El asesino que act¨²a los domingos

Una noche de s¨¢bado, mientras una tempestad se cierne sobre la ciudad, Robert, un hombre de unos treinta a?os, irrumpe en una comisar¨ªa de barrio. La lluvia le ha sorprendido de camino, lleva la gabardina completamente mojada y un trueno ensordecedor estalla cuando entra en la sede policial. ¡°He venido a hacer una declaraci¨®n¡±, afirma. Robert quiere autoinculparse de un crimen. Con esta intrigante escena arranca el thriller Sunday Morning, escrito y dirigido por Carol L¨®pez. La obra, protagonizada por Nausicaa Bonn¨ªn e Isak F¨¦rriz, se estrena hoy en la Sala Flyhard. La autora present¨® un texto germinal en el Torneo de Dramaturgia del Festival Temporada Alta de 2013, pero desde entonces lo ha modificado ¡°much¨ªsimo¡± para llevarlo finalmente a escena. ¡°Este verano vi Twin Peaks y eso fue la clave. Me dio muchas ideas para insertar giros en la trama¡±, explic¨® ayer L¨®pez.

Robert quiere hablar sobre un asesinato, y no es un caso cualquiera: Alguien est¨¢ sembrando el p¨¢nico matando cada domingo. Al criminal en serie le llaman popularmente el asesino del cuchillo. Los homicidios traen de cabeza a la polic¨ªa.

El hombre confiesa que ¨¦l es culpable. Robert se lo dice a la ¨²nica persona que encuentra en la comisar¨ªa, Anna, una chica de veintipico a?os que no va vestida de uniforme. Se la encuentra de pie tomando apuntes mientras contempla fijamente un panel con recortes de peri¨®dico, fotograf¨ªas y notas unidas con chinchetas e hilo rojo. ¡°Anna aparentemente es administrativa, ha estudiado Criminolog¨ªa y est¨¢ preparando la tesis. Es la hija del inspector Junyent, un polic¨ªa muy reconocido¡±, detall¨® Nausicaa Bon¨ªn, quien ya interpret¨® el papel en el Temporada Alta.

Anna ni siquiera se inmuta cuando el hombre entra en el edificio. ¡°Ahora mismo no hay nadie que pueda atenderle¡±, le dice a Robert. ¡°?Y si le dijese que lo que le quiero decir es una bomba?¡±, insiste ¨¦l. ¡°Le dir¨ªa que tiene que esperar¡±, contesta tajante Anna. Ella se muestra molesta con su presencia, preferir¨ªa que no se quedase. Adem¨¢s, cuando Robert se autoinculpa, no le cree.

Mientras tanto, alguien sigue matando los domingos por la ma?ana, y, para dar a¨²n m¨¢s vueltas de tuerca al guion, en Sunday Morning en paralelo a un argumento muy negro y criminal tambi¨¦n se introducen toques de comedia rom¨¢ntica. ¡°Son un chico y una chica, es de noche, llueve¡­¡±, deja entrever la directora.

Toda la acci¨®n transcurre en la comisar¨ªa de una ciudad inconcreta. La escenograf¨ªa, a cargo de Jose Novoa, es un espacio policial retro y peculiar. ¡°Es como si todos los objetos cutres del mundo, los tel¨¦fonos, la l¨¢mpara o los ordenadores viej¨ªsimos, hubiesen ido a parar all¨ª¡±, describi¨® L¨®pez.

Tras su paso por la direcci¨®n art¨ªstica de La Villarroel, la autora de Germanes estrena por primera vez en la Sala Flyhard, de peque?o formato con una cuarentena de butacas. Esta intimidad no supone ning¨²n problema para L¨®pez, al contrario, dice la directora. ¡°Es fant¨¢stico, se palpa la tensi¨®n. Trabajo mucho enfocada en el espacio en el que se representar¨¢ la obra¡±, desgran¨®. Para Bonn¨ªn, muy acostumbrada a trabajar en televisi¨®n, la proximidad con el p¨²blico ¡°es como rodar un plano secuencia de una hora y media. Tiene un punto cinematogr¨¢fico porque los espectadores est¨¢n tan cerca que no puedes sobreactuar. La energ¨ªa que se crea en la sala es muy fuerte; sabes si te siguen, si te miran¡­¡±.

Las funciones se prolongar¨¢n hasta principios de marzo y el suspense est¨¢ servido porque en esta obra de g¨¦nero solo hay una cosa clara desde el inicio: Nada podr¨ªa ser lo que parece.