El decrecimiento del turismo entra en la agenda pol¨ªtica de Barcelona
Nunca ninguna ciudad en el mundo se ha planteado acciones para reducir el n¨²mero de visitantes
¡°El decrecimiento es un gran tab¨² para el sector tur¨ªstico. Crea un gran nerviosismo entre quienes trabajan desde la l¨®gica del mercado y han basado el sector en el crecimiento continuado de visitantes¡±. Quien habla es Jordi Ficapal, director del Observatorio de Turismo Responsable de la Facultad de Turismo de la URL. El concepto ¡°decrecimiento¡±, que hasta ahora los barceloneses solo est¨¢bamos acostumbrados a escuchar desde las voces m¨¢s cr¨ªticas a los efectos del turismo, ha entrado esta semana en la agenda p¨²blica. Por primera vez, en un documento del Ayuntamiento que capitanea la alcaldesa Ada Colau se contempla, no solo limitar, sino reducir el n¨²mero de camas tur¨ªsticas en los barrios m¨¢s saturados de la ciudad.
El Consistorio contempla por primera vez el concepto de decrecimiento porque, dentro del proceso participativo para redactar un nuevo plan especial de alojamientos tur¨ªsticos, hay actores que lo contemplan. Es el caso del grupo municipal de la CUP o la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible (ABTS), que ven en el decrecimiento del turismo una de las f¨®rmulas para acabar con la enorme presi¨®n que los turistas ejercen sobre las zonas m¨¢s visitadas de la ciudad. En zonas donde se ha perdido poblaci¨®n, las camas tur¨ªsticas llegan a triplicar al n¨²mero de vecinos, lo que altera el ecosistema econ¨®mico del entorno y empeora la calidad del espacio p¨²blico, como revel¨® esta semana el propio Consistorio.
Pero por mucho que comienza a haber consenso en que no es sostenible basar el ¨¦xito del turismo en la cantidad de visitantes, ?de qu¨¦ hablamos? ?De no dar m¨¢s licencias para apartamentos y hoteles? ?De cerrar camas? Hay turistas que duermen fuera de Barcelona. Y oferta ilegal. ?De no dejar llegar cruceros y aviones? Parece imposible. ¡°Cerrar no se ha hecho nunca, porque no hay autoridad p¨²blica capaz de resistir la presi¨®n o los costes que supondr¨ªa, las licencias no se pueden retirar y las directivas europeas no dejan limitar, los riesgos jur¨ªdicos son evidentes¡±, reflexiona Ficapal. ¡°Otra cosa es dictar zonas de crecimiento cero¡±, apunta, en una ciudad donde el turismo de mayor intensidad se concentra en unos puntos concretos.
El profesor de la Facultad de Geograf¨ªa e Historia de la UB Xavier Font recuerda que ¡°cuando se habla de temporadas tur¨ªsticas la gente lo que valora como positivo es el crecimiento de visitantes¡±. ¡°En cambio¡±, reflexiona, ¡°otras cifras como la ocupaci¨®n o su calidad no tienen necesaria relaci¨®n con la cantidad de turistas y son tambi¨¦n muy importantes¡±.
?Presi¨®n
?Hay otra cuesti¨®n, a?ade, y es que suponiendo que se limitaran o incluso redujeran los alojamientos tur¨ªsticos, ¡°no se evitar¨ªa la presi¨®n que ejercen los excursionistas¡±, las personas que visitan Barcelona, pero se alojan en Salou o Lloret. O la familia de Vic que acude a pasar el d¨ªa a la capital. O la pareja que tiene a unos amigos de Londres invitados en su casa. ¡°No puedes poner barreras¡±, dice Font: ¡°Hay estrategias como descentralizar los atractivos, incorporar nuevos espacios no urbanos a la oferta, esponjar la infraestructura¡ pero no hay la valent¨ªa de abordar el tema de la limitaci¨®n o el decrecimiento¡±.
Poca gente sabe que el Ayuntamiento tiene sobre la mesa desde 2006 un estudio sobre cu¨¢l es su capacidad de carga tur¨ªstica, otro concepto del que tambi¨¦n se ha comenzado a hablar. Lo hizo el catedr¨¢tico de An¨¢lisis Geogr¨¢fica Regional de la Universidad de Barcelona, Franciso L¨®pez-Palomeque, que lleva estudiando los impactos del turismo sobre su entorno desde 1980. En 2006 ya se intu¨ªa que el turismo pod¨ªa generar problemas. Pero la conclusi¨®n del estudio fue que ¡°en una ciudad no se puede calcular su capacidad de carga porque es un sistema abierto. Se puede calcular en lugares cerrados: La Alhambra de Granada, el Camp Nou¡¡±.
Tambi¨¦n a Francisco L¨®pez-Palomeque y otros tres expertos se les encarg¨® el Plan Estrat¨¦gico de Turismo 2010-2015. ¡°Fue un proceso muy participativo¡±, asegura este, y destaca que muchas de las cuestiones sobre el turismo que ahora se ponen ahora sobre la mesa ya aparec¨ªan en aquel documento. El ge¨®grafo lamenta que los sucesivos cambios pol¨ªticos en el Ayuntamiento de Barcelona han enterrado un plan al que da una total validez. ¡°Muchas de las propuestas de ahora est¨¢n previstas, como descentralizar, limitar, moderar crecimiento, pero no se ense?an¡±, afirma un experto, que recuerda que hist¨®ricamente en Barcelona el Ayuntamiento ¡°ha sido clave en la promoci¨®n tur¨ªstica¡±. Un Ayuntamiento que ha pasado de tener que ¡°gestionar el turismo" a enfrentarse a ¡°la gesti¨®n de una ciudad tur¨ªstica¡±.
A la pregunta de si alguna ciudad tur¨ªstica se ha planteado el decrecimiento del turismo, L¨®pez-Palomeque responde que no, pero a?ade que tampoco hay ning¨²n caso como el de Barcelona: ¡°Ciudades como Par¨ªs, Roma o Nueva York han tardado d¨¦cadas en ser un destino tur¨ªstico. Lo de Barcelona, la transformaci¨®n tur¨ªstica en quince a?os, no se ha dado en la historia en ning¨²n lugar del mundo¡±. ¡°No ha habido tiempo de reaccionar, este es el drama¡±, concluye el experto. Y alerta de que si se habla de ciclo de vida del destino, es decir, el margen que todav¨ªa le queda a Barcelona por recorre en este terreno, ¡°todav¨ªa estamos en fase expansiva, podr¨ªamos pensar en un escenario de saturaci¨®n y declive, pero no hemos llegado a ¨¦l. Sinceramente, no veo viable el decrecimiento¡±, zanja.
Desde la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible, la activista del barrio G¨°tic, Reme G¨®mez, celebra que con el actual Gobierno local comiencen a aflorar ¡°los estudios que est¨¢bamos convencidos de que exist¨ªan¡± sobre el impacto del turismo en la ciudad. G¨®mez es consciente de que no se pueden poner barreras a los visitantes, pero su idea es que el turismo, ¡°una actividad transversal que afecta desde la promoci¨®n internacional hasta el comercio pasando por el transporte¡±, debe ser tratada como ¡°una industria¡±, teniendo en cuenta sus efectos y gestion¨¢ndolos. ¡°
Pol¨ªticamente ha habido gesti¨®n de otros sectores econ¨®micos y nadie ha puesto en duda que se hiciera¡±, insiste la dirigente vecinal. Porque, como sostiene Jordi Ficapal, experto en el sector, ¡°el turismo no es una industria sin humo¡±.
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