant Jordi (60.000 euros y 25 originales presentados, la cifra m¨¢s baja de las tres ¨²ltimas ediciones) porque ten¨ªa ¡°una novela popular, como lo puede ser una de Rodoreda o una canci¨®n de Serrat, con suficiente fuerza para conmover desde un mozalbete a un lletraferit de 50 a?os¡±.

La historia, fruto de un hecho real que le cont¨® su padre, es el combate que muda en amor entre un ni?o siempre conforme con el mundo y las reglas que acepta esconder a una ni?a de 13 a?os, d¨ªscola y que ha acumulado una rabia secreta contra el pueblo, que acabar¨¢ desapareciendo.

En cinco de las seis categor¨ªas literarias se han presentado menos originales que el a?o pasado?

¡°Los personajes corren, comen o beben para no tener miedo, ese que atenaza a todo padre de mediana edad que cree que todos los peligros del mundo se confabulan para atacar a sus hijos. Es un carpe diem moderno¡±, defini¨® Moliner su libro de cuentos con el que se llev¨® el Rodoreda (6.000 euros).

Dec¨ªa Horacio que un poema deb¨ªa estar al menos nueve a?os en un caj¨®n antes de ser publicado. Y esa regla estricta que recordaba Obiols (Barcelona, 1960) se la aplic¨® ¨¦l mismo con su poemario ganador del Riba (3.000 euros), con composiciones que rozan la d¨¦cada de vida. ¡°He apostado mucho en ¨¦l; hay mucha substancia¡±, admit¨ªa quien este mismo a?o ya ha reunido buena parte de su obra desde el fundacional Opus Zero (1974) en Sol de Lluna ple. Poesia 1974-1999. As¨ª se desprende de la estructura del libro granador: una primera parte sobre una ruptura amorosa; renacimiento y cierta tristeza por lo que apunta a la desaparici¨®n de una generaci¨®n.

Quien parece regresar, en este caso al mundo del teatro tras su largo secuestro televisivo (es el jefe de guionistas de La Riera), es David Plana, que con Els encantats (duro enfrentamiento entre un padre y sus dos hijos bajo la sombra de la madre y esposa ausente) obtuvo el segundo premio Frederic Roda de teatro. El galard¨®n (13.000 euros) lo comparti¨® exaequo con el dramaturgo y director teatral Josep Maria Mic¨®, que plantea en La travessia la cara oscura de los cooperantes a partir de una monja testigo de un crimen en una zona b¨¦lica.

En la narrativa infantil, el ya 53? Folch i Torres (7.000 euros) recay¨® en La nena que es va convertir en m¨°bil, del tambi¨¦n ya veterano Francesc Puigpelat (Balaguer, 1959). Con cinco galardones previos, desde Apocalipsi blanc (premio Pla, 1999), vuelve a hacer gala del dominio narrativo contraponiendo fantas¨ªa y realidad y tradici¨®n y modernidad con la historia de Mukele, ni?a pastora que vive a los pies del Kilimanjaro y a la que un brujo convierte en tel¨¦fono m¨®vil.

Santi Bar¨® (Olesa de Montserrat, 1965) prefiri¨® poner toda su experiencia en el g¨¦nero juvenil (ha ganado dos veces los premios Gran Angular y Barcanova) reivindicando a su admirado autor Pere Calders, al que hace amigo del protagonista de su L¡¯efecte Calders, con el que obtuvo el 42? Joaquim Ruyra (9.000 euros).

El espacio de divulgaci¨®n cient¨ªfica Qu¨¨quicom, de TV-3, dirigido por Jaume Vilalta, y un art¨ªculo del periodista alem¨¢n Alex R¨¹hle en el S¨¹ddeutsche Zeitung sobre las aspiraciones pol¨ªticas catalanas lograron, respectivamente, el 7? ?mnium de Comunicaci¨®n y el 29? Joan B. Cendr¨®s (3.000 euros). Entre jotas del Ebro y danza contempor¨¢nea se cerr¨® una Festa de les Lletres Catalanes a cuyo cartel se han presentado menos escritores en cinco de sus seis categor¨ªas literarias en relaci¨®n al a?o pasado .