Grabados flamencos en la Biblioteca Nacional
Una exposici¨®n evoca el arte estampado de Rubens y su mejor disc¨ªpulo, Van Dyck
La Biblioteca Nacional de Espa?a hace historia con la exposici¨®n Rubens/ Van Dyck y la Edad de Oro del grabado flamenco. Es un testimonio del copioso archivo de grabados que atesora en sus dep¨®sitos, junto con miles de dibujos, bocetos, carteles, planos y mapas. Se muestra en cinco espacios de su planta baja del palacio madrile?o del Paseo de Recoletos hasta el 21 de enero.
La bibliotecaria em¨¦rita Concha Huidobro de Salas, comisaria de la exposici¨®n, segmenta la muestra en cinco ¨¢reas tem¨¢ticas, donde surgen grabados de ambos grandes pintores, Rubens maestro y Van Dyck disc¨ªpulo; retratos de protagonistas de la ¨¦poca, como Felipe IV, Gaspar de Guzm¨¢n o la gobernadora Isabel Clara Eugenia; paisajes flamencos y tambi¨¦n noticia estampada de costumbres y modos de vida del Flandes del siglo XVII. Precisamente en aquellas tierras, el siglo entero se ver¨ªa marcado por la presencia de tropas, autoridades y culturas extranjeras. Sobre todo hispanas, por razones din¨¢sticas ligadas a los Habsburgo, pero con un componente cosmopolita que un¨ªa los Pa¨ªses Bajos con Inglaterra, Francia y los principados alemanes, para cuyas Cortes los artistas flamencos trabajar¨ªan con reconocido ¨¦xito. Europa se ver¨ªa inundada de sus estampas.
El grabado encontrar¨ªa en ellos un esplendor extraordinario, del cual la exposici¨®n da cuenta con 175 obras, sobre todo aguafuertes, buriles y libros. Expresi¨®n suprema de aquel cosmopolitismo lo fue Pedro Pablo Rubens, pintor, nacido en Siegen, Alemania, en 1577 durante el exilio temporal de su padre, protestante sancionado por las autoridades cat¨®licas espa?olas. Tras pasar por los talleres de Otto van Veen, con apenas 21 a?os, se independiza y se convierte en el pintor m¨¢s acreditado de la industriosa Antwerpen. Van Veen le hab¨ªa embelesado del n¨¦ctar pict¨®rico de los grandes maestros de Italia, adonde Rubens se dirige, para ser all¨ª tutelado por el duque de Mantua, que le relaciona con las principales Cortes europeas, se?aladamente la espa?ola de Felipe III y de Felipe IV. No obstante, Rubens laborar¨¢ tambi¨¦n para Mar¨ªa de M¨¦dicis, reina de Francia, y recibir¨¢ encargos de Inglaterra, a cuyo rey Carlos I visitar¨¢ despu¨¦s como enviado del rey Felipe IV. Este ennoblecer¨¢ a Rubens y le encomendar¨¢ misiones diplom¨¢ticas. Dada la popularidad del flamenco, sus obras, muchas de trasunto b¨ªblico, son entonces reproducidas por doquier en copias de mala calidad. Para atajarlas, el maestro decidir¨¢ que sean grabadas por los principales art¨ªfices flamencos del buril, entre los que deslumbra Paulus Pontius, que conseguir¨¢ prodigiosos efectos de las pinturas del gran artista, como el Cristo con la cruz a cuestas: cada cabello del nazareno recibe un delicado tratamiento. Lucas Vorsterman har¨¢ otro tanto con las pinturas de Antoon van Dyck (1599-1641), disc¨ªpulo bienamado de Rubens, coet¨¢neo de su amigo Diego Vel¨¢zquez, m¨¢s involucrado con el grabado que su maestro, como la exposici¨®n muestra. Van Dyck aportar¨¢ el elegante lirismo de su pincel, cristalizado en sus retratos, como el de su esposa, Mary Ruthven, uno de los cuatro lienzos cedidos para la ocasi¨®n por el Museo del Prado junto con La lamentaci¨®n de Cristo. Completan la exposici¨®n libros ilustrados por los mejores artistas flamencos, en cuya delectaci¨®n cabe al visitante recrearse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.