Subir y bajar

Pase¨ªllo de Ciudadanos por el mercadillo que va desde el parque Europa hasta el mercado municipal del Singuerl¨ªn. Santa Coloma never die. Llegan los dirigentes con s¨¦quito de prensa y de militantes del lugar (un buen pu?ado eran socialistas y juventudes peseceras, que no hace mucho se pasaron en bloque al partido de Rivera). Tambi¨¦n est¨¢n dos de los tres concejales que C's tiene en el municipio. Ambiente de bragas rojas de a?o nuevo, ch¨¢ndales en perchas y bolsos estampados. Las gitanas llevan su cargamento de mu¨¦rdago en coches de beb¨¦ y lo venden a un euro el ramillete. Tras el tenderete de Ciudadanos (folletos con Rivera, globos y rosas naranjas de pl¨¢stico) se alza, presidiendo descomunalmente el parque, una pleistoc¨¦nica escultura en hierro oxidado en forma de hoz y martillo. Los a?os de la transici¨®n, de las luchas de barrio, del eurocomunismo del cura alcalde (el primero que hubo en Santa Coloma con la democracia). Ante este monumento, se eleva vertiginosamente el rascacielos de 23 pisos de altura que fue la imagen del caso Pretoria y que le cost¨® la piel pol¨ªtica al alcalde socialista Bartomeu Mu?oz, hijo del ¨²ltimo alcalde franquista de la ciudad.

La historia es una princesa encerrada que se peina con bucles de oro. Al pie de este bloque es donde Juan Carlos Girauta e In¨¦s Arrimadas hacen sus declaraciones de amor (a la patria) antes de empezar el garbeo por el mercadillo. Se extiende a lo largo de una calle en pendiente, y consiste en subir y bajar igual que en las encuestas. Fr¨ªo fino de descampado y sol brillante de periferia. ?Qu¨¦ hace Girauta? Exhibe una octavilla sociata donde sobre las fotos de Rajoy y de Rivera pone: ¡°Santa Coloma no vota a la derecha¡±. Asegura que ellos jam¨¢s har¨ªan una cosa as¨ª. Desde lejos, les observa la gente de En Com¨² Podem y del PSC, que tambi¨¦n est¨¢n repartiendo propaganda.

Las mar¨ªas miran los pijamas y hablan del reci¨¦n nacido que esta noche ha aparecido muerto en un contenedor de basura. En el centro mismo. Del cintur¨®n rojo s¨®lo quedan los agujeros. Se dirigen a Arrimadas dos viejos con bast¨®n, gorra de b¨¦isbol y anorak. Uno explica: ¡°Tengo casi 90 a?os y a¨²n no han arreglado el mundo¡±. Acabado el acto, Arrimadas se despide de sus militantes y les dice: ¡°Muy agradable, de verdad, el pase¨ªto¡±.